El régimen cubano repite su guión en Lima:
Dice que 'no negociará nada ni cederá un milímetro'
El régimen cubano "no negociará nada de sus asuntos internos ni cederá un milímetro de sus principios", dijo este sábado el canciller cubano Bruno Rodríguez en un desafiante discurso en la VIII Cumbre de las Américas, reporta.
Rodríguez, quien encabeza la delegación castrista en el foro continental, que termina este sábado en Lima, dijo que el régimen "no aceptará amenazas ni chantaje del Gobierno de Estados Unidos".
La Habana considera intromisión en sus asuntos internos cualquier crítica a la situación de los derechos humanos, la falta de libertades y democracia en la Isla.
Esta es la segunda vez que el Gobierno cubano, suspendido en 1962 de la Organización de Estados Americanos (OEA), participa en una Cumbre de la de las Américas. Raúl Castro encabezó la delegación que acudió en 2015 a la de Panamá, pocos meses después del anuncio del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos.
El Gobierno cubano se ha negado hasta ahora a regresar a la OEA, lo que le permite mantenerse al margen de las exigencias democráticas del organismo. Sin embargo, no ha rechazado asistir a citas como las de Panamá y Lima, donde su delegación se ha dedicado a boicotear foros y a expresar su intolerancia hacia opositores, exiliados y críticos como el secretario general del organismo regional, Luis Almagro.
El canciller Rodríguez dijo ante los jefes de Estado que acudieron a Perú que los progresos alcanzados durante la Administración de Barack Obama dejaron patente que la relación con Washington "es posible y beneficiosa para ambos países y para todos en el hemisferio".
Se quejó de que tras la llegada de Trump a la Casa Blanca se ha endurecido el embargo de Estados Unidos al que calificó de "política genocida, obsoleta y fracasada".
La Habana suele culpar al embargo de las "privaciones" que sufren los cubanos y dice que "viola los derechos humanos". No menciona la desastrosa estrategia económica del castrismo ni el férreo control del Partido Comunista y sus brazos represivos.
Rodríguez dijo que "crece también el aislamiento del Gobierno de Estados Unidos en todo el mundo, en la propia población estadounidense".
Asimismo, afirmó que "sufre total descrédito" el "pretexto para reducir el personal de las embajadas y afectar el derecho a viajar de cubanos y estadounidenses" debido a los misteriosos ataques sufridos por personal diplomático estadounidense en La Habana.
El origen de esos ataques, que provocaron problemas de salud a los funcionarios norteamericanos, aún se investiga. Washington decidió evacuar a la mayor parte de su personal en la Isla alegando que el Gobierno cubano había sido incapaz de protegerlos. Esto dejó la embajada en La Habana funcionando bajo mínimos y sin poder emitir visados.
Sobre el próximo 19 de abril, cuando se constituirá la Asamblea Nacional que debe "elegir" al sucesor de Raúl Castro en la Presidencia, Rodríguez dijo que los cubanos también conmemorarán "firmes, seguros y optimistas" la fallida invasión de bahía de Cochinos impulsada por Estados Unidos en 1961.
El canciller del régimen salió además en defensa de Nicolás Maduro. Dijo que su exclusión de Lima es una "afrenta a todos los pueblos de América y un retroceso histórico impuesto por" Estados Unidos.
"Como la voz de Venezuela, estamos aquí para defender su libre determinación y para reiterar la invariable solidaridad de Cuba con la unión cívico militar bolivariana y chavista del pueblo venezolano", dijo el funcionario.
Deseó "éxitos" al Gobierno de Nicolás Maduro, aliado de La Habana, en las elecciones presidenciales de mayo, unos comicios cuya legitimidad cuestiona la mayoría de los países americanos y que recibieron duras palabras de oradores como los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Colombia, Juan Manuel Santos, y Chile, Sebastián Piñera, quienes pidieron desconocerlos.
