En una furgoneta llena de científicos 'hippies': así nació Internet hace 40 años
“No entendéis cómo funciona internet”. Antes de que la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense (FCC por sus siglas en inglés) tomara la dramática decisión de derogar la normativa que protegía la neutralidad de la red, varios pioneros de internet firmaban una carta abierta encabezada por esa frase para pedir que se cancelara la votación. Sin embargo, de nada sirvió: la neutralidad de la red acaba de ser tumbada en favor de los intereses de las operadoras en una jornada que pasará a formar a parte de la historia de la red de redes en Estados Unidos.
El conocido como padre de internet, Vint Cerf, es uno de los pioneros que rubricaba esa misiva contraria a la propuesta de la FCC, advirtiendo que suponía “una amenaza inminente al internet que con tanto esfuerzo hemos creado”. No en vano, el que hoy lucha por defender la neutralidad de su creación trabajaba precisamente hace 40 años en sus orígenes.
Fue entonces cuando participó en un desconocido experimento que tenía por objetivo la primera gran transmisión a través de internet gracias al protocolo que coinventó, el TCP. Una demostración pionera en la que, curiosamente, tuvo un importante papel una furgoneta equipada con la tecnología más puntera de la época.
*El antecedente de las redes móviles
Años antes de aquella demostración en furgoneta, en la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa estadounidense (ARPA, la antecesora de DARPA) se habían dado cuenta de que ARPANET, su red de ordenadores (que no de redes), no era suficiente. Permitía conectar los gigantescos ordenadores de universidades o agencias gubernamentales, pero no era útil en el campo de batalla: la conexión era por cable.
Así que el organismo del Departamento de Defensa decidió financiar a principios de los 70 el desarrollo de otras dos redes: una red por satélite y otra red de radio móvil para uso militar. El Stanford Research Institute (SRI), donde se había instalado precisamente el segundo nodo de ARPANET, fue el centro encargado de desarrollar una red de radio de digital móvil antecesora de las redes inalámbricas que, por ejemplo, permiten a nuestros ‘smartphones’ hablar entre sí.
“La furgoneta fue una pieza de propósito general del equipo de SRI, pero fue comprada cuando parecía que el proyecto de radiopaquetes llegaría”, explica a Teknautas Don Nielson, el que fuera primer líder del proyecto Packet Radio Network. Los esfuerzos del investigador y sus compañeros se centraron entonces en equipar ese vehículo para convertirlo en el nodo móvil de la red. “No podíamos imaginar que ese tamaño y esa altura [de la furgoneta] permitirían tantas demostraciones de personas notables para ver la primera red digital móvil en cualquier parte”.
Pero el reto no era únicamente desarrollar las redes de forma independiente, sino también lograr que establecieran lazos. “[En ARPA] estaban financiando la red de radiopaquetes y la red satelital, pero no había forma de que esas redes pudieran hablar entre ellas” detalla Marc Weber, comisario del History Program of Internet del Computer History Museum. “Así que empezaron a trabajar en la ‘internetworking’ [conexión entre redes] para conectar las redes juntas en internet”.
En esa época, Robert Kahn y Vint Cerf, que ya habían trabajado desarrollando ARPANET, comenzaron a darle vueltas al problema. “Teníamos múltiples redes todas ellas de conmutación de paquetes pero con diferentes características” explicaba hace unos años el propio Vint Cerf. “Algunas eran más grandes, otras eran más rápidas, algunas tenían paquetes que se perdían, otras no. Así que la pregunta era cómo hacer que todos los ordenadores de cada una de esas redes pensaran como parte de una red común”.
Los dos se encerraron durante un fin de semana en un hotel de Palo Alto para gestar el borrador de un protocolo que funcionara a través de todas las redes y conectara a todos los ordenadores. Poco después, en 1974, publicaron un estudio describiendo el TCP (protocolo de control de transmisión), en el que después trabajaron muchos otros investigadores.
En realidad, Kahn y Cerf no eran los únicos que estaban estudiando por entonces cómo conectar varias redes. La European Informatics Network (que conectaba una red británica y una francesa) o las pruebas del centro de investigación Xerox PARC fueron algunos de los primeros experimentos. Sin embargo, fue la especificación que ellos dos concibieron para interconectar las de ARPA la que acabó popularizándose después demostrar su valía en varios experimentos sobre ruedas.
