Otra valla colocada en Lima demanda justicia por los 'crímenes de lesa humanidad' del castrismo. Estas estaban ubicadas en dos transitadas intercepciones de la capital peruana, en el camino hacia y desde el aeropuerto, dirigidas a los participantes en la Cumbre de las Américas.
Otra valla de denuncia contra el régimen cubano ha sido colocada este miércoles en Lima, Perú, por iniciativa de la Comisión Internacional Justicia Cuba.
El cartel, de grandes dimensiones, tiene imágenes de Nicolás Maduro y Raúl Castro y demanda justicia por los "crímenes de lesa humanidad" cometidos por el castrismo, confirmó Silvia Gutiérrez Boronat, del Directorio Democrático y la Asamblea de la Resistencia Cubana.
Estas estaban ubicadas en dos transitadas intercepciones de la capital peruana, en el camino hacia y desde el aeropuerto, dirigidas a los participantes en la Cumbre de las Américas. Superpuesto a los rostros de los gobernantes aliados se lee en letras rojas la frase "SE BUCAN", a la vista de quienes recorren la capital peruana y asisten a la VIII Cumbre de las Américas.
Como varios activistas han compartido en la red social Twitter, esta vez la valla está ubicada en un lugar más alto, más difícil de acceder aunque no exenta de que pueda sufrir actos vandálicos como los sucedidos a las que fueron colocadas el martes.
Decían "Cuba. ¡Basta ya! de corrupción, represión e impunidad. Alto a las violaciones a los derechos humanos", junto a una imagen de Berta Soler durante una de las detenciones sufridas.
Los seguidores del régimen rompieron los carteles y, en su lugar, escribieron consignas procastristas y la frase "Con Cuba no te metas", la frase que el diplomático cubano Juan Antonio Fernández dijo a críticos del Gobierno en un foro previo a la cumbre.
La prensa oficial de la Isla atribuyó la destrucción de las vallas a "amigos de Cuba en Perú".
Este miércoles, la vicepresidenta de Perú Mercedes Aráoz recibió en el Palacio de Gobierno a una delegación de la Asamblea de la Resistencia Cubana compuesta por Silvia Iriondo y Orlando Gutiérrez Boronat, y de la Comisión Justicia Cuba, Jorge Villena y Rene Bolio, en un reconocimiento a la legitimidad a la lucha por la libertad de Cuba, informó el Directorio Democrático.
Durante la reunión los participantes informaron a Aráoz de la investigación sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos por el castrismo contra el pueblo cubano, sobre la situación actual de los activistas de derechos humanos dentro de la Isla, y del Plan Todos por Cuba Libre.
Los miembros de la delegación de la Resistencia Cubana hicieron hincapié en la necesidad de que el hemisferio no reconozca al "régimen espurio" instalado en Cuba y que apoye a la resistencia interna.
"Esto es un logro diplomático para el Plan Todos por Cuba Libre en su esfuerzo por movilizar al pueblo cubano para una lucha de Resistencia civil sostenida que logre la liberación del país", dijo Gutiérrez-Boronat al salir de la reunión.
Anteriormente, Sylvia Iriondo, presidenta de MAR Por Cuba y Gutiérrez Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano, fueron detenidos por más de cuatros horas en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, de Lima, Perú.
La organización atribuyó esta retención en el aeropuerto limeño "a la injerencia del régimen castrista que pretendía que no se les permitiera la entrada a Perú".
En un movimiento insólito la prensa oficial entrevista a Rosa María Payá
La promotora de CubaDecide, Rosa María Payá, que asiste a la Cumbre de las Américas de Lima, como coordinadora de la Coalición 26, fue abordada y entrevistada por la prensa estatal cubana en un movimiento insólito.
Los medios oficiales no dan el derecho a réplica a los opositores al régimen, a quienes considera "mercenarios" y "contrarrevolucionarios". La propia Payá ha sido atacada por el órgano del Partido Comunista en varias ocasiones y en la última exigió la oportunidad de contestar, "un principio básico de la libertad de prensa".
