Seguramente es señorita por las orejas, jajaj
La escritora Zoé Valdés arremete contra la reguetonera cubana Señorita Dayana
Me han enviado un video de una tiparraca reguetonera kubanoide que ha tirado -cual dados de un cubilete- unas lagrimitas en un programa de televisión mayamero porque le tocaron el tema de la política, y -según ella, haciéndose la finolis- a lo que ella iba era a hablar de música.
Primero: No creo para nada en las lagrimitas de cocodrileja de esta tiparraca, que se niega a hablar de política en Miami, pero que en Cuba le lame las botas y lo que se tercie a Malanga y su puestoe’vianda con tal de que le renueven el pasaporte.
Segundo, ¿qué sabrá esta payaseja de lo que es la música? Un respeto con la música, por favor.
Tercero: La culpa no la tiene la tiparraca, que en definitiva no es nadie, no es más que una kubanoide reguetonera de baja estofa y de una pésima sensibilidad como ser “humalo”. La culpa la tienen los que invitan a este tipo de gentuza a la televisión. Pero, qué más se le puede pedir a los energúmenos de la Caja Tonta Que Eructa, igual de vomitiva que la de Cuba, para que no ocurra este tipo de papelazo. Porque la que ha hecho un tremendo ridículo es la presentadora María Laria y compañía, quienes además la trataron como si esta imbécil fuera la Callas o Bernardette Peters. Yo le hubiera dado una buena patada por las nalgas desde el primer momento en que se negó a opinar y de un jalón de moño la hubiera puesto de patitas en el aeropuerto de vuelta a Aquella Cagarreta, la Ínsula de Cagonia.
¿Algún mitin de repudio de la Vendedora de carne podrida y algún videíto de la Culoe’plastilina cuatro ojos y de su marido el Narrón Patriótico?