MALUMA
Tendencias en barbas y bigotes para esta primavera
Muchos son los especialistas del mundo de la belleza que dan por muerta la barba, pero lo cierto es que parece tener recorrido para largo. No hay más que echar un vistazo a nuestro alrededor para ver cómo resiste. Cierto es que el hecho de dejar crecer el vello facial ya no es primordial como ha ocurrido en los últimos años aunque sí continua siendo una fórmula estética muy demanda y hasta una forma de expresión para determinados hombres. “Está cambiando mucho, por fin ha terminado el tema hipster y ahora se lleva mas la barba más apurada y más corta, y lo mas atrevidos se vuelven a afeitar”, relata Andrea Varini, barbero de One o Nine. “Hay una inversión de la tendencia y la gente busca un estilo propio sin ser conforme a una sola moda”, prosigue.
Precisamente es esa versatilidad y adaptabilidad a los diferentes rostros y gustos lo que le convierte en opción perfecta para experimentar y jugar a mostrar distintas facetas de uno mismo. “Cada cara, cada cliente, cada tipo de barba es diferente, si tuviésemos que generalizar podríamos decir unos cuatro tipos mayoritarios: la barba de una semana (olvidaos de la barba de 3 días) que es corta y bien marcada, la barba de una semana dejada crecer un par de semanas más pero cuidada, la que es larga y más cuadrada siguiendo las formas de la cara y luego la barba veterana que el cliente lleva meses cuidando y solo quiere limpiar un poco para seguir creciéndola”, enumeran desde el equipo de la Barbería del Norte, quienes afirman que “todo el que puede llevarla y le crece, por lo menos, la intentará llevar”.
A estas cuatro versiones que más se dejan ver en las calles se añade una tendencia evidente que pasa por una estética más relajada: “las longitudes, sobre todo en las zonas laterales y posteriores, están dejando de ser tan agresivas (muy rapadas e incluso afeitadas a navaja) y están dejando paso a cabellos con algo más de longitud, de esta forma el cliente tiene muchas más opciones a la hora de peinarse. En cuanto a la zona superior, jugamos más con una longitud extrema, siempre consiguiendo la textura ideal en cada caso”, cuenta Alberto Hernández, fundador y director de Malditos Bastardos Barbería.
Temporada nueva, ‘grooming’ nuevo
La llegada del buen tiempo siempre invita a un cambio de imagen. No tiene por qué ser radical, darle un aire diferente a tu melena puede ser suficiente para salir del letargo en el que puedes haber entrado después de meses de hibernación en los que quizá la pereza ha hecho mella en tu estilo. Lo mismo ocurre con el vello facial, el cual juega un papel importante con el cambio de estación ya que se suele tender hacia la practicidad: “Normalmente en verano el hombre por un tema de calor e higiene lleva una barba más corta que en invierno que tiende a taparse y jugar más con el bigote”, argumenta Varini.
Sí, has leído bien, aunque parecía imposible ver un bigote más allá del mes implicado en el movimiento ‘Movember’, hay algunos atrevidos que sí se animan a dejarse crecer el pelo solo por encima del labio. Un contrapunto estético para las cejas que puede suavizar las mandíbulas más prominentes y crear equilibro en un rostro que también ganará en virilidad. Pero, como explica Hernández, no vale cualquiera: “los bigotes están cobrando fuerza, pero eso sí, un bigote tiene que llevarse con estilo, clase y un puntito canalla”. “Se suelen ver mayoritariamente dos tipos de bigote, el fino y con formas cuadradas y el más poblado aunque recortado excepto en las puntas, donde aplicamos cera y doblamos hacia arriba, estilo francés”, aseguran desde la Barbería del norte.
El mantenimiento, clave
Uno de los requisitos indispensables para todo aquel que luzca barba es su cuidado. Al igual que la piel o el cabello, el pelo facial también necesita un mínimo de atenciones para que éste se vea impecable y no sufra. Lo exige durante todo el año pero la primavera y el verano lo hacen aún más imprescindible como ilustran los profesionales de la Barbería del Norte: “durante el verano experimentamos cambios de temperaturas más bruscos, ya sea al entrar y salir de locales acondicionados, al bañarse o con la sal del mar, todo esto hace que la piel se reseque más y que no tenga la suficiente hidratación e higiene debajo de la barba.
Cuando cuidamos nuestra barba lo que realmente estamos haciendo es cuidar la piel de debajo para que el vello crezca sano y fuerte”. Hidratar y nutrir se convierten por tanto en dos verbos que cumplir a rajatabla con la ayuda de aceites y bálsamos específicos, así como la visita obligada a barberías expertas. Solo así se logrará presumir de esa pulcritud que la barba merece como elemento diferenciador.