Partiendo de la historia de los últimos sesenta años y las condiciones objetivas actuales pueden preverse varios sucesos. La situación se repetirá ahora, Raúl Castro Primer Secretario del PCC (fuerza dirigente superior según artículo 5 de la constitución vigente) de jure y jefe de las Fuerzas Armadas de facto (sesenta años no se borran fácilmente). A Díaz-Canel le toca ser Cucharita III.
Meditación de un cubano de adentro y de abajo sobre la sucesión castrista Germán M. González | Cuba Encuentro
A medida que se aproxima el 19 de abril se multiplican las conjeturas en la web acerca de qué sucederá, o si algo sucederá. Dicho diferente, qué cambiará si es que cambia algo. Los cubanos de adentro y de abajo tienen interés en conocer sobre todo dos cosas: los niveles de represión probables y si deben ir abriendo otro hoyo al cinto.
Al asumir el mando absoluto el general/presidente proclamó el fin de la autocracia al decir que a Fidel debían sustituirlo las instituciones, de los proyectos faraónicos anunciando “socialismo próspero y sostenible”, demagogia al mencionar el derecho a “un vaso de leche” y la intención de mejorar la situación del “heroico pueblo cubano”.
La vida lo desmintió con crecimientos económicos nulos al no revertir la obsolescencia del patrimonio productivo y al caer Cuba del lugar 51 (2007) al 68 (2016) en el listado anual publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Entrega la presidencia con el único “mérito” de no haber permitido que cambiara nada importante manteniendo las estructuras del poder intactas. Deja los problemas que heredó, pero agravados por el paso del tiempo.
Cumpliendo el aserto martiano de que todo poder amplia y prolongadamente ejercido degenera en castas, y entre éstas se crean intereses (O.C. t9, p 340), estas existen hoy, anquilosadas luego de seis décadas:
*Las FAR sobredimensionadas, cien mil miembros en activo y pueden movilizar más de un millón de efectivos en brevísimo tiempo. Como punto de comparación España, cuatro veces más habitantes y Canadá, tres veces más habitantes cuenta con activos similares y menores respectivamente. El resto del aparato armado, Orden Interior, Guardafronteras, etc. suma más de 100 mil elementos y los agentes de Inteligencia y colaboradores activos insertados dentro y fuera del país se calculan en 55 mil. Este aparato cuenta con recursos propios, productivos y financieros, es un Estado paralelo. Según cálculos administra el 53 % de la economía cubana. Aparato represivo 600 % mayor y mejor armado que el existente durante la dictadura de Fulgencio Batista con apenas 1,8 habitantes más.
*El Partido Comunista funciona bajo el principio leninista de “centralismo democrático” con mucho centralismo y poca democracia. Su membrecía es selectiva siguiendo el principio también leninista de la cooptación. Esto significa que quien se encuentre en la cima de la estructura escoge sus colaboradores más cercanos y entre todos al resto de la nomenklatura. Las organizaciones sociales permitidas, de trabajadores, mujeres, profesionales, etc. resultan representación del partido&gobierno ante la membrecía, no de estas ante el partido&gobierno (también idea leninista). Mención aparte para los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) a los cuales se afilia casi el 100 % de la ciudadanía con activismo de, quizás, ocho o diez “cederistas” por barrio. Además de constituir la base informativa para los órganos de seguridad y policiales, una evaluación negativa que den sobre la participación en las “tareas de la revolución” resulta fatal para obtener un trabajo, beca, ascenso, especialmente “misión internacionalista” o trabajo en una entidad extranjera en el territorio, únicas formas de mejorar la situación económica honradamente para los cubanos de adentro y de abajo que no reciban remesas. Esto también explica las altas participaciones en elecciones donde se elige a nadie (todos lo saben) de más del 95 % habitualmente, excepto estas últimas, las más bajas de la Historia, con el 85,6 %.
