EL EDIFICIO FOCSA FUE EL PRIMERO EN EL MUNDO
QUE OFRECIÓ PROPIEDADES HORIZONTALES, LOS ACTUALES CONDOMINIOS
Su construcción comenzó en febrero de 1954, duró aproximadamente dos años y cuatro meses
La idea inicial fue la de construir viviendas para los empleados de la Cadena de Radio y Televisión CMQ
Por Carlos Rodríguez Búa
Si les hablas a un cubano de Fomento de Construcciones y Obras Sociedad Anónima, de seguro nadie sabe de qué estoy hablando. Pero si digo FOCSA, que son las siglas de lo anterior, ahí cambia por completo todo.
El edificio FOCSA fue el primer edificio en el mundo que ofreció propiedad horizontal (los actuales condominios que consisten en que la propiedad de una cosa es compartida por dos o más personas. También denominan así a un inmueble bajo el régimen de propiedad horizontal. Hay tres cualidades que hacen a este edificio único hasta entonces en el mundo.
1) Fue construído como una ciudad, contenía estaciones de radio y televisión, farmacias, estación de correos, supermercados, restaurantes, cafeterías, clubs, dulcerías, bares, piscina, sala de teatro , cine, tiendas de todo tipo y otras facilidades. Tiene entre sus comodidades dos pisos de garaje con capacidad para 500 automóviles, jardines, espacio de juego para niños, nueve elevadores y dos plantas dedicadas a oficinas y comercios entre otras facilidades para la vida comunitaria. El diseño de los pasillos ahorró muchas paradas de los elevadores y estableció un sistema de ventilación cruzada para beneficio general.
2) Se usó tecnología de aviación para evadir los fuertes vientos del norte. En sí el edificio actúa como una aspiradora de aire, dirigiendo los vientos hacia atrás y hacia la tierra. Esos vientos quedan atrapados en lo que le llaman “la cueva” y son dispersados gradualmente sin hacer daño . También se usaron para generar electricidad.
3) La promesa de tener un edificio de esa magnitud en un espacio limitado confrontó problemas pues la propaganda del edificio era que todos los apartamentos tendrían vista al mar desde el balcón . Nunca se ha vuelto a materializar nada en Cuba con tantos avances técnicos y arquitectónicos.
El Edificio Focsa, ubicado en el Vedado, La Habana, es una de las llamadas siete maravillas de la ingeniería moderna de Cuba. Cuenta con 121 metros de altura y un total de 39 plantas. Llama la atención, que además de haber sido construido en tan solo 28 meses, cuenta con una estructura de cemento, y fue construído totalmente sin necesidad de grúas. El FOCSA es uno de los edificios más emblemáticos de la Habana: con más de medio siglo de construido y rehabilitado hace pocos años, es casi un símbolo de la capital junto al hotel Nacional y el Edificio Someillán.
El FOCSA La idea inicial fue la de construir viviendas para los empleados de la Cadena de Radio y Televisión CMQ, y a ese efecto el primer sitio que se seleccionó fue un reparto llamado Arroyo Arenas, pero se desechó debido a lo alejado del lugar, por lo que se escogió la manzana situada entre las calles 17, 19, M y N en el reparto El Vedado, a 200 metros de Radiocentro, sede de los estudios de la CMQ y casi frente al famoso Malecón habanero. El costo de los 10 mil metros cuadrados de la manzana fue de 700 mil pesos y se tomó como relación óptima que el terreno debía ser el 10 por ciento del total del costo del edificio y determinó que para amortizarlo sería necesario construir 400 apartamentos. El organismo Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA) financió el 80% del costo de las viviendas y el 60% de los locales comerciales y como se consideraba mínimo el riesgo al existir 400 deudores el Banco Continental Cubano concedió un crédito de 6 millones de pesos.
Los pisos típicos tenían trece apartamentos, cinco de tres habitaciones y un cuarto auxiliar y ocho de dos habitaciones con cuarto auxiliar. El costo básico de los apartamentos era de 21,500 para los primeros y 17,500 para los más pequeños. Se estipuló que por cada piso que se ascendía se cobraban treinta pesos adicionales, y sin embargo los más altos fueron los primeros que se vendieron. Una inversión de tal magnitud requirió de investigaciones especiales, que incluyeron desde encuestas de tipo socio económicas en la zona de influencia del edificio hasta consultas con especialistas médicos acerca de los efectos que podían producir en los inquilinos las vibraciones y oscilaciones del edificio.
