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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 18/09/2017 12:38 |
"EL VETO DE TRUMP A LOS TRANSEXUALES EN EL EJÉRCITO
PODRÍA EXTENDERSE A OTRAS PROFESIONES COMO MÉDICOS Y PROFESORES"
SHANE ORTEGA FUE EL PRIMER SOLDADO NORTEAMERICANO ABIERTAMENTES
TRANSEXUAL, REALIZÓ EL CAMBIO DE SEXO MIENTRAS TRABAJABA EN LAS FUERZAS ARMADAS
Por Laura Galaup - Eldiario Shane Ortega abandonó las Fuerzas Armadas de Estados Unidos el año pasado. Tras 11 años sirviendo, primero en el Ejército y luego en la Armada, en 2015 se convirtió en el primer soldado norteamericano abiertamente transexual después de que el Washington Post publicase su historia.
Ahora retirado, es una de las voces que hablan más alto tras la decisión comunicada este verano por el presidente estadounidense, Donald Trump, de vetar a los transexuales en el servicio militar. "Creo que no afecta solo a los miembros del servicio militar, también a la sociedad americana", explica desde California, en conversación telefónica con eldiario.es.
Tras decisiones contra el colectivo LGTBI, como la de revocar que los alumnos transexuales puedan elegir baño en el colegio en función del género con el que se identifican, Ortega teme que la prohibición anunciada por Trump se expanda a otros colectivos. "No me sorprendería. Se ha atrevido a cargar contra miembros de las Fuerzas Armadas, un trabajo que aquí está muy valorado. Esta decisión abre la puerta a que si no le gustan los profesores transexuales, les pueda quitar sus trabajos. Se puede extender a otras profesiones, doctores y enfermeras podrían ser los próximos", reseña.
El presidente de Estados Unidos anunció este verano en Twitter esta polémica decisión. "Nuestras Fuerzas Armadas deben centrarse en la victoria decisiva y arrolladora, y no pueden ser lastradas con los enormes costes médicos y la perturbación que implicarían los transexuales", argumentó Trump.
Contra ella cargaron colectivos LGTBI y entidades en defensa de los Derechos Humanos, han llegado a presentar una denuncia para evitar que este cambio legislativo que está estudiando actualmente el Pentágono sea una realidad el año que viene. Aunque las críticas también llegan de altos mandos de las Fuerzas Armadas.
En un comunicado ratificado por 56 generales se quejaban porque si definitivamente se aplicase esta normativa se "comprometería" tanto la integridad de las tropas transexuales, "ya que se les forzaría a vivir una mentira", apuntan. Aunque también protestaban porque "se comprometería a sus compañeros" ya que deberían escoger "entre denunciar a sus camaradas o desobedecer" la legislación.
La decisión de Trump suponía una vez más, una oposición directa a una normativa del Gobierno de Obama que abrió "con efecto inmediato" las Fuerzas Armadas a los transexuales el año pasado. Esta regulación conllevaba que el reclutamiento de forma abierta a miembros de este colectivo iba a comenzar en julio del 2017, el Ejecutivo actual lo ha pospuesto a enero del 2018 a la espera de revisar la legislación de su antecesor.
"No me ha sorprendido este anuncio de Trump. Creo que tiene un plan para cargar contra todo lo que hizo Obama, va a seguir yendo contra las minorías. ¿Qué va a pasar con los miembros LGB (lesbianas, gais y bisexuales)? ¿se van a tener que marchar también? Va contra las minorías", apunta Ortega.
Este joven de 30 años comenzó el servicio militar con el género que le asignaron al nacer y realizó la transición de cambio de sexo mientras trabajaba en las Fuerzas Armadas.
Antes de tomar esta decisión se estudió la normativa, vio que el único obstáculo en el que se impedía a este colectivo formar parte del servicio militar era el proceso de admisión. Una vez dentro no existía una normativa que amparase su despido si comenzaba su transición. En los cuadros castrenses imperaba la política ' don´t ask, don´t tell' (no preguntes, no cuentes).
Sin embargo, nunca le llegaron a reconocer el género con el que se identificaba. A pesar de esta situación, asegura que en el día a día con sus compañeros no fue víctima de transfobia. "Nunca sufrí una discriminación terrible hasta los dos últimos años en los que empecé con el papeleo, las cosas se complicaron cuando comencé con la documentación legal y política", apunta.
En su etapa final comenzó una batalla administrativa porque el rechazo al género con el que se identificaba llegó a impedirle volar cuando trabajaba como piloto de helicópteros o no le facilitasen un uniforme masculino. Se terminó retirando por una baja médica.
Tras años alzando la voz peleando por la visibilidad de este colectivo, tanto dentro como fuera del Ejército, una vez que abandonó su puesto dedica todo su tiempo al activismo. Con el anuncio de Trump, su teléfono no para de sonar para atender tanto a prensa nacional e internacional como a soldados transexuales que tienen muchas dudas sobre su futuro.
Entre 1.300 y 6.600 transexuales afectados Según un informe encargado por el Pentágono, el número de transexuales que sirven en las Fuerzas Armadas oscilaba en 2016 entre 1.300 y 6.600 dentro de un total de 1,3 millones de integrantes del cuerpo militar. Los miembros de este colectivo se sienten "traicionados" por el presidente de EEUU. "Han dado todo por el país, su trabajo les quita mucho tiempo que podrían estar compartiendo con sus familias, se han sometido a la disciplina de las Fuerzas Armadas y ahora están desesperanzados", relata. No saben en qué condiciones se va a producir el despido. "Pierden los beneficios educativos o sanitarios. Ellos y sus familias".