La activista, presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (JuventudLAC), compartió en su perfil de Facebook un vídeo con la entrevista que concedió a Videos Cuba Hoy y a la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Según precisó Payá Acevedo, la "esperaron horas" a que terminara su trabajo en la coordinación de la coalición 26 para encontrarla.
Aquí expongo la nueva mentira del aparato de inteligencia castrista que publicó en su web Cubadebate una carta totalmente falsa usando una foto de mi firma", condenó.En las mismas declaraciones desmintió que fuera de su autoría una carta publicada por un blog oficialista y replicada por el sitio oficial Cubadebate, presuntamente enviada en enero pasado al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en la que pedía apoyo —según palabras textuales del escrito—, para que "se cumplan planes contra Cuba y Venezuela".
La opositora exhortó a Daina Caballeros, la periodista oficialista que realizó la entrevista, a "publicar la verdad de los hechos".
"Ojalá la prensa oficialista cubana cumpla con su misión de transmitir la verdad en lugar de servir a los represores en el poder y publique nuestras propuestas a los estados asistentes a la Secretaría de Cumbres de las Américas. Gracias por la entrevista", concluyó Payá Acevedo.
El Maduro (Maburro) anuncia que no irá a la Cumbre de las Américas, a la que no estaba invitado
El presidente de Venezuela justifica su ausencia en que se retiró la seguridad a su delegación de su país y dice que ese encuentro es «una pérdida de tiempo». Lo confirmó pocas horas después de que el presidente de los EE.UU., Donald Trump, cancelara su asistencia ante el inminente ataque a Siria.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció finalmente que no irá a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en Perú el viernes y el sábado. Lo confirmó pocas horas después de que el presidente de los EE.UU., Donald Trump, cancelara su asistencia ante el inminente ataque a Siria.
En su transmisión televisada, Maduro mencionó la ausencia de Trump en la cumbre porque «Lima para él (Trump) es el patio trasero», y no se quiere sentar con presidentes de la región, como Juan Manuel Santos, Mauricio Macri y Enrique Peña Nieto, porque «los desprecia, los usa y los desusa».
Maduro había hecho de su participación en la cumbre una cuestión de honor. Durante un mes mantuvo en vilo a Perú por su insistencia en acudir a una reunión a la que el país anfitrión le ha negado la invitación. Pero su interés se desinfló de repente. «La verdad es que esa cumbre no está en nuestras prioridades, nunca ha estado. En esa cumbre no hay ningún tema que se vaya a decidir. Esa cumbre es una verdadera pérdida de tiempo», enfatizó este martes en el Palacio de Miraflores, durante un encuentro con el sector educativo del país.
En Perú, sin embargo, las organizaciones populares paralelas a la cumbre se habían movilizado, unas para repudiar la presencia del líder chavista y otras para recibirlo y boicotear el acto desde la calle. Maduro no estará presente, pero sí el tema de la crisis de Venezuela, una crisis que sigue escalado a nivel regional.
Panamá cancela vuelos Panamá fue el primer país latinoamericano en aplicar sanciones contra más de 50 altos cargos del régimen de Maduro y 16 empresas venezolanas de las cuales 10 forman parte del entramado de familiares de la primera dama, Cilia Flores.
En respuesta a las sanciones panameñas, el régimen venezolano decidió hace una semana suspender durante 90 días los vuelos de la panameña Copa a Caracas. Este miércoles, por reciprocidad, Panamá anunció la suspensión a partir del próximo 25 de abril y también durante el mismo periodo –90 días prorrogables– de las operaciones en el país de las aerolíneas venezolanas. Esto se produce en el marco de una crisis diplomática bilateral que incluye ya el retiro de los respectivos embajadores.
El Gobierno panameño emitió un comunicado con todas las compañías afectadas e hizo referencia a la Ley 48 de 26 de octubre de 2016, que faculta al Consejo de Gabinete a proponer y optar por medidas recíprocas para salvaguardar los intereses económicos y comerciales del país.
Mientras, el presidente peruano, Martín Vizcarra, señaló este martes que Maduro puede ingresar en el país si así lo desea, a pesar de no estar invitado a la Cumbre. «Retiraron la seguridad a toda la delegación de Venezuela, por eso yo anoche decidí que no voy a ir a la Cumbre de las Américas en Lima y me voy a quedar con el pueblo de Venezuela los días 13 y 14» de abril, anunció Maduro en un acto de Gobierno en Caracas, según informa Efe.
