Page principale  |  Contacte  

Adresse mail:

Mot de Passe:

Enrégistrer maintenant!

Mot de passe oublié?

Cuba Eterna
 
Nouveautés
  Rejoindre maintenant
  Rubrique de messages 
  Galérie des images 
 Archives et documents 
 Recherches et tests 
  Liste de participants
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Outils
 
General: DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA- 01/12/2016
Choisir un autre rubrique de messages
Thème précédent  Thème suivant
Réponse  Message 1 de 6 de ce thème 
De: cubanet201  (message original) Envoyé: 01/12/2016 07:14
89212.gif (60×98)sida.jpg (620×350)89212.gif (60×98)
DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA
1 de diciembre de 2016
En el mundo entero se hace hoy un alto para reflexionar acerca de esta pandemia en la que se ha avanzado tanto como tanto falta por hacer.

Cada 1 de diciembre, Día Mundial del SIDA, personas de todo el mundo aúnan esfuerzos para generar una mayor conciencia de lo que supone el VIH/SIDA y mostrar solidaridad internacional ante la pandemia. Este evento brinda a todos los copartícipes, tanto públicos como privados, una de las más oportunidades más claras para dar a conocer la situación e impulsar avances en materia de prevención, tratamiento y atención a los afectados en los países con elevada prevalencia y también en el resto del mundo.

La OMS pretende que para 2030 el VIH pueda ser retirado del mapa de las epidemis. Para ello será necesario que el 90% de los infectados se encuentren detectados, que el 90% de estos esté bajo tratamiento y que el 90% haya logrado que el virus no sea detectable en el organismo.

Difícil pero no imposible. La humanidad, aún con errores, trabaja en el sentido correcto.

Declaración de Michel Sidibém - Director ejecutivo de ONUSIDA
    Secretario general adjunto de las Naciones Unidas.
 
Hoy conmemoramos el Día Mundial del Sida: expresamos nuestra solidaridad con los 78 millones de personas que han contraído la infección por el VIH y recordamos a los 35 millones que han muerto a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde que aparecieron los primeros casos.

El mundo se ha comprometido a acabar con la epidemia de sida para el año 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y  podemos ver que los diferentes países se están sumando a los objetivos de acción acelerada: más de 18 de millones de personas están siguiendo un tratamiento contra el VIH, y muchas naciones están en vías de eliminar casi por completo la transmisión maternoinfantil del VIH.

Estamos ganando la batalla contra la epidemia de sida, pero no vemos esos avances en todas partes. El número de nuevas infecciones por el VIH no se está reduciendo entre la población adulta, y las mujeres jóvenes corren un riesgo mayor de contraer la infección por el VIH.
 
Sabemos que para las niñas del África subsahariana, la transición a la edad adulta es un periodo especialmente peligroso. Las mujeres jóvenes se enfrentan a una amenaza triple: un alto riesgo de infección por el VIH, bajos índices de pruebas del VIH y un escaso cumplimiento del tratamiento contra el VIH.
 
Las coinfecciones que sufren las personas que viven con el VIH, como la tuberculosis, el cáncer de cuello de útero y la hepatitis C amenazan con hacer que no pueda alcanzarse el objetivo de reducir las muertes relacionadas con el sida a menos de 500 000 para el año 2020. La tuberculosis causó alrededor de un tercio de las muertes relacionadas con el sida en el año 2015, y las mujeres que viven con el VIH tienen un riesgo entre cuatro y cinco veces mayor de desarrollar cáncer de cuello de útero. Sacar al sida del aislamiento sigue siendo indispensable si el mundo quiere alcanzar el objetivo establecido para el año 2020.
 
Con el acceso al tratamiento, las personas que viven con el VIH viven más. Invertir en tratamientos está dando frutos. No obstante, las personas de más de 50 años que viven con el VIH, entre ellas también la gente que está en tratamiento, presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles asociadas a la edad, lo que afecta al avance del VIH.
 
