Un policía jubilado de Texas evita la cárcel tras haber asesinado a una persona homosexual al afirmar haber actuado en legítima defensa en una estrategia conocida como «gay panic», todavía vigente en los Estados Unidos.
Matar a una persona homosexual en los
Estados Unidos es gratis con la defensa del «gay panic»
El pasado martes, 25 de abril, un oficial de policía jubilado de Austin (Texas), James Miller, es declarado culpable de homicidio por negligencia criminal por la muerte en 2015 de Daniel Spencer. A pesar de que se enfrentaba a una pena de entre dos y diez años de prisión, según la sentencia emitida por el juez este miércoles, 26 de abril, no entrará en la cárcel al haber sido sentenciado a seis meses de prisión, que no cumplirá debido a que no tenía antecedentes por delitos graves, teniendo que cumplir 10 años en libertad condicional, teniendo que abonar los gastos del juicio y más de 10.000 dólares a la familia de la víctima en restitución y cumplir 100 horas de servicio comunitario además de pasar un programa para controlar el consumo de alcohol. Su víctima era homosexual y Miller ha testificado que lo mató en defensa propia por entrar en «gay panic» después de que tratara de darle un beso.
Una vez retirado del Departamento de Policía de Austin, Miller decide dedicarse a su hobby: la música, para lo que se une a una banda de jazz que se reúne habitualmente en casa de uno de sus miembros, Spencer, saxofonista de 32 años de edad. Según la versión de Miller, en septiembre de 2015, al finalizar una de estas reuniones, cuando se estaba preparando para irse, Spencer trata de darle un beso. «Sólo le hice saber: ‘hey, no soy gay’», afirma Miller, quien se sintió intimidado por el hecho de que Spencer era más alto y joven que él y se mostraba airado tras ser rechazado mientras avanzaba de forma agresiva con un vaso en la mano: «sentí que me iba lastimar», por lo que decide apuñalarle dos veces con un cuchillo, provocándole la muerte. «Creo que maté a alguien… Lo apuñalé », declara Miller cuando se entrega a la policía dos horas después, alrededor de las 3:45 de la madrugada, siendo acusado de asesinato.
En el juicio, Miller ha afirmado que actuó en defensa propia al haber entrado en lo que se denomina «gay panic», un tipo de defensa que es legal en los Estados Unidos, salvo en los estados de Illinois y California, a pesar de las reivindicaciones de los defensores del colectivo LGBT y una resolución de la American Bar Association para que se prohíba este tipo de defensa discriminatoria. Charlie Baird, abogado principal de Miller, manifestaba estar sorprendido por una sentencia que concluye que actuó en defensa propia y le exime de los cargos de asesinato y homicidio. A pesar de la sentencia, Matthew Foye, fiscal del caso sostiene que todo se trata de una estrategia de defensa porque Spencer nunca amenazó a Miller ni tenía ninguna intención de lastimarle, llegando el propio Miller a testificar que nunca llegaron a pelear.
«Esto es algo del más oscuro de los tiempos, basado en la idea de que si un hombre gay golpea a un hombre heterosexual, entonces el hombre heterosexual puede hacer lo que quiera, incluso un homicidio», declara D'Arcy Kemnitz, directora ejecutiva de la Asociación de Abogados LGBT ante una sentencia que ha causado indignación entre los defensores del colectivo LGBT al interpretar que la ley otorga a las personas no heterosexuales un trato de ciudadano de segunda clase, convirtiendo en víctima a un agresor, enviando un terrible mensaje a los miembros marginados de la sociedad.