«Cualquier ciudadano venezolano puede ingresar al país. En el caso específico de Maduro, él no ha sido invitado para participar en esta cumbre. Entonces, no se trata de cómo ingresaría. Podría hacerlo por la frontera sin ningún problema. Lo que está claro es el mensaje que ha dado el país: que no está invitado», ha aseverado Martín Vizcarra.
Durante una conferencia en el Palacio de Gobierno, Vizcarra ha señalado que en «un mundo civilizado y donde se respetan las buenas costumbres», el mandatario de Venezuela debe entender que no es bienvenido.
«Para que la cumbre sea exitosa hay tantos temas a los que dedicarle tiempo antes que a este tema que, para nosotros, los organizadores, ya está superado», ha subrayado.
En este sentido, el presidente de Perú ha tratado de minimizar los rumores sobre la posibilidad de que Maduro llegue en avión junto a otro jefe de Estado, según ha recogido el diario local «El Comercio».
Ausencia de Antigua y críticas de Cuba y Bolivia La decisión de excluir a Venezuela de la cumbre, una acción que este país considera ilegal, llevó al Gobierno de Antigua y Barbuda a anunciar que no participará tampoco en la reunión.
Otros países ideológicamente cercanos a Venezuela, como Bolivia y Cuba, también han reiterado sus críticas por la forma de vetar la presencia del país petrolero, pero de momento no han anunciado su ausencia.
Más de medio centenar de representantes del régimen y algunos venezolanos boicotearon este jueves, al grito de "mercenarios", el inicio de la reunión entre representantes de Gobiernos y miembros de la sociedad civil del continente americano, en el marco de las actividades de la VIII Cumbre de las Américas en Lima.
Cuando el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se disponía a inaugurar la reunión, la vocera de la coalición 15, Mirthia Julia Brossard Oris, interrumpió para arengar un discurso.
Brossard Oris es vicepresidenta de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), organización que utiliza el régimen para el control de los estudiantes de enseñanza superior.
A ella se sumó un grupo de cubanos que a gritos de "formato antidemocrático", proclamas y cantando el himno provocaron que se retrasara el inicio del acto.
El motivo era la presencia en la sala de opositores al régimen cubano, que como norma se niega a hablar con interlocutores que no haya elegido.
En el lugar se oyeron frases que acompañan las habituales movilizaciones del régimen en la Isla, como "Fuera la gusanera", "Yo soy Fidel", "Cuba es libre" o "Cuba decidió".
Almagro dio un breve discurso en el que tachó de "lamentable" que los agitadores no permitieran el desarrollo de la reunión y, ante la persistencia de los oficialistas, los organizadores anunciaron una pausa para tratar de rebajar los ánimos.
Según celebró el sitio estatal Cubadebate, los funcionarios de la OEA y la representación liderada por Rosa María Payá, presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (JuventudLac), se retiraron a sesionar en otra sala.
"Yo no tengo problema en hablar con música de fondo, como lo hice, y se han hecho cosas peores en mi vida para tratar de silenciarme", dijo Almagro a EFE durante la pausa.
"Creo que todos tenemos que aprender de esto. Hay países que tienen estrategias todavía que están reñidas con la democracia", agregó, y definió como "bochornoso" el espectáculo que se estaba dando.
Cuando se retomó la sesión, el embajador de Cuba en Austria, Juan Antonio Fernández, justificó la actuación de los manifestantes castristas: "No vamos a dialogar" con quienes calificó de "mercenarios y terroristas", una "partida que desde Miami ha llegado hasta aquí", añadió despectivamente.
Por su parte, el embajador estadounidense ante la OEA, Carlos Trujillo, dijo estar "complacido de que la sociedad cubana tenga la oportunidad de participar en una verdadera democracia", la peruana.
"No tienen absolutamente ningún respeto", dijo sobre los manifestantes. "Pido respetuosamente a estas organizaciones que abandonen la sala", agregó Trujillo.