La epidemia de sida sigue vigente, pero podemos ponerle fin si centramos nuestros esfuerzos en garantizar las necesidades individuales en etapas concretas de la vida. Independientemente de nuestra situación particular, todos necesitamos acceder a los medios para protegernos del VIH y a medicamentos antirretrovíricos en caso de que los necesitemos. Un enfoque durante todo el ciclo vital ante el VIH que ofrezca soluciones para todos, en todas las fases de la vida, puede servir para dar respuesta a las complejidades del VIH. Los riesgos y desafíos relacionados con el VIH cambian durante el curso de la vida de las personas, lo que subraya la necesidad de adaptar la prevención del VIH y las estrategias de tratamiento desde el nacimiento hasta la tercera edad.
 
Los logros que hemos conseguido hasta ahora nos dan esperanza para el futuro, pero no debemos conformarnos. No hemos acabado con el sida aún, pero podemos hacerlo. Este es el momento de seguir adelante juntos para garantizar que todos los niños nazcan libres del VIH, que los jóvenes y adultos crezcan libres de la enfermedad y que toda la población pueda acceder al tratamiento con este fin.
 
ONUSIDA
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

HOJA INFORMATIVA, NOVIEMBRE DE 2016
ESTADÍSTICAS MUNDIALES
 
18.2 millones [16.1 millones–19.0 millones] de personas tuvieron acceso a la terapia antirretrovírica (junio de 2016)

36,7 millones [34 millones–39,8 millones] de personas en todo el mundo vivían con el VIH (final de 2015)

2,1 millones [1,8 millones–2,4 millones] de personas contrajeron la infección por el VIH (final de 2015)

1,1 millones [940 000–1,3 millones] de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida (final de 2015)

78 millones [69,5 millones–87,6 millones] de personas han contraído la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia (final de 2015)

35 millones [29,6–40,8 millones] de personas han fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia (final de 2015)

Personas que viven con el VIH
En 2015, 36,7 millones [34 millones–39,8 millones] de personas vivían con el VIH.

Personas que viven con el VIH con acceso a la terapia antirretrovírica
A la fecha de junio de 2016, 18.2 millones [16.1 millones–19.0 millones] de personas que vivían con el VIH tuvieron acceso a la terapia antirretrovírica; en junio de 2015, la cifra alcanzaba los
 
15,8 millones y, en 2010, los 7,5 millones.

Cerca del 46% [43%–50%] de todos los adultos que vivían con el VIH tuvo acceso al tratamiento en 2015.

Cerca del 77% [69%–86%] de las embarazadas que vivían con el VIH tuvo acceso a medicamentos antirretrovíricos en 2015 para prevenir la transmisión del VIH a sus bebés.

Nuevas infecciones por el VIH
En 2015, 2,1 millones [1,8 millones–2,4 millones] de personas contrajeron la infección por el VIH en todo el mundo.

Los casos de nuevas infecciones en niños han descendido en un 50% desde 2010.

A nivel mundial, 150 000 [110 000–190 000] niños contrajeron la infección por el VIH en 2015, una cifra inferior a la de 2010, con 290 000 [250 000–350 000] nuevos casos.

Desde el 2010 no han habido reducciones en nuevas infecciones por el HIV en adultos.

Cada año desde el 2010, cerca de 1,9 millones [1,9 milliones–2,2 milliones] de adultos contrajeron la infección por el HIV.

Muertes relacionadas con el sida
Las muertes relacionadas con el sida han disminuido en un 45% desde las máximas registradas en 2005.

En 2015, 1,1 millones [940 000–1,3 millones] de personas en todo el mundo fallecieron por causas relacionadas con el sida, en comparación con los datos registrados en 2005, con 2 millones [1,7 millones–2,3 millones] de muertes.

Tuberculosis y VIH
La cifra de muertes relacionadas con la tuberculosis en personas que viven con el VIH ha disminuido en un 32% desde 2004.

La tuberculosis continúa siendo la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH; aproximadamente, una de cada tres muertes relacionadas con el sida se deben a dicha enfermedad.