Como contraste voy a referirme a que el costo de una vivienda de cerca de 300 metros cuadrados con patio y jardín y cuatro habitaciones en el entonces naciente Reparto Fontanar, tenía aproximadamente ese costo y también se pagaba por el plan FHA (Fondo de Hipotecas Aseguradas). Mi suegro que cumplió el sueño de su vida haciendo esa casa, pagaba alrededor de ochenta pesos mensuales de hipoteca, mucho menos de lo que pagaba en concepto de alquiler por una casa en el Reparto Almendares.
En contradicción con las opiniones dominantes en los Estados Unidos que consideraban antieconómicos los edificios con estructuras de hormigón más allá de los 18 pisos, resultó que en los pisos bajos se tuvo un ahorro del 5% sobre el presupuesto y en los pisos altos del 18%. La organización de obra alcanzada permitió construir el edificio en 28 meses, se comenzó en febrero de 1954 y se terminó en junio de 1956. El edificio en total tiene treinta pisos de apartamentos y nueve de usos múltiples, que dieron al edificio una altura total de 121 metros sobre la calle, siendo en ese momento el segundo edificio de hormigón más alto del mundo.
Un sistema de pasillos, ubicados al fondo del edificio separaban el ingreso de servidumbre y vendedores del ingreso de los propietarios. Varios apartamentos fueron decorados por las principales firmas dedicadas a ello y por los más destacados mueblistas de La Habana, donde se mostraba un colorido pleno de armonía que aumentaba la calidad de la composición. También sus baños de colores y los detalles del buen gusto que dejaron los arquitectos en sus cocinas, realzaban la terminación acabada que se observaba en cada uno de los elementos.
Esta obra, orgullo de la ingeniería cubana, fue seleccionada en febrero del año 1997, por la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) como una de las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil Cubana. Fue diseñado, calculado y ejecutado totalmente por arquitectos cubanos.
Tuve dos experiencias directas con el FOCSA. La primera cuando ejercía como multioficio en la Librería Juan Cebrián. Adolfo Guzmán había mandado a encuadernar unas partituras en encuadernación inglesa, piel flexible, muy lujosa, fuerte y práctica para el uso que seguramente tendrían las partituras. Allí llegué, creo que era en el piso 5, se que era un piso no muy alto, donde vivía el compositor. El FOCSA contaba con un lobby lujoso, ascensores muy rápidos y en cada piso cuando salías del ascensor las paredes eran gigantescos espejos. Si no recuerdo mal había unos canteros con plantas naturales y una iluminación suave y delicada.
He leído que Adolfo Guzmán era dulce y callado pero también enérgico. Ocurrente, más bien pensativo y amante del silencio aunque capaz de entregarse a un diálogo inefable sin límite de tiempo, una de esas personas que, dado el caso, saben poner el dedo en la llaga o hacer que todo el mundo rompa a reír. Lamentablemente lo que recuerdo de aquel señor fue un trato hosco, mal educado y bien altanero, así que habrá sido un gran músico pero en mi memoria lo tengo como un asco de persona. Lástima que fuera tan famoso alguien tan poco humilde, como siempre son los grandes.
Mi segundo encuentro con el FOCSA fue cuando me tocó trabajar durante los años 90 en uno de los apartamentos del Edificio FOCSA, específicamente en el piso 16 y recuerdo el grado de destrucción que tenía este edificio, que por suerte fue reparado, no se con que nivel de calidad, pero ahí está. Los pasillos no tenían luces, muchas veces el único ascensor estaba roto, la plomería era un desastre, agudizado porque el agua que abastece al edificio es salobre y por tanto no servía para cocinar ni tomar.
CLUB LA TORRE Lo que si era una maravilla era el aire incesante que allí soplaba, no era necesario climatizar los locales y muchas veces había que cerrar las ventanas. Todo el que transite por cualquiera de las esquinas del Focsa, en particular por M y 19 estará sometido a un viento que en ocasiones se lleva a los transeúntes y si es en época invernal durante un frente frío o norte o con un ciclón cercano, hasta a los autos mueve el viento.
No voy a hablar de otros encuentros que están relacionados con visitas con Finita a los Restaurantes El Emperador, en los bajos del FOCSA por calle M y a otro que recuerdo como inolvidable, al restaurante, antiguo Club La Torre, situado en el último piso y desde el que se ve a todo alrededor, o sea, 360 grados, diferentes vistas de La Habana. A este restaurante se accedía por un ascensor sin paradas hasta el mismo.