Trump basó su veto en dos motivos, aludió a que los miembros transexuales "perturban" al Ejército y a que el presupuesto del Departamento de Defensa "no puede ser lastrado por los enormes costes médicos" de este colectivo. Ortega rechaza los dos argumentos. Por un lado, desmiente que estos miembros alteren el funcionamiento de las Fuerzas Armadas. "Tanto los superiores como la administración entiende el tránsito como un conflicto personal y no como un problema humano que afecta a la comunidad", apunta.
Sobre el presupuesto sanitario, estima que para las arcas públicas el tratamiento médico de todo el colectivo militar supone cuatro millones de dólares al año. "El helicóptero con el que estuve volando costó 35 millones y seis el equipamiento. Las Fuerzas Armadas se gasta mucho dinero en cosas estúpidas", continúa.
Esta decisión puede no solo repercutir en estos miembros, Ortega cree que también peligran los tratamientos de familiares de militares: "¿Qué va a pasar con la cobertura sanitaria de miembros que tienen un niño o una pareja transexuales? Si implementan la normativa también se quedan sin el tratamiento sanitario que necesitan".
WAOO TREMENDO CUERPO QUE TIENE
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Shane Ortega: La batalla del primer soldado abiertamente transexual del ejército de EE.UU.
Shane Ortega inició su transición para asumir su identidad de hombre en 2011.
JAIME GONZÁLEZ - BBC Alegría y cautela. Así describe el sargento Shane Ortega lo que sintió cuando hace unos días el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, anunció los planes del Pentágono para acabar con la prohibición que impide que las personas transexuales puedan servir en el ejército. Ortega, considerado el primer soldado abiertamente transexual de la armada estadounidense, lleva años abogando por el fin de una política discriminatoria que hace que los militares deban abandonar su carrera por vivir de acuerdo su verdadera identidad de género En la última década Ortega ha estado estacionado dos veces en Irak y una en Afganistán. Las dos primeras como mujer y la tercera como hombre, el género con el que se identifica. En 2011 el ejército de EE.UU. revocó la política conocida como "Don't Ask, Don't Tell" (No preguntes, no digas), que impedía servir a las personas que fueran abiertamente homosexuales. Los transexuales quedaron fuera de esos cambios y en la actualidad pueden ser dados de baja al considerarse que padecen un trastorno psicológico. Shane Ortega -quien en la actualidad trabaja como jefe de equipo de helicópteros en la 25º División de Infantería del ejército estadounidense en Hawái- asegura que ha sido afortunado, ya que pese a haber iniciado su transición para convertirse en hombre en 2011, sus superiores no cuestionaron su habilidad para servir.
"Como un soldado más" "Me alegra pero al mismo tiempo lo vivo con cautela, ya que el que hayan anunciado la revisión de nuestro estatus no significa que las cosas ya hayan cambiando", explica Ortega sobre la decisión del Pentágono de crear un grupo de trabajo cuya misión es establecer en los próximos seis meses la ruta para la integración de los transexuales en el ejército de EE.UU. En los registros oficiales del ejército estadounidense Ortega todavía aparece como mujer y en ocasiones se ve obligado a llevar un uniforme femenino, que le resulta muy incómodo dada su fuerte complexión, fruto de su afición al culturismo.
"Por el momento las cosas siguen igual y nuestros superiores todavía pueden discriminar a los soldados transexuales", señala en conversación con BBC Mundo el joven de 28 años nacido en Maryland, cuyos padres también sirvieron en el ejército. "En 2011 decidí que estaba listo para hacer la transición, ya que contaba con los medios para poder costearme el tratamiento. Necesitaba ser yo mismo y a esas alturas, con 22 o 23 años, ya sabía quien era", explica Ortega, quien inició un tratamiento con testosterona con el conocimiento del personal médico militar. "Tuve suerte porque siempre he sido muy trabajador. Siempre he creído en que tienes que trabajar mucho como para que tu jefe no te pueda preguntar qué mas puedes hacer. Ese ha sido mi caso".
Ortega se reunió con miembros del Senado estadounidense y con personal del Pentágono y de la Casa Blanca. Asegura que, salvo algunas excepciones, ha recibido un buen trato de sus compañeros hombres, con los que compartió tienda de campaña cuando estuvo sirviendo en Irak y Afganistán, "como un soldado más". Somos profesionales haciendo nuestro trabajo, teníamos que compartir las duchas y no había ningún problema", explica.
Trabajo por hacer Shane Ortega Ortega cree que "la visibilidad que tienen los transexuales en la actualidad es increíble", aunque "todavía queda mucho trabajo por hacer”. Considera que, dada la atención que los medios están prestando a su caso, tiene la responsabilidad de abogar para acabar con la discriminación, algo que lleva haciendo desde hace años. Recientemente estuvo en Washington DC, donde se reunió con miembros del Senado estadounidense y con personal del Pentágono y de la Casa Blanca. Igual que Ortega, desde la Asociación de Veteranos Transexuales Estadounidenses (TAVA, por sus siglas en inglés) valoran positivamente el que, en un futuro próximo, los transexuales puedan servir abiertamente en el ejército de EE.UU. "Ahora los transexuales podrán centrarse en servir y no en sobrevivir. Podrán hacer su trabajo lo mejor que puedan en vez de tener que preocuparse por salvar sus carreras y ocultar quiénes son realmente", asegura en conversación con BBC Mundo Denny Meyer, portavoz de TAVA. "Algunas estadísticas señalan que en la actualidad hay más de 15.000 transexuales en el ejército. No permitirles que muestren quienes son realmente es algo terrible", apunta Meyer, quien celebra que se vaya a poner al estigma que supone ser dado de baja del ejército por ser transexual, "algo que marca de por vida".
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