Sin embargo, los manifestantes no se aplacaron, y el representante del Gobierno de México hizo un llamado a la conciliación, "una invitación para que nos escuchemos todos".
Almagro dijo a la agencia española que ya esperaba que se produjera la protesta: "Nos habían dicho desde antes de llegar que 40 gorilas se habían instalado en las primeras filas y tenían una intención disruptiva".
La situación repitió lo ocurrido en la Cumbre de las Américas realizada en Panamá, donde la delegación castrista boicoteó también foros por la presencia de opositores al régimen. Contradictoriamente, el Gobierno cubano jamás permite este tipo de sabotajes en los actos que organiza. Para ello, de entrada, evita cualquier posibilidad disenso.
El comité, fundado el año pasado para investigar los atropellos de la dictadura cubana tras casi seis décadas en el poder, reunió a sus miembros en el hotel Los Tallanes.
Comisión Justicia por Cuba acusa al régimen castrista por delitos de lesa humanidad
DANIEL CASTROPÉ Como un evento alterno a la VIII Cumbre de las Américas, que comienza el viernes, la Comisión Justicia por Cuba realizó en Lima su tercera audiencia desde que fue creada esta organización multinacional que fiscaliza los delitos de lesa humanidad del castrismo.
En el marco de la sesión fueron escuchadas las denuncias del sindicalista venezolano Carlos Ortega, el escritor cubano Jorge García y la opositora al régimen castrista Silvia Iriondo, quienes señalaron a la dictadura cubana como responsables de distintos hechos que afectaron a estas tres personas.
El comité, fundado el año pasado para investigar los atropellos de la dictadura cubana tras casi seis décadas en el poder, reunió a sus miembros en el hotel Los Tallanes, en la capital peruana, acto al que asistieron activistas por por los derechos humanos del país anfitrión de la Cumbre.
La presidenta de la organización MAR por Cuba, Silvia Iriondo, se refirió al derribamiento de las avionetas de Hermanos al Rescate, el 24 de febrero de 1996, en el que murieron cuatro ciudadanos americanos y un residente legal de los Estados Unidos que se disponían a prestar ayuda a cubanos que huían por mar de la isla.
Para Iriondo, las vidas de estas personas “fueron arrancadas por el odio y la maldad de un régimen asesino, cuando ellos [los pilotos de Hermanos al Rescate] solo querían ayudar a unas personas que se encontraban en riesgo de morir en aguas del mar Caribe”.
De tres avionetas de Hermanos al Rescate que habían salido del aeropuerto de Opa-locka, en Miami-Dade, dos fueron derribadas, muriendo Armando Alejandre Jr., Carlos Costa, Mario de la Peña y Pablo Morales.
Iriondo, que tripulaba una tercera avioneta que no alcanzó a ser impactada por las aeronaves al servicio de la dictadura, aseguró que las evidencias son claras para poder culpar de este crimen a Fidel y Raúl Castro, y se preguntó: “¿Qué hace falta para que se les llame a estos asesinos por sus nombres”.
Un documental con imágenes dramatizadas y audios originales de los pilotos y militares cubanos que participaron en la acción contra las dos avionetas en aguas internacionales, fue proyectado a las personas que asistieron a la audiencia. Destacan las voces de júbilo del momento en que son impactadas las aeronaves.
Entretanto, el escritor Jorge García denunció la responsabilidad que le cabe a la dictadura castrista por la muerte de 37 cubanos a raíz del hundimiento del “Remolcador 13 de Marzo”, acontecido el 13 de julio de 1994.
En un relato que causó lágrimas a varios de los presentes, García, quien también lloró al rememorar el hecho, dijo que 14 de las víctimas de la acción que se le endilga al régimen de la isla eran familiares suyos que quería abandonar Cuba, en busca de mejores oportunidades en los Estados Unidos.
“Todos los que cometieron este crimen pululan indemnes por las calles de La Habana.
Ahora los niños que fallecieron juguetean con los peces de colores allá abajo, mientras las algas marinas les sirven de manto”, dijo.
Más adelante agregó: “No son seres perdidos ni olvidados, aunque todavía están bajo las aguas del litoral cubano. Nunca nos dieron los cadáveres. No se dónde están mis familiares. ¿Dónde están? Ellos claman justicia desde el fondo del mar”.