En 2014, el porcentaje de pacientes con tuberculosis VIH-positivos que empezaron o continuaron la terapia antirretrovírica alcanzó el 77%.

Inversiones
Se estima que, a finales de 2015, se habían invertido 19 000 millones de dólares estadounidenses en la respuesta al sida en países de ingresos medios y bajos (entre los que no se incluyen aquellos que han pasado a formar parte recientemente de las categorías de ingresos altos).

Los recursos nacionales representaron un 57% del total de los recursos destinados al VIH en 2015 en dichos países.

Las últimas estimaciones de ONUSIDA indican que se necesitarán 26 200 millones de dólares estadounidenses para la respuesta al sida en 2020, y 23 900 millones en 2030.
 
Fuente ONUSIDA


Premier  Précédent  2 à 6 de 6  Suivant   Dernier  
Réponse  Message 2 de 6 de ce thème 
De: cubanet201 Envoyé: 01/12/2016 07:17


Réponse  Message 3 de 6 de ce thème 
De: cubanodelmundo Envoyé: 01/12/2016 16:53
89212.gif (60×98)tu_comentario_es_valioso.jpg (432×76)89212.gif (60×98)
 'Mentiras y mitos sobre el SIDA que debes conocer'
1. La gran diferencia entre el SIDA y el VIH
Estar infectado con el VIH no te asegura que vayas a desarrollar el SIDA. Y con los tratamientos de hoy en día, una persona con VIH puede vivir de una forma tranquila y saludable. Cuando se desarrolla el SIDA, el sistema inmunológico se deteriora y es entonces cuando tienen lugar enfermedades provocadas por esa falta de defensas.  Sea como sea, hay que aprender a diferenciar el VIH del SIDA y tener bien claro que todos somos personas.

2. El SIDA no es una enfermedad gay
Ya hemos aclarado muchas veces que el SIDA, ni ninguna enfermedad, es exclusiva de una orientación sexual. Es un burdo invento de los más homófobos para intentar convencer a los más ingenuos de que si eres homosexual, vas a infectarte con VIH solo por practicar sexo con hombres. Es muy importante recalcar que los heterosexuales y bisexuales también pueden contagiarse, y no solo mediante el sexo homosexual. Cada año, muchísimas parejas heterosexuales se contagian de VIH, y en varios casos se sorprenden de ello, creyendo que a ellos no les podría pasar.

3. Confusión sobre el contagio del virus
Las relaciones sexuales sin protección son la primera causa de contagio del VIH, pero también hay otras forma, como por ejemplo compartir agujas (de un tatuaje, por ejemplo). No hay que obsesionarse con ello pero sí tomárselo en serio. Una pareja de no infectado + infectado pueden vivir juntos y mantener una vida tranquila y normal sin peligro de contagio si tienen cuidado en su día a día.

4. No nos hemos de preocupar por el VIH
¿Sabías que 600 niños al día se contagian con el VIH? Una cosa es que la medicina haya avanzado tanto como para poder asegurar un nivel de vida bueno y saludable y otra es que volvamos atrás en el tiempo y practiquemos sexo sin protección. Como decimos siempre, cuando te acuestas con alguien sin protección, te estás acostando con todas sus parejas sexuales y llevándote todo lo que ellos tuvieran. Es muy importante tomarse esto en serio. Practica todo el sexo que quieras, es de lo mejor que hay en la vida, pero hazlo con cabeza, porque tu salud va en ello. Por mucha confianza que haya, no cuesta nada hacerse unas analíticas y acercarte al checkpoint más cercano donde te lo pondrán fácil para hacerte la prueba del VIH.