Rodríguez no desperdició la ocasión para atacar a Almagro, uno de los más fuertes críticos de los regímenes de La Habana y Caracas. Calificó a la OEA y a su secretario general de "meros instrumentos de Estados Unidos" con el objetivo de "restablecer la dominación imperialista, destruir la soberanías nacionales con intervenciones no convencionales, derribar Gobiernos y restaurar a escala continental el neoliberalismo salvaje".
El funcionario cubano dijo que "se usa la lucha contra la corrupción como arma política" y demandó la libertad del expresidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva, que ingresó este mes en prisión para cumplir una condena de 12 años por corrupción.
"Hoy existe el peligro del retorno al uso de la fuerza, la imposición indiscriminada de medidas coercitivas unilaterales e incluso de golpes militares cruentos", afirmó y añadió que la región "sigue siendo saqueada, intervenida y vilipendiada por el imperialismo norteamericano".
Señaló prevalencia de la corrupción "entre gobiernos y políticos conservadores", aunque justamente el Gobierno del aliado cubano Maduro es acusado de ser uno de los más corruptos de la región.
"Se promueve el odio, la división, el racismo, la calumnia, la xenofobia y la mentira", afirmó Rodríguez, y añadió que "proliferan las tendencias neofascistas" y "se prometen muros y deportaciones masivas".
Rodríguez, insultado por las críticas de Pence a La Habana y Caracas
Más tarde Bruno Rodríguez rechazó lo que consideró "referencias insultantes a Cuba y a Venezuela" y "actitud humillante hacia América Latina y el Caribe" por parte del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Rodríguez hizo esas manifestaciones en respuesta a la intervención de Pence en la Cumbre de Lima.
El funcionario estadounidense, quien fue el último en hablar, calificó al régimen cubano de dictadura y lo acusó de secuestrar la libertad de los ciudadanos de la Isla.
El vicepresidente de Estados Unidos "parece mal informado, ignora la realidad, oculta la verdad. Quiero preguntarle directamente si la Doctrina Monroe guía o no a su Gobierno en su política hacia América Latina", dijo el canciller.
Además, reprochó a Pence sus críticas al Gobierno de Venezuela y a Nicolás Maduro, algo "nada democrático, cuando (Maduro) ha sido excluido (de la cumbre) y no está aquí para responderle", opinó Rodríguez.
Acusó a Washington de "los abusos más brutales contra los derechos y la dignidad humana" en los últimos cien años.
"La convivencia entre Estados Unidos y Cuba es posible, productiva y puede ser civilizada. Pero para eso no espere que Cuba ceda un milímetro de sus principios ni ceje en su empeño de construir el socialismo", afirmó el funcionario.
En su discurso ante el plenario, Pence defendió las relaciones con Latinoamérica.
"Nuestras naciones está unidas por geografía, historia y la aspiración de libertad", afirmó.
Pence trataba de disipar así los temores de los países de la OEA sobre un nuevo proteccionismo estadounidense o barreras que perjudiquen sus intereses políticos y comerciales.
"América primero no quiere decir América sola", subrayó el vicepresidente.
En la parte más crítica de su discurso describió como "despóticos" y "tiránicos" a los regímenes de Cuba y Venezuela.
"Mientras hablamos, un cansado régimen comunista continua empobreciendo a su pueblo, y niega los derechos más fundamentales en Cuba", afirmó.
En cuanto a Venezuela, atribuyó toda la responsabilidad de la crisis a Maduro, de quien dijo: "Prometió seguridad y el país es un caos".
"Bajo el régimen de Maduro, Venezuela es un estado fallido. Estados Unidos no se quedará inerme mientras Venezuela se desploma", insistió.
El vicepresidente mantuvo el viernes una reunión con disidentes venezolanos, y describió la huida de ese país como "el mayor éxodo en la historia del hemisferio".
"Estados Unidos y sus socios deben estar preparados para hacer más, mucho más, por el pueblo de Venezuela", advirtió y dijo nuevamente que Maduro impide la entrada de ayuda humanitaria por "no aceptar que hay una crisis".
En un mensaje a la disidencia venezolana y al régimen de Maduro aseguró: "no descansaremos hasta que haya libertad en Venezuela".