Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: EL PLACER DE LA SOLEDAD
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: CAMPESINO2  (Mensaje original) Enviado: 29/07/2018 18:37
Nuestra agenda, incluso en vacaciones, ha de incluir un tiempo para estar con nosotros mismos, sin móviles y sin televisión.  La ciencia ha comprobado que la soledad nos permite valorar más lo que tenemos.
 
EL PLACER DE LA SOLEDAD 
           PILAR JERICÓ - EL PAÍS
Somos animales sociales, ya lo decía Aristóteles. Necesitamos a los otros para vivir y para darle sentido a lo que hacemos. Pero también necesitamos estar con nosotros mismos, sin interrupciones, sin móviles o redes sociales y sin nada que implique ruido externo. No hablamos de la soledad profunda, que nos aterra, sino de un tiempo para reflexionar, que nos ayuda a ser más exigentes, más creativos y más felices. Casi nada. Veamos por qué es beneficiosa y cómo conseguirlo.
 
Primero, saber convivir con la soledad nos hace más libres. Cuando nos angustia estar a solas, nos agarramos como un clavo ardiendo a relaciones que pueden ser nocivas o a planes que en el fondo no nos gustan, pero que nos alivian. En la medida que sabemos convivir a solas con nosotros (que no estamos hablando de ir de ermitaños, que es otra cosa), podemos ser más exigentes con los que nos rodean y por supuesto, nos ayuda a conocernos más a nosotros mismos.
 
Segundo, la ciencia ha comprobado que la soledad nos permite valorar más lo que tenemos. Allá por los 90 Reed Larson, profesor de desarrollo humano de la Universidad de Illinois, llevó a cabo un estudio con adolescentes en el que se les pedía que llevaran un buscapersonas. Durante unos días tenían que decir con quién estaban, qué hacían y cómo se sentían. El estudio demostró que cuando estaban solos se encontraban más tristes pero, curiosamente, después de dicho tiempo cuando volvían a estar en compañía sus indicadores de felicidad aumentaban más comparativamente. De algún modo, podemos decir que la soledad actúa como una brújula, que nos hace valorar más lo que tenemos o, como resume Larson, “actúa como una medicina amarga".
 
Y por último, nos ayuda a desarrollar más nuestro talento. Los grandes científicos no hubieran llegado a sus conclusiones si no hubieran tenido espacios para desarrollar su trabajo a solas. Incluso, los líderes más admirados necesitan asumir la soledad en la toma de determinadas decisiones que no siempre se entienden, pero que son necesarias, según el análisis publicado en Harvard Business Review. Si no dedicamos tiempo al trabajo en solitario, será difícil que todo nuestro potencial se desarrolle, porque la presión de grupo no siempre ejerce un impacto positivo en nosotros.
 
En definitiva, si cierta soledad es buena, necesitamos poner un paréntesis al entorno y aprender a estar con nosotros mismos. Por ello, deberíamos hacernos una pregunta sencilla: ¿cuánto tiempo pasamos al día sin que el mundo o las obligaciones nos distraigan? Nuestra agenda incluso de vacaciones ha de incluir un tiempo para estar con nosotros mismos, sin móviles, sin televisión. El objetivo es no crear una soledad guiada por redes sociales o por la tele, sino un tiempo que nos permita reflexionar, disfrutar de nuestras aficiones, hacer deporte o simplemente, no hacer nada. Y aunque no se entienda por quienes nos rodean o estemos en medio de un jaleo inmenso, necesitamos defenderlo con la pareja, la familia o los amigos. Solo así seremos capaces de conocernos mejor, de descansar y de disfrutar más de las personas que están a nuestro lado.
 
FUENTE:  EL PAÍS



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados