Por Jordi García -
En verano del año pasado se presentó en el senado de Paquistán la “Ley de Protección de Derechos de las Personas Transgénero” y hace menos de un mes un comité aprobó las enmiendas que se habían hecho a esa misma ley. Entre esas enmiendas, que contaban con el visto bueno del Consejo de Ideología Islámica, se reconocía el derecho a la autodeterminación del género de las personas trans que podrían solicitar sus nuevos documentos de identidad sin necesidad de acudir a un tribunal médico que lo autorice.
Finalmente el senado del país ha aprobado la mencionada ley en un movimiento histórico para los derechos del colectivo. Además de reconocer el derecho a la autodeterminación de género, la ley (aprobada de forma unánime) protege a las personas trans de la discriminación en el trabajo o a la hora de acceder a un servicio; se prohíbe el acoso a personas trans; se establece un régimen de ayudas y apoyo laboral a personas trans para que creen sus propios negocios y se les permitirá heredar. También se les protegerá frente a desahucios ilegales y se crearán espacios separados en las prisiones además de ofrecer cursos de sensibilización a las fuerzas del orden.
Hay otros aspectos de la ley que responden a la peculiar forma en que las personas trans son tratadas en la cultura paquistaní. Hace unos días el actor Riz Ahmed, de origen paquistaní, viajó al país y paso un tiempo con la comunidad trans y explicó en sus redes sociales lo que había aprendido de ellas: “La comunidad transgénero ha estado establecida como parte de la cultura del sur de Asia durante cientos de años. Ves muchas más personas trans caminando por Paquistán que en Nueva York o Londres. A pesar del reconocimiento legal por parte del gobierno, siguen siendo marginados y en ocasiones se ganan la vida bailando, con trabajo sexual o pidiendo una especie de limosna espiritual. Se cree que sus oraciones y maldiciones tienen más peso, así que es mejor no enfadarlas y, en su lugar, aceptar sus bendiciones.”
Ahmed también explicó que, en varios aspectos, la sociedad paquistaní es una cultura no binaria en términos de género, sexualidad y fe; explicando además que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son bastante habituales aunque no se piensa en ellas como una señal de homosexualidad.
Es por eso que la ley aprobada por el senado contempla penas de hasta 25 años de prisión o incluso de muerte para cualquier persona que viole a una persona transgénero. La ley también castigará a aquellos que prostituyan a personas trans con penas de hasta 10 años de prisión y una multa; y será ilegal “ultrajar el pudor” de las personas trans arrancándoles la ropa.
Ahora la Ley Trans ha de ser aprobada en la Asamblea Nacional y ser ratificada por el presidente para poder entrar en vigor. Pero por lo pronto la provincia de Khyber Pakhtunkhwa ha sido la primera en comenzar a emitir licencias de conducir a personas trans. La región ha comenzado un programa en el que se irá facilitando el acceso a los carnets a las personas trans, y de las 300 primeras solicitudes ya han recibido la suya 15 personas trans. “Habrá clases de conducción especiales para personas transgénero por parte de la policía de tráfico de KP. La tasa se reducirá al mínimo. Animamos a la comunidad transgénero a reclamar sus espacios en la sociedad“, ha explicado el Director General de Tráfico, Yasir Khan Afridi.
Hace unas semanas los Boy Scouts del país anunciaron que estaban colaborando con una asociación de derechos trans para, por primera vez en la historia, enviar personas trans como voluntarias durante la peregrinación anual a la Mecca.