5. Tener el VIH significa vivir menos años
Mentira. Como ya te hemos contado, el tratamiento para las personas infectadas con VIH ha avanzado mucho, y aunque aún no exista la cura, los tratamientos son muy saludables para las personas infectadas y les permite llevar un estilo de vida normal  y sin problemas.

ponte_el_condom.jpg (899×601)


Réponse  Message 4 de 6 de ce thème 
De: administrador2 Envoyé: 01/12/2016 17:38
"Tengo el VIH y no quiero mantenerlo en secreto"

tengo-el-vih-y-no-quiero-mantenerlo-en-secreto-546-body-image-1442850543.jpg (960×720)
Miguel Caballero junto a su marido Rudolf, con el que lleva nueve años
Por Sabina Urraca | España
Sólo conozco a Miguel Caballero de Facebook. Sé de él lo que veo a través de la ventanita fisgona del ordenador. Sé que es español pero vive en Nueva York, sé que prepara su tesis y da clases en Princeton (el culmen de lo que parece ser una fulgurante carrera profesional). Sé que es guapo, rubio, alto. Sé que tiene un marido despampanante con el que lleva nueve años. Sé que viaja mucho, que tiene muchos amigos, que sonríe en casi todas las fotos.
  
Un día, hace unos meses, Miguel subió un post que mostraba la foto de una pastilla azul decia así:
  
"¿Cómo es la vida de una persona VIH POS hoy?
La parte médica es sencilla: una pastilla al día, con muy pocos o ningún efecto secundario. A mediados de los 90 eran entre 16 y 18 pastillas varias veces al día, con muchos efectos secundarios. Ahora es sólo una.
  
Una como esta mía de la foto. Además de ir al médico para revisiones cada 3-4 meses. Entonces, si es sencillo, ¿por qué ni siquiera el 50% de las personas VIH POS en Estados Unidos están en tratamiento? Dos razones: mentales y sociales".
  
tengo-el-vih-y-no-quiero-mantenerlo-en-secreto-546-body-image-1442850394_960.jpg (960×720)
 
Dudé, leí y releí el texto, pero lo decía claramente: "Una pastilla como esta MÍA de la foto". Tardé un rato en comprender que sí, que lo que estaba leyendo era una salida del armario del VIH en redes sociales. Quedé profundamente impresionada ante tal muestra de arrojo y valentía. Pero, al final de todo ese asombro, había sofocos de señora sorprendida ante la ruptura de un estereotipo. Llevaba un par de años topándome en Facebook con la vida de Miguel, y me parecía, por qué no decirlo, la encarnación del sueño americano.
 
Tírenme piedras si quieren. Supongo que, aunque intentemos borrarla avergonzados, aún planea sobre nuestras mentes la idea del yonqui sidoso, de las jeringuillas tiradas en el parque, de Tom Hanks en Philadelphia, del miedo a la enfermedad latiendo ahí, a veces lejos y a veces cerca, durante los años de mayor promiscuidad, enfermedad de la que parecía que todos -¿todos?- habíamos salido librados. Salíamos de la caravana de Madrid Positivo con nuestros resultados negativos en la mano e íbamos a tomarnos unas cañas. El modelo de persona con VIH, en la mayoría de las cabezas españolas, quedó anclado a un personaje desconocido que contrajo el virus en los 80 y ahora pide en el metro con un cartel en el que lo anuncia, para terror de la mitad del vagón, que aparta la mirada con incomodidad y susto.
 
A los pocos días, espiando la vida y milagros de un recién estrenado amigo facebookiano argentino, Lucas 'Fauno' Gutiérrez, vi una foto suya en la que alzaba los brazos y miraba al frente con firmeza, luciendo una camiseta en la que ponía bien claro: TENGO VIH. De nuevo la sorpresa. Recordé tener 22 años e ir en moto con un amigo a hacernos las pruebas. Iba muy asustada. Uno siempre se inquieta. Siempre puede ser. Dimos negativo y seguimos viviendo en nuestro mundo ideal en el que nadie tenía VIH, en el que casi todos follábamos sin condón de vez en cuando, como si estuviéramos protegidos por nuestra juventud y nuestras ganas de fiesta. Nunca nadie se lo espera.
 
