Eva Mendes es una actriz, empresaria y modelo estadounidense, hija de padres cubanos
¿Por qué los genitales tienen un color diferente al resto del cuerpo?
“¿Cómo es posible que mi amigo de ahí abajo esté tan moreno si nunca le da el sol?”. Esta frase, pronunciada por un amigo de la casa, nos sirve para poner encima de la mesa uno de los grandes misterios de la humanidad y una de las cuestiones que han causado más asombro desde siempre al varón.
Sí, el pene y los testículos tienen, en el 99% de los casos, un color más oscuro que el resto de la piel. No es patrimonio exclusivo del hombre: también les ocurre a las mujeres, con unas vulvas y unos pezones que suelen estar más bronceadas que las piernas o los brazos.
Las explicaciones a este fenómeno son variadas –y algunas son muy locas-. Hay quien se ha agarrado como un clavo ardiendo a que es cosa de Dios y quien asegura que esto se produce porque es un vestigio del colorín de nuestros antepasados. Pues ni una cosa ni otra. Negacionistas y evolucionistas, están ustedes equivocados.
Este color que para el resto de nuestro cuerpo quisiéramos se manifiesta en la pubertad. En ese momento, las hormonas, tanto masculinas como femeninas, empiezan a hacer de las suyas y, además de hacer aumentar el tamaño de los órganos sexuales, estimulan la producción de melatonina, que tiñe vulvas, penes, pezones y aureolas con alegría y regocijo. De ahí surge todo y esta es la explicación a que un muchacho caucásico pueda parecer de Jamaica si se mira solo su pene. Luego ya el tamaño es otra cosa.
Ojo, porque la cosa sigue y hay expertos que añaden que, con la fricción continuada, la piel puede hacerse más gruesa para protegerse y, ya de paso, también oscurecer un poquito. Así que quizá la masturbación desatada que reina durante la adolescencia tenga también su parte de culpa de darle un tono extra a penes y vulvas del mundo. También la fricción accidental que puede darse en personas obesas o atletas, ojo. Que no todo es darle al manubrio.
Dicho lo dicho, hay cositas que conviene tener en cuenta. Que el oscurecimiento de los genitales se produce durante la pubertad y en los años siguientes (si nos damos al onanismo con alegría, por lo que parece), porque en la edad adulta sería síntoma de otra cosa. De una diabetes en marcha, por ejemplo, que puede estar manifestándose a través de un mayor tostado en la piel y que debe ser motivo de consulta médica inmediata. Si no notamos cambio alguno, todo el mundo tranquilo, que las cosas están en orden desde que tenías 12 o 13 años.