Se celebra la primera boda gay de la familia real británica

Esto sí es ser una familia bien avenida y acorde a los tiempos. Lord Ivar Mountbatten, primo de Isabel II, se convirtió este sábado en el primer familiar de los Windsor en contraer matrimonio con otra persona de su mismo sexo. Y si este hito no era suficiente para demostrar los cambios imparables que experimenta la sociedad, y que hasta la tradicional familia real británica va admitiendo poco a poco, la persona que le acompañó hasta el altar fue su exmujer, Penelope Thompson, de quien se separó hace algo más de dos años tras 16 años de casados y tres hijas en común.

 

Lord Ivard levantó una gran polvareda en la sociedad británica cuando después de su separación realizó declaraciones públicas de cómo había luchado contra sus inclinaciones sexuales durante su matrimonio. El sábado culminó pública salida del armario, casándose con James Coyle, en una ceremonia íntima celebrada en la capilla de su finca de Devon, en el sur de Reino Unido, a la que asistieron 60 personas.

 

Entre los invitados, además de su exesposa, se encontraban las tres hijas del matrimonio y un grupo de amigos y familiares íntimos. A pesar de que se esperaba la presencia de Eduardo de Wessex, hijo de Isabel II, finalmente no fue posible por problemas de agenda. El conde de Wessex sí estuvo, sin embargo, en la primera boda de Lord Ivard hace 24 años y ha sido uno de sus mayores apoyos en su camino para normalizar sus inclinaciones sexuales desde que hizo pública su homosexualidad hace dos años. En ese momento se tuvo que enfrentar a toda una campaña que daba material para los tabloides británicos, poco acostumbrados a visibilizar personajes gays entre los royals.

 

El siguiente paso es esperar si en medio de esta modernización de una de las institución reales más antiguas de Europa será posible que James Coyle pueda recibir el título de Lord una vez oficializado su matrimonio con Lord Yvar. De momento este proceso no es posible pero desde 2013 está en el aire el proyecto de Ley de Igualdad que recoge, entre otras medidas, que cualquier socio civil pudiera recibir la titularidad de su cónyuge.