Mi diagnóstico del VIH -dice Miguel- fue absolutamente inesperado. Cuando uno es gay y sexualmente activo, hacerte el test de STD es una rutina (o debería serlo), y esta vez también me lo hice por absoluta rutina. No tenía la menor duda de que iba a salir negativo, pero salió positivo. El shock fue considerable. Lo primero que hice fue volver a casa y contarle a mi marido, para que él se hiciera el test inmediatamente. Tenemos una pareja abierta, pero sólo practicamos sexo sin protección el uno con el otro. Yo pensaba que me había contagiado él, no por culparlo ni por nada, sino porque era el único que podría haber sido. Fuimos y salió negativo. Meses después él continúa siendo negativo".
 
¿Qué sucede después del diagnóstico VIH positivo? La búsqueda de un porqué, el intento de hacer memoria y llegar mentalmente al momento del contagio, el llamar a las personas con las que ha habido contacto sexual de riesgo desde el último negativo (en EE.UU., concretamente, hay una ley que obliga a llevar a cabo este último punto). Y la pregunta: ¿Y ahora qué? ¿Cómo sigue mi vida? Lucas se queja de un vacío en este aspecto: "Nos bombardean con folletos de preservativos, se habla a las personas negativas para que no se infecten, pero nunca se le cuenta a un positivo como seguirá su vida o a un pariente/amigo/pareja de un positivo para explicarle cómo apoyar y acompañar. El VIH es un virus, la falta de compromiso del Estado y la gente es un flagelo".
 
Cierto es que las campañas sanitarias se centran en la prevención, pero nunca ofrecen modelos a seguir en caso de un diagnóstico positivo de VIH. Conocemos el peligro, conocemos los métodos de prevención, pero, en caso de dar positivo, lo que vemos ante nosotros es un vacío absoluto, un páramo de desinformación y terrores infundados por los estereotipos. Miguel está de acuerdo: "Es como si dentro del mismo activismo del VIH/Sida no quisieran que contemos que nuestra vida es completamente normal, que no estamos enfermos (es decir, no tenemos ningún problema físico que nos limite a desarrollar nuestra vida laboral o privada, sí tenemos una condición crónica que hay que controlar) porque se supone que provoca un efecto llamada, en plan: "Hey, follen a pelo, que si se contagian van a vivir tan ricamente". Me parece cruel que las personas con VIH no podamos contar libremente nuestra historia, como si cargáramos con un pecado capital y nuestra vida tuviera que estar regida por la vergüenza".
 
Actualmente, en cuanto se investiga un poco con respecto a la medicación para el VIH, surge un nombre: Truvada. Hace poco sacamos en VICE un artículo sobre este medicamento. La Truvada es un tratamiento utilizado en personas infectadas por el VIH que impide que el virus se replique, y consigue que la carga viral del cuerpo se reduzca hasta niveles indetectables. Esto significa que el paciente lleva una vida normal, como si prácticamente no tuviese la enfermedad, aunque siga teniéndola de manera crónica, pues no puede eliminar el virus totalmente del cuerpo. Además, es el primer medicamento eficiente para la profilaxis pre-exposición (PrEP). Es precisamente lo que toma Rudolf, el marido de Miguel. Pero hay que tener en cuenta que la Truvada sólo protege del VIH, no de otras enfermedades de transmisión sexual, así que se recomienda seguir ese tratamiento en conjunción con el uso del condón. "En Estados Unidos -cuenta Miguel- lo llaman TasP (Treatment as Prevention), o sea, que mientras yo tome mi tratamiento la probabilidad de que yo transmita el virus a alguien es mínima, virtualmente cero. ¿Qué quiere decir virtualmente? Pues que a día de hoy, con Truvada y TASP, no hay casos registrados de infección. Lo dejan en "virtual" porque siempre salen casos que son excepciones a la regla, pero aún no se ha producido".
 