Testimonios entregados por algunos de los 31 sobrevivientes indican que embarcaciones del régimen cubano embistieron al remolcador mientras que les lanzaban agua a presión a las personas que se encontraban en la cubierta, incluyendo a mujeres y niños.
En el mismo tono poético, García sostuvo entre sollozos: “En la tierra hay un viejo canoso [se refería a él mismo] que acusa a los que cometieron este hecho de barbarie. Yo creo en la justicia, y esta justicia sacará a los míos del fondo de coral y Poseidón los dejará marchar hacia la eternidad”.
En la audiencia de la Comisión Justicia por Cuba también se escucharon los testimonios de algunos expresos políticos cubanos, que recordaron los “momentos duros” que tuvieron que pasar en cárceles de la isla por las que llamaron “condenas injustas”.
El opositor cubano Jorge Luis García Pérez Antúnez envió una carta al acto de ese comité en la que denunció que el régimen no le permitió salir de la isla para asistir a la VIII Cumbre de las Américas.
“Hoy no nos permiten estar ahí porque temen que los presentes y los medios de prensa escuchen el desgarrador testimonio sobre mi hija de tan solo 10 meses de nacida, Alejandra García Rivaflecha, a quien la dictadura priva del derecho de obtener la ciudadanía cubana a pesar de ser hija de padres cubanos y de ambos residir dentro de Cuba”, acotó.
Crímenes del castrismo en Venezuela En el caso de Carlos Ortega, el líder sindical venezolano describió en detalle cómo el dictador Hugo Chávez entregó Venezuela a la dictadura cubana y cómo, de manera paulatina, las fuerzas militares de la isla antillana fueron “tomando posesión” en el país sudamericano.
Según su testimonio, “el año pasado en Venezuela mataron a más de 140 jóvenes que gritaban libertad para todos, lo que constituye un crimen de lesa humanidad que debe ser investigado y condenado por la justicia internacional”.
Y agregó: “Estos militares cubanos, uniformados como si fueran de la Guardia Nacional de Venezuela, actuaron despiadadamente, contra las marchas de calle que se realizaban a diario en el país”.
Finalmente, Ortega sostuvo que los cubanos en Venezuela son unos “invasores” que hay que “sacar de nuestro territorio [Venezuela] a como dé lugar. Venezuela es de los venezolanos, no de los cubanos del régimen”.
Los gobiernos latinoamericanos han elegido un enfoque pragmático en sus tratos con Washington: prefieren tolerar las idiosincrasias de Trump sin someterse a sus exigencias, a menudo desmedidas.
ANSIEDAD EN LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS
PETER HAKIM y MICHAEL SHIFTER — WASHINGTON
Aunque quizás sea justificada por los trágicos sucesos en Siria, la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de no asistir a la Cumbre de las Américas, que inicia el 13 de abril en Lima, fue desalentadora para los líderes de América Latina y el Caribe. Es probable que la perciban como la confirmación de la prolongada indiferencia de Trump hacia la región. Su discurso provocador y políticas erráticas ya han enturbiado las relaciones interamericanas y han dejado inquietos a los mandatarios del continente.
Algunas decisiones de la Casa Blanca han sido criticadas como abiertamente hostiles con América Latina, como la orden de enviar tropas de la Guardia Nacional a la frontera con México y la cancelación de programas que protegen de la deportación a millones de inmigrantes. La obsesión de Trump de construir un muro fronterizo ha sido particularmente desconcertante. También ha incomodado la amenaza del gobierno estadounidense de rehacer las reglas del comercio internacional, la imposición de gravámenes proteccionistas y la posible cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que lleva vigente 25 años.
Los intentos de Washington por revivir la fallida “guerra contra las drogas” no han sido bienvenidos. Lo mismo sucede con la postura intransigente hacia Cuba, una actitud que, en buena medida, ha revertido la apertura del expresidente Barack Obama, celebrada a lo largo de la región y que llevó hace tres años a Raúl Castro a su primera Cumbre de las Américas. Se espera que acuda de nuevo en esta ocasión.