*Internet sobre ruedas
En el verano de 1976, la furgoneta gris de SRI, coronada por una antena, transportó hasta un bar al aire libre en el corazón de Silicon Valley equipos de radiopaquetes, un microordenador y un terminal para escribir y recibir texto. Sentados fuera de la furgoneta, los investigadores de SRI decidieron poner a prueba sus capacidades enviando un texto a través de dos redes.
“La demostración de agosto de 1976 fue la que realizamos en SRI como nuestra propia celebración del hecho de que podíamos enviar información desde un terminal (realmente, un ‘host’ TCP) en la red de radio a dos ‘hosts’ en ARPANET, los únicos que en ese momento hablaban el mismo protocolo”, rememora Nielson. En concreto, enviaron el informe semanal de SRI sobre el progreso del proyecto de radiopaquetes desde aquel bar a una oficina en Menlo Park, una muestra en toda regla del buen rumbo de la iniciativa.
Sin embargo, esa primera demostración no era suficiente. ARPA financió otra mucho mayor para ratificar que el TCP era la solución perfecta para interconectar diferentes redes al año siguiente, un gran proyecto en el que trabajaron más de 35 investigadores de varias instituciones y de cuatro países.
Bob Kahn y Vint Cerf, científicos de SRI como Don Nielson, empleados de la empresa BBN como Ray Tomlinson (que por entonces ya había desarrollado el primer programa de correo electrónico en ARPANET) y Virginia Travers (que escribió el primer ‘software’ de puerta de enlace para TCP y recorrió Europa y Estados Unidos instalándolo), o el profesor noruego Paal Spilling, que trabajó en la red por satélite, fueron algunos de ellos.
“Todos ellos son pioneros por definición, fue uno de los eventos más importantes en el comienzo de internet”, afirma Marc Weber, historiador del Computer History Museum.
El 22 de noviembre de 1977, el vehículo se desplazó por la bahía de San Francisco sin que desde el exterior fuera posible apreciar la importancia de la labor de sus ocupantes. Los datos se enviaron exitosamente desde esa furgoneta en movimiento a Los Ángeles, Suecia e Inglaterra a través de la red de radiopaquetes, la satelital y ARPANET. En las semanas siguientes, la furgoneta probó que la conexión seguía funcionando mientras recorría kilómetros. “Fue un test muy notable porque demostró que TPC/IP realmente funcionaba para conectar las tres redes juntas”, indica Weber.
En palabras de Vint Cerf, la caravana les ayudó a “explorar un terreno que no tenía caminos”. Ahora bien, ¿por qué esa demostración fue más decisivas que las anteriores? “Principalmente [lo fue] en la mente de Vint Cerf. Y eso es importante”, apunta Don Nielson. De hecho, nadie dio importancia durante años a aquel experimento que marcó el nacimiento de internet, hasta que, dos décadas más tarde, un periodista llamó al ingeniero de investigación de SRI preguntándole por él.
Vint Cerf le había comentado que aquella había sido la primera transmisión por internet, según relató el propio Nielson en el fascinante libro ‘Cómo creamos internet’. La pregunta movió al ingeniero de SRI a recuperar los documentos olvidados y a encontrar aquella caravana pionera olvidada en un almacén.
Tras reparar la antigualla, colocaron en ella dos de los radiopaquetes que habían participado en aquella demostración pionera. SRI decidió donar aquel objeto histórico al Computer History Museum de California, que solo lo exhibe en ocasiones especiales, si bien el público sí puede admirar una réplica impresa en 3D.
Hace unos días, el museo celebró precisamente el 40 aniversario de aquel experimento. “Es la celebración del comienzo del protocolo que todavía hoy usamos”, destaca Weber. Ahora bien, este experto matiza que el viaje en caravana no hizo que el TCP se convirtiera en un éxito inmediato. Fue seis años después de la demostración cuando todas las redes de la agencia migraron al TCP/IP (un protocolo con nuevas características), y pasaron unos cuantos años más hasta que se convirtió en el estándar.
“No fui un investigador clave más que lo son las decenas de personas que trabajaron para lograrlo”, apunta Don Nielson, el líder del proyecto de la red de radiopaquetes, modestamente. “Fue fortuito estar en el lugar correcto en el momento correcto, y da una emoción retrospectiva haber estado allí”.
Ahora, cuando han pasado 40 años desde que Nielson, Cerf y otros tantos investigadores participaran en esa transmisión que se convirtió en un hito en la historia de internet, la FCC ha decidido marcar otro bien diferente que ha sido criticado por el propio padre de la red de redes.
AUTOR, CRISTINA SÁNCHEZ