Así que de pronto, ¡oh, sorpresa!, desaparece una de las afiladas lanzas que pendían sobre las cabezas de las personas con VIH: el fin de la vida sexual. Aún sin haber cumplido los 30 y recién diagnosticado, una de las cosas que más preocupó a Miguel es si volvería a tener vida sexual: "Sabía que no me iba a morir y que la calidad de vida era bastante normal, pero me aterraba la idea de contagiar a alguien y que mi apetito sexual se evaporase. La simple idea de que yo pudiera contagiar a mi marido me hacía muy difícil incluso tener una erección. Me aterraba. Es un proceso de aceptación por el que uno pasa y por el que sigo pasando, pero lo cierto es que la vida sexual puede ser completamente normal. Esta es la realidad de hoy; algunos no quieren que la cuente por lo del efecto llamada, otros no se lo creen porque siguen viviendo en los 80 y en el miedo".
 
Aunque los nuevos métodos tienen, cómo no, sus detractores. ¿Estrategia farmacéutica? ¿Excusa perfecta para una mayor laxitud en la prevención de las ETS? Lucas pone ciertas pegas a esta medicación: "Considero que clínicamente y en situaciones particulares es una droga que tiene un uso efectivo. Ahora bien, si lo vamos a pensar como preventivo, me parece una solución burguesa para el miedo de las personas que pueden pagarlo. Puede ser una solución que apoyo mucho en situaciones en las que la pareja sea serodiscordante (es decir, que uno de ellos sea VIH positivo, y el otro negativo) y el uso preventivo acompañado de un seguimiento profesional médico. El problema es: ¿Llega esta medicación preventiva a poblaciones como las prostitutas, las chicas trans o demás poblaciones expuestas? Poco. Sólo llegan a gays ABC1 con preservativofobia. Avalo mucho la PrEP como uso conciente, no como excusa para dejar de cuidarse. Tiene que servir no sólo para que los negativos "se queden tranquilos", también debe ser una herramienta para que quienes vivimos con el virus podamos desarrollar una sexualidad que afiance nuestra autoestima".
 
Entre la información que puede encontrarse acerca de las nuevas medicaciones del VIH, también figura, cómo no, una lista de posibles efectos secundarios. A este respecto, Miguel tuvo mucha suerte. El tratamiento actuó muy rápido y de manera eficaz, haciendo que el virus se volviera indetectable enseguida. Indetectable, para entendernos, es el estado que todo VIH positivo quiere alcanzar: significa que el virus está controlado y su carga es tan pequeña que ni los tests lo pueden detectar. "Lo que no quiere decir que estemos curados -remarca Miguel- Cada cuatro meses tengo que ir al médico para confirmar que sigo en ese estado indetectable y para hacer un seguimiento del riñón y el hígado, porque parece que la medicación puede dañarlos. Si se notara algún daño, me cambiarían la dosis o el tratamiento. El único efecto secundario que tengo es algo que llaman "sueños vívidos", que básicamente consiste en que tengo unos sueños que flipas. A veces es como si durmiera dentro de un caleidoscopio. Es muy potente. No me ocurre todas las noches, pero sí de vez en cuando".
 
Evidentemente, y es un dato que debe ser destacado, tanto Lucas como Miguel han tenido la suerte de ser diagnosticados en países en los que existen las condiciones adecuadas para un tratamiento seguro y de calidad. Miguel lo tiene muy claro: "Aunque en todos lados tenemos similares problemas con el estigma, es una enfermedad totalmente determinada por el lugar donde la vives. Pero hay muchas contradicciones. Sin ir más lejos, en Estados Unidos. Una de las pocas cosas buenas que hizo Bush hijo fueron las tremendas campañas de protección y tratamiento del VIH en África. Sin embargo, seguía prohibiendo la entrada a personas VIH positivo a Estados Unidos. Esquizofrénico. Con Obama se levantó esa prohibición. De España a Estados Unidos hay un abismo. Hay pros y contras en ambos lados. En España sí se habla de prevención, pero hay un silencio pesado como una cortina de hierro sobre las personas con VIH. No se habla; como uno no tiene que revelar su status, su vida puede ser bastante normal. Por ejemplo, la vida sexual: la ley no te obliga a contar a alguien con quien te acuestas una noche que eres VIH positivo. El problema de esto es que el VIH prácticamente no se discute, y eso sólo hace el estigma más grande. La gente sigue viviendo en los 80. En Estados Unidos la ley, al menos en Nueva York, te obliga a revelar tu estatus a tu pareja sexual antes de acostarte. Es cruel, porque está ahí uno en el ajo y tiene que salir con su parte médico. Pero la parte positiva de eso es que se habla de VIH, la gente sabe qué es y en qué situación está. O directamente te preguntan. Es jodido para mantener una sexualidad mentalmente sana porque se siente uno continuamente patologizado, pero socialmente es útil. En contra: todos los problemas de la sanidad privada en Estados Unidos. Por suerte, tengo un seguro médico privado, y aún así es un gasto considerable. El medicamento mensualmente me cuesta 20 dólares, las visitas al médico a veces hasta 250. Sin seguro, el medicamento es 3.000 dólares mensuales y las visitas médicas ni lo quiero saber. En Nueva York, por suerte, ahora hay formas de acceder gratuitamente al tratamiento sin tener seguro, pero aún así es una barbaridad".
 