*Burocracia estatal. Miembros de base de la nomenklatura partidista suelen ser promovidos a cargos estatales, hasta ministro, igual pueden proceder del estamento militar. Desde el municipio hasta las instancias nacionales cuentan solo con poder negativo. Toda decisión, legislada o no, surge en la cúpula del partido&gobierno, la burocracia estatal se encarga de complicarla hasta el infinito. Esto adquiere proporciones tragicómicas, hasta Raúl Castro se ha quejado del problema sin resolverlo. En el Noticiero Televisivo del lunes nueve de abril una vocera destacada, Talía González, casi llora frente a las cámaras lamentando los complicadísimos trámites para las gestiones más sencillas. Entre el ministro de cualquier rama y el presidente (menos para los super ministros: FAR, MININT, Contraloría) existen cuatro o cinco instancias administrativas: consejo de ministros, su comité ejecutivo, consejo de Estado, secretariado y el buró político del partido.
Hasta ahí en brevísima síntesis lo que hay… pero ahora ¿Qué ocurrirá? Partiendo de la historia de los últimos sesenta años y las condiciones objetivas actuales pueden preverse varios sucesos:
*Contrariamente a la opinión de algunos la asunción de una figura decorativa —Cucharita III— sí tiene precedentes. Manuel Urrutia era Presidente, Fidel Castro Primer Ministro y jefe del ejército y del Movimiento 26 de Julio, las contradicciones se agudizaron, Urrutia renunció y se asiló en una embajada. El siguiente Cucharita, Osvaldo Dorticós era cuadro del antiguo Partido Socialista Popular, no hubo contradicciones, Fidel Castro Primer Ministro, jefe de las unitarias que se crearon: Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI, julio de 1961), Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS, marzo de 1962) por último Partido Comunista de Cuba (PCC, octubre de 1965) con Fidel Castro de Primer Secretario y siempre Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. La situación se repetirá ahora, Raúl Castro Primer Secretario del PCC (fuerza dirigente superior según artículo 5 de la constitución vigente) de jure y jefe de las Fuerzas Armadas de facto (sesenta años no se borran fácilmente). A Díaz-Canel le toca ser Cucharita III.
*Raúl Castro es un hombre de instituciones, pésimo orador, sin la prestancia y carisma personal del hermano, siempre en la labor sombría del funcionario ejecutivo al servicio del Jefe, amante de la buena mesa y de las libaciones alcohólicas (consume Legalon a 150 euros la pastillita) impresionado por el límite de 90 años que la vida impuso a sus dos hermanos mayores y consciente de que en los últimos de tiempos la mente se les debilitó muchísimo a ambos. Por tanto, es natural que prepare una salida “institucional” confiando en que en los últimos años ¿Cinco? consolidará las relaciones entre las tres castas y el sistema se prolongará lo suficiente para librar de peligros a su familia la cual dejará con una situación económica sólida.
Sobre los cambios institucionales anunciados, el Granma en el “parte” del V pleno del partido&gobierno recién efectuado los resume al final en dos líneas: ratificación del partido único como fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado. En lo económico la Conceptualización… verdadero programa partidista anuncia economía de mercado sin posibilidades de inversión para los cubanos, residentes en Cuba o no. Fuerte intermediación estatal. Seguirán las limitaciones para las cooperativas, las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores por cuenta propia.
Hasta ahí pensamiento e intenciones de las tres castas que gobiernan el país, que se cumplan o no depende, por encima de cualquier otra cosa de la voluntad de los cubanos, de fuera y de dentro de Cuba, y de la unidad que alcancen. Como pedía el Apóstol en discurso pronunciado en Hardman Hall, New York, en abril 17 de 1892:
Somos los cubanos todos de las emigraciones, las asociaciones todas de las emigraciones. Somos los cubanos, invictos, los que viven en Cuba sin rendir el valor ni la esperanza, y dicen aun, con la fiereza misma de antes:
¡Nosotros somos Republicanos Democráticos! ... Es decir, los cubanos de adentro y de afuera obviando diferencias menores ante la gran tarea de rescatar la patria para todos ante el llamado martiano.
GERMÁN M. GONZÁLEZ
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