El profesor del año de Rhode Island, cuya fotografía con Trump se ha hecho viral, afirma que lo que quiere decir al presidente es que las políticas contra la comunidad LGTB “provocan muertes”. Nikos Giannopoulos explica que agitaba el abanico “para celebrar la alegría y la libertad de no tener que responder a los roles de género impuestos”
El profesor Nikos Giannopoulos en la fotografía junto a Trump que se ha hecho viral. CASA BLANCA / SHEALAH CRAIGHEAD
A Donald Trump se le cuela la lucha LGTB en el Despacho Oval
El profesor de Rhode Island que se ha convertido en estrella en las redes sociales tras mostrar su orgullo LGTB en una fotografía con Donald Trump en el Despacho Oval ha escrito lo que quería decir al presidente: “Las políticas contra la comunidad LGTB provocan muertes”.
Nikos Giannopoulos, un profesor de educación especial en el Beacon Charter High School for the Arts, en Woonsocket, visitó la Casa Blanca en abril con otros profesores galardonados. Esta semana, Giannopoulos subió a su página de Facebook una fotografía en la que aparece junto a un sonriente Trump, sentado en su escritorio, y junto a la primera dama Melania Trump, que aparece de pie. Giannopoulos lleva un lazo arcoiris y agita un abanico negro de encaje.
El viernes, la imagen se había compartido miles de veces. El post incluía tres emoticonos del arcoíris y afirmaba: “El profesor del año 2017 de Rhode Island se reúne con el 45º presidente de Estados Unidos. Eso es todo”.
Aun así, en un post en su página publicado el 29 de abril, tan solo tres días después de la visita de la Casa Blanca, Giannopoulos entró en más detalles sobre el encuentro. Sus comentarios se hicieron eco de informaciones en la prensa nacional sobre la insatisfacción entre los profesores y sus familias con la forma en que la Casa Blanca había organizado la visita.
“El miércoles [26 de abril], cuando conocí al presidente... no sabía qué esperar”, escribió. “El hombre sentado en el escritorio leyó comentarios preparados de un papel e hizo algunos comentarios sobre consejeros delegados y cuyos estados 'amaba' en base a los votos que se había asegurado. No se levantó de su silla para presentar a la profesora del año a nivel nacional — Sydney Chafee, de Massachusetts— y con su merecido premio ni siquiera le permitió hablar”, añadió. “Tras una breve sesión de fotos, nos sacaron del Ala Oeste y estábamos de nuevo en las calles de DC”.
Trump hizo campaña como amigo de los votantes LGTB y una vez en el cargo no ha buscado ningún cambio respecto a la sentencia del Tribunal Supremo de 2015 que legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo y a la que se oponen muchos conservadores.
Sin embargo, los activistas LGTB miran con escepticismo a algunas figuras intransigentes del Gobierno de Trump, incluido el vicepresidente Mike Pence y el fiscal general Jeff Sessions. La Administración ha implementado cambios en regulaciones y protecciones, particularmente en educación, que han dejado a muchos activistas temiendo “una muerte lenta y dolorosa”.
El presupuesto propuesto por Trump incluía un gran recorte en el gasto de educación, y su elección por la secretaria de Educación Betsy DeVos, una multimillonaria muy conservadora y defensora de la educación privada, ha desencadenado una oposición generalizada.
En Facebook, Giannopoulos escribió que llevó el lazo para representar su “gratitud por la comunidad LGTB” y llevó el abanico “para celebrar la alegría y la libertad de no tener que responder a los roles de género impuestos”.
“Enorgullecerse de la identidad queer significa rechazar la vergüenza que se nos impone de una sociedad hostil. Significa abrirte a una vida de críticas y desacuerdos, pero sabiendo que merece la pena vivir de una forma auténtica”, explicó el profesor en la red social.
Sobre la visita en la Casa Blanca, añadió: “En años anteriores, se daba la oportunidad a cada uno de los profesores del año de los diferentes estados de hablar con el presidente durante unos minutos. “Si me hubiesen dado la oportunidad, le hubiese dicho que el orgullo que yo siento como estadounidense viene de mi libertad para ser honesto sobre quién soy y a quién amo. Le hubiese dicho que las vidas queer importan y que las políticas contra la comunidad LGTB provocan muertes”.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti
Dimisión en cadena en el Consejo Asesor sobre VIH-Sida por “la falta de interés” de Trump.
Seis expertos afirman que la política del presidente dañará a los enfermos y frenará los avances contra el virus.
La acusación es grave. Seis expertos del Consejo Asesor Presidencial sobre VIH-Sida han presentado su dimisión por “la falta de interés” de Donald Trump en la lucha contra el virus. En su escrito de renuncia, argumentan que el presidente no solo carece de estrategia en este campo, sino que ha impulsado legislación que “dañará a las personas que conviven con el VIH y que frenará importantes avances logrados”. En EE UU hay registradas más de 1,1 millones de personas con el VIH y cada año se diagnostican 40.000 casos.
“Hemos dedicado nuestra vida a combatir la enfermedad, y ahora sentimos que no podemos hacerlo dentro de un consejo al que el presidente simplemente no hace caso”, señala la carta de dimisión, encabezada por Scott A. Schoettes, director de Lambda Legal, una de las asociaciones más activas de EE UU en la reivindicación de los derechos de homosexuales y portadores del virus.
Este consejo, en el que permanecen otros 15 integrantes, fue creado en 1995 por el presidente Bill Clinton para asesorarle en el combate contra el VIH. Desde entonces ha sido un organismo clave en el diseño de las políticas sanitarias, y sirvió a Barack Obama en el desarrollo de su estrategia para reducir infecciones y aumentar la dispensación de fármacos.
La relación de este comité con Trump nunca ha sido buena. Como candidato, según el escrito, se negó a recibirles; nada más alcanzar la Casa Blanca cerró la web de la Oficina Nacional del Sida, y a estas alturas, aún no ha nombrado a su responsable político. Pero la gota que colmó el vaso de los dimisionarios ha sido el intento de Trump de desmantelar la reforma sanitaria de Obama y recortar las coberturas. Una iniciativa que aún tiene que pasar el filtro del Senado.
“Es una medida particularmente devastadora para aquellos que conviven con el VIH. El 40% de quienes reciben medicación lo hacen a través del actual sistema, los recortes serán extremadamente dañinos. Nos encontraremos a gente infectada en una epidemia incontrolada”, afirma el texto. Los firmantes piden la intervención del Congreso para frenar el retroceso. “Cuando se toman decisiones sanitarias, deben estar presentes expertos que aporten hechos reales basados en la ciencia. No se trata de una cuestión de partido”, remachan.
La Casa Blanca negó las acusaciones y destacó la atención que Trump presta a todo lo concerniente a la lucha contra el VIH. “El presidente tiene un interés tremendo en todo ello”, indicó el portavoz oficial, Sean Spicer.
En su propuesta de presupuesto, Trump reduce en 1.230 millones de dólares (18%) los fondos para la investigación de los prestigiosos Institutos Nacionales de Salud y retira 300 millones (6%) de la ayuda exterior al sida. Un programa que recae en los niños y embarazadas de los países más pobres de África.
J.M. AHRENS