En la preparación de este artículo, ofrecí a Miguel y Lucas mantener el anonimato, pero los dos rechazaron esta opción con firmeza. En el caso de Lucas, que además de periodista y escritor es performer, la visibilización es particularmente llamativa, ya que, además de mantener un activismo constante, el VIH forma parte de su creación artística, convirtiéndolo en una figura de referencia en el tema del VIH en Argentina. "Me asombró volverme un referente. Esto significa que el silencio predomina. Más allá de mi acción hay mucha gente que trabaja día a día porque esto deje de ser un tabú. Yo elegí el campo público porque mi pulsión de alma son el periodismo y el arte, pero una madre que acompaña a su hijo, una pareja que se hace cargo de convivir con el virus, un hijo que dialoga... todos hacen de esto algo llevadero para quienes somos positivos. La visibilización es algo fundamental, ya que, por ejemplo, existen muchos casos de despido, de precarización y explotación laboral en personas con VIH. Por eso es tan importante que casos así salgan a la luz, para que se comience a cuantificar y hacerles saber a las empresas que ya no nos callamos. En cuanto a mis acciones artísticas, querría aclarar que no luchan contra el VIH, sino contra el silencio predominante de la sociedad. Meto las palabras crudas en lo cotidiano. Que alguien lea "VIH", que lea "SIDA". Busco que la palabra callada por la hipocresía social se haga presente en lo cotidiano".
 
Para Miguel, la visibilización forma parte de su manera de lidiar con los problemas. "No hay ningún círculo de mi vida a quien se lo esté ocultando. Hay personas que deciden llevarlo más discretamente, en silencio, y es respetable. A mí el silencio me oprime, pero además cuando el silencio se debe al miedo al estigma, no es silencio, es un armario, el armario del VIH, que es muy perverso. Es muy difícil vivir ahí. Conozco mucha gente que ha decidido no revelar su estatus, y los apoyo incondicionalmente. Pero yo sí vi que mis condiciones eran buenas para dar el paso y hacerlo público. Tengo mi familia y mis amigos detrás, un trabajo, un seguro de salud privado, etc. Claro, hay muchos riesgos también, porque el apoyo es muy explícito, pero los que no te apoyan no lo dicen y la puñalada puede llegar por donde menos te lo esperas. De todas maneras, contarlo y compartirlo me hizo más fuerte, y sé que no estoy solo en esto, así que si esas puñaladas vienen desde la vida personal o profesional, lidiaré con ellas apoyado por todo el mundo que tengo detrás. Yo soy un activista horrible, me canso rápido, no soy constante. Por eso admiro profundamente el trabajo de los activistas y les estoy inmensamente agradecido. Hay una frase de Pedro Zerolo que marcó mi decisión de hacerlo público. Dice algo así como que "cuando elegimos ser valientes, no nos equivocamos": Decir al mundo que eres VIH positivo da pánico, pero yo creo que no me he equivocado".
 
