¿CREES QUE LADY GAGA ESTÁ ACABADA
POR ACEPTAR UNA RECIDENCIA EN LAS VEGAS? ESPERA A SABER CUÁNTO COBRA
La cantante pasará dos años dando conciertos en un casino siguiendo la estela de compañeras como Britney, Cher o Celine Dion
POR CLAUDIO M. DE PRADO
Cualquiera que haya visto el documental Gaga: five foot two de Lady Gaga se habrá dado cuenta de que la cantante es una taza de Mr Wonderful con patas: nada le gusta más en este mundo que soltar frases motivacionales para que sus Little monsters vean siempre el lado bueno de la vida.
Y precisamente uno de esos mantras, el de ‘solo hay que dar marcha atrás para coger carrerilla’, es el que parece haberse aplicado a sí misma después de aquel parón forzado que, por culpa de una lesión, le obligó a cancelar varios conciertos y a posponer su gira mundial durante varios meses.
Un reposo obligado que, lejos de quitarle las ganas de volver a subirse a un escenario, le ha servido para disponer del tiempo libre suficiente para negociar el acuerdo con el que sueñan todas las grandes cantantes del mundo: tener su propia residencia en Las Vegas.
Así lo anunció ayer la propia Gaga, que a partir de diciembre de 2018 pasará dos años actuando en el MGM’s Park Theather para una audiencia estimada de 5.000 personas por noche. ¿Y qué se lleva a cambio, a parte del amor de su público? La nada desdeñable cifra de 100 millones de dólares, que es lo que le van a pagar a cambio de 74 conciertos.
“Estad preparados para un nuevo show”, avisaba la cantante consciente de que si repite el mismo espectáculo que hace en el Joanne World Tour algunos fans podrían decidir no acercarse a la ciudad estadounidense para verla. “Ha sido mi sueño de toda la vida ser una chica Las Vegas, así que imaginad lo contenta que estoy”.
Se une así Gaga a la selecta lista de artistas como Celine Dion, Cher o Britney Spears que también han pasado largas temporadas actuando en esta capital del juego. Algo que hace años era entendido como sinónimo de estar en un momento bajo de tu carrera pero que ahora solo logran unos pocos cantantes privilegiados. ¿O no tiene mérito que alguien, además de una entrada, se moleste en comprar avión y noches de hotel para disfrutar en directo de su cantante favorita?