Goar Mestre Espinosa (1912-1993) fue un empresario cubano de los medios de comunicación masiva. Propietario del poderoso Circuito CMQ S.A., y pionero de la televisión en Cuba y en otros países de la región poseía en enero de 1959, los negocios siguientes: Cine Teatro Radiocentro, Circuito CMQ, Radio Reloj, CMBF “Radio Musical Nacional”, Productos Alimenticios de Cuba S.A., Bestov Products Inc., General Foods Sales Co., Cook Chemical, Fábrica de Jugos Vandel, Kresto, Productos Bon-Ami, Especias y Productos Keystone, Fábrica de Caramelos Alicia, Circuito Teatral S.A., Microondas Nacionales S.A., Televisión Interamericana de Cuba S.A., Convertidora de papel ENICO S.A., Artes Metálicas S.A., Compañía Inmobiliaria BUIGEN S.A., Confituras La Mallorquina, Fábrica de Papel de Asfalto Mestre y Espinosa, La Cosmopolita (Droguería), Fomento y Obras de Construcción S.A. (FOCSA), SIGA S.A, Agencia de Publicidad Mestre y Conill, entre otras empresas. Ahora me doy cuenta por qué todas ellas eran bien promocionadas en la Radio y la Televisión.
La compañía Fomento y Obras de Construcción SA (FOCSA) se formó con la participación de un consejo de dirección integrado entre otros por: José M Bosch, ex ministro de Hacienda y uno de los dueños de la firma Bacardí, los hermanos Mestre, propietarios de circuito radio-televisivo CMQ, el ingeniero Bartolomé Bestard Roca y los arquitectos Gómez Sampera y Mercedes Díaz como proyectistas. Los Mestre sin duda tuvieron una visión en todos los negocios que hicieron y en particular en los de radio y televisión y el FOCSA.
Estructura El edificio se terminó de construir en junio de 1956, tiene forma de Y, ocupa 10.000 m². Su estructura cuenta con tres partes fundamentales. La primera parte alberga los estudios de radio y televisión, tiendas, restaurantes y una agencia de publicidad, además de un teatro. En la segunda parte estan los apartamentos, lujosos, de tres o cuatro habitaciones, orientados perfectamente para recibir brisa día y noche. Estos apartamentos se ubican en una torre de 29 pisos que cuenta con 7 elevadores. En la parte superior se encuentra el restaurante La Torre.
Cada piso contaba con trece apartamentos. De esos trece, cinco apartamentos tenían tres habitaciones y un cuarto auxiliar (cuatro) y ocho apartamentos de dos habitaciones y un cuarto auxiliar (tres). Los apartamentos con cuatro habitaciones costaban 21.500 pesos y los más pequeños costaban 17.500 pesos. Conforme se ascendía, el precio variaría unos 30 pesos adicionales. Aunque los más altos eran más caros, fueron los que primero se vendieron.
Un cimiento fuerte daba inicio al edificio, con dos plantas de altura llegando a ser tres en algunas cotas topográficas. La cubierta del cimiednto era para servicios al aire libre. Sobre esta parte se encontraba el edificio de viviendas, con dos alas plegadas en torno a una charnela central. Era una construcción simétrica con planta en forma de L.
La cimentación del edificio se realizó sobre calizas coralinas, arenas consolidadas y margas con fracturas visibles. Se creó una cisterna de 300.000 galones de agua. La empresa eléctrica que abastece de energía al edificio cedió un sistema de distribución vertical a 13.200 voltios, con cámaras transformadoras a tres niveles. Desde el punto de vista eléctrico son tres edificios de 10 pisos. El proyecto eléctrico fue realizado por Fernando Meneses. Durante la obra se creó una hormigonera, lugar que después se aprovecharía para la piscina, siendo más económico y no siendo necesario el transporte de hormigón. Capas de 7 centímetros de escoria de carbón de piedra sirvieron para resolver la acústica del edificio. El aparcamiento tiene capacidad para 500 coches.
El FOCSA fue sin duda el el primer rascacielos de Cuba. Después no ha habido muchos más, pero ninguno comparable con éste.
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Vista de la Habana desde el restaurant La Torres en el Focsa
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