Debido a la escasez de gestos o iniciativas alentadoras por parte del gobierno de Estados Unidos, no sorprende que, según un estudio de Gallup, solo el 16 por ciento de los latinoamericanos aprueban la gestión de Trump, apenas una fracción del 62 por ciento que aprobaba de Obama durante el primer año de su gobierno.
Un factor que enturbia aún más las aguas son las alertas que han hecho sonar algunos altos funcionarios en Estados Unidos sobre el protagonismo de China en la región, algo que ha avivado recuerdos incómodos de una era distante en la que Washington consideraba a América Latina su “patio trasero”. Muchos en la región se preguntan si el nuevo equipo del gobierno de Trump a cargo de las relaciones exteriores —de más mano dura que antes— querrá actualizar la Doctrina Monroe y así Estados Unidos se otorgue a sí mismo la autoridad para intervenir en la soberanía de los países de América Latina.
Washington insiste en que Estados Unidos sea el “socio de preferencia” de la región, al tiempo que ignora que los vínculos económicos y diplomáticos de América Latina ya son diversos y globales y que China —no Estados Unidos— es el principal socio comercial de América del Sur. Seguir por esa línea resultará ofensivo para mandatarios como el argentino Mauricio Macri o el chileno Sebastián Piñera, ambos empresarios exitosos y ahora presidentes.
Aún así, pese a la confusión y la desconfianza compartida ante las políticas y las intenciones de Estados Unidos, casi todos los gobiernos latinoamericanos han elegido un enfoque pragmático en sus tratos con Washington: prefieren tolerar las idiosincrasias de Trump sin someterse a sus exigencias, a menudo desmedidas. Los líderes de la región no están dispuestos a correr el riesgo de perder el enorme y rentable mercado estadounidense y el acceso comercial, tecnológico y financiero. Pero la ausencia de Trump en Lima dejará a la región aún más insegura respecto al futuro de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina.
Sí, es una buena noticia que el vicepresidente Mike Pence acuda en su lugar, pero no es lo mismo que contar con la presencia de Trump. Los presidentes latinoamericanos quieren tener la oportunidad de conversar directamente con el mandatario de Estados Unidos, como lo han hecho sus antecesores en cada cumbre de las últimas dos décadas.
Que Trump no participe en la cumbre ha reducido las expectativas de que Estados Unidos y América Latina encuentren un modo de lidiar con el único tema donde parece haber interés común: el desastre que rodea a Venezuela. La profunda crisis venezolana se ha convertido, aunque tarde, en una preocupación para casi todas las naciones del continente. Es la prueba más importante de la capacidad de la región para la acción conjunta, pero hasta el momento solo se han generado acuerdos limitados. La sugerencia improvisada de Trump de hacer uso de la “opción militar”, en agosto de 2017, fue rechazada de inmediato en la región.
El encuentro en Lima le da a los gobernantes del hemisferio la oportunidad excepcional de discutir cara a cara qué es lo que hace falta para crear un esfuerzo regional constante y sostenido, algo que ningún gobierno puede realizar por sí solo, para presionar al gobierno venezolano a que modifique sus destructivas políticas sociales y económicas y para que permita una apertura política significativa. También se requieren acciones urgentes de parte de los países de la región para responder a las necesidades que trae consigo el cada vez mayor influjo migratorio desde Venezuela. Tan solo en los últimos dos años un millón de venezolanos han huido de su país. Esta acción concertada no es tarea sencilla dadas las divisiones entre las naciones, la falta de cooperación entre Estados Unidos y América Latina y las fracturas de la oposición venezolana.
Había muchas razones para esperar poco de la cumbre. La ausencia del presidente Trump no era una de ellas hasta esta semana.
Es difícil considerar una oportunidad similar en el futuro cercano para que los líderes del continente logren aunque sea un modesto avance para frenar la erosión de las relaciones interamericanas y, con ello, pongan en marcha un enfoque concertado apara detener la implosión venezolana.
Peter Hakim es presidente emérito y analista sénior del Diálogo Interamericano, una organización enfocada en políticas y liderazgo del continente. Michael Shifter es presidente de la misma organización.