Los dos coinciden en que el mal principal del VIH no es la enfermedad en sí, sino el estigma que conlleva. Miguel es consciente de que hay diversos frentes en su vida que podrían verse dificultados por el hecho de ser VIH positivo: "Yo quiero ser padre, y no sé si esto me va a hacer más difícil la adopción. Tampoco sé si algún día tendré problemas en el trabajo. No sé si en algún momento la medicación me dará problemas renales. Hay estigmas que no me molestan en absoluto, como el que nos imagina como seres lujuriosos follando sin límites. ¿Cómo me va a molestar eso? Tengo mi propia batalla contra el puritanismo. Ahora, el estigma más perverso es el horror que le produce a la sociedad la idea de enfermedad. Y toda la moralina que va ligada a las enfermedades de transmisión sexual. Creo que mi batalla es sobre todo contra la vergüenza".
 
Lucas coincide en esa idea: "Todas las semanas alguien con la mejor onda me escribe diciendo que encontraron la cura. La verdad, prefiero que me hablen de la cura de la ignorancia, el prejuicio y la mediocridad".



FUENTE VICE  

Réponse  Message 5 de 6 de ce thème 
De: administrador2 Envoyé: 01/12/2016 17:44
«No quiero estar en el perverso armario del VIH»
Miguel Caballero es portador del virus del sida y decidió hacerlo público
para romper estereotipos y luchar contra los prejuicios asociados a esta condición
 
1476086446_712.jpg (712×527)
Miguel Caballero, vive en Nueva York
  
DAVID G. TRIADÓ 
Miguel Caballero es un sevillano, de 31 años, que cursa un doctorado en Estudios Culturales de Iberoamérica en la Universidad de Princeton, en Estados Unidos. Tiene pareja, practica deporte y viaja con frecuencia.
  
Se enteró de que era portador del virus del sida cinco días antes de defender su propuesta de tesis doctoral y dos semanas antes de trasladarse unos meses a La Habana. «Fue una sorpresa y una bomba, ¡no entendía nada!», confiesa. El tiempo que pasó en Cuba, prácticamente incomunicado, le sirvió para reflexionar y tomar una determinación. Decidió explicar a todo el mundo que era seropositivo: «No quería estar en el perverso armario del VIH». Tras contárselo a su familia y amigos, una experiencia que califica casi como de catarsis, lo publicó en Facebook para que todos sus contactos fueran conocedores de su condición.

«La culpa está basada en el problema que tiene esta sociedad con la sexualidad»
La culpabilidad, el pudor y el miedo suelen ser sentimientos habituales que experimentan las personas que reciben un resultado positivo en la prueba del VIH. «Yo no sentía vergüenza y los temores hay que combatirlos», asegura. «La culpa está basada en el problema que tiene esta sociedad con la sexualidad, particularmente si eres homosexual», remarca.
  
Un virus con la fatal historia que arrastra el VIH hace inevitable pensar en la muerte al ser diagnosticado. Miguel confiesa que ahora le ha perdido el respeto que antes quizás le tenía y que, de todos modos, él no quiere «vivir muchos años, sino vivir muy bien».
  
Nunca ha tenido ningún síntoma ni problema relacionado con el virus. Cuenta que una de las pocas cosas que le diferencia de un seronegativo es que él se toma una pastilla cada mañana. A él nunca le ha causado ningún efecto secundario la medicación, ni ha tenido ningún problema de salud por ser seropositivo.
  
Con una esperanza de vida casi equiparable a la del resto de la población, Miguel pone mucho énfasis en remarcar que hoy en día se puede vivir con plenitud pese al VIH. «Puedes formar la misma familia y tener el mismo trabajo que querías», apostilla.



 
Fuente ABC.es


Réponse  Message 6 de 6 de ce thème 
De: administrador2 Envoyé: 01/12/2017 15:05
 ...OTRO AÑO MÁS 2017  Y  SEGUIMOS  SIN UNA CURA...


Premier  Précédent  2 a 6 de 6  Suivant   Dernier  
Thème précédent  Thème suivant
 
©2025 - Gabitos - Tous droits réservés