LA DAMISELA ENCANTADORA

UNA VOZ ETERNA EN EL TIEMPO ESTHER BORJA

Por la tesitura de su voz y la emotividad que imprimió a sus interpretaciones, Esther Borja está considerada una de las voces más notables del cancionero cubano. En su adolescencia, mostró su inclinación musical; por eso, hacía dúos con el hermano, participaba en actos y tertulias familiares en Santiago de las Vegas, donde había nacido el 5 de diciembre de 1913.

Tuvo el privilegio de escuchar a diario las interpretaciones de su vecino el consagrado autor Rosendo Ruiz, cuyo repertorio pronto aprendió. Además, se fascinó con los danzones y conoció al maestro Antonio María Romeu, “El mago de las teclas”.  Esa vocación hondamente sentida fue encauzada cuando recibió clases de música del maestro Juan Elósegui. También se graduó de maestra en la Escuela Normal para Maestros.

Su primer recital lo dio con la compositora Ernestina Lecuona. En 1935, se produjo su debut oficial en el Lyceum Lawn Tennis Club con la interpretación de un ciclo de canciones con textos de José Martí y música de Ernesto Lecuona.  Ese mismo año, el 13 de septiembre, interpretó la opereta Lola Cruz, con música de Ernesto Lecuona y texto del escritor y poeta Gustavo Sánchez Galarraga tan vinculado al compositor. Se trataba de una revista-opereta que revivía La Habana de 1878.En esta obra Esther interpretó el vals Damisela Encantadora que, especialmente le dedicara ese creador musical.

En 1936, la Borja hace una gira por países latinoamericanos y triunfa en Argentina, donde viajó con la compañía de Lecuona que, además, formaban Bola de Nieve, Ernestina Lecuona, la bailarina María Cristina Antinea y la actriz y cantante Mapy Cortés. En ese país la cubana se presentó también en la radio y actuó en el filme Adiós, Buenos Aires, donde interpretó la sabrosa conga Para Vigo me voy, de su amigo Lecuona.

Igualmente la aplaudieron en Chile, Perú, Brasil y Uruguay. De nuevo en Argentina estrenó del maestro Lecuona María la O, El cafetal, Rosa la China y Lola Cruz. De regreso a Cuba, participó en los conciertos de Eliseo Grenet. En 1943, conquistó al público en el Hall Of América y en el Steinway Hall, de Nueva York, nuevamente con Lecuona.

Esther viajó a Europa y, en España, hizo actuaciones en los teatros Álvarez Quintero, de Madrid y El Cómico, de Barcelona. De su discografía que es amplia sobresale el disco Esther Borja canta a 2,3 y 4 voces, los dedicados a la música de Ernesto y Ernestina Lecuona así como el de la canciones de Gonzalo Roig.

Por varios años animó el programa de la televisión Álbum de Cuba con las mejores intérpretes del repertorio cubano.  Entre los reconocimientos que recibió están la Orden Félix Varela, la medalla Alejo Carpentier y el Premio Nacional de Música.

  Falleció con cien años el 28 de diciembre del 2013, en La Habana. De ella, dijo Gonzalo Roig:

Representa para Cuba, lo que Raquel Meller para España; lo que Rosita Quiroga para Argentina, lo que Toña la Negra para México…Pero existe una diferencia entre ellas y Esther Borja, y es que esas grandes figuras han tenido imitadoras y la Borja no, no porque no hayan querido imitarla, sino sencillamente, porque no han podido.