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General: HAPPY HALLOWEEN- LOS ORIGENES DE ESTA FIESTA
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Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: cubanet201  (Missatge original) Enviat: 31/10/2018 17:04
 
                        
 
  
HAPPY WALLOWEEN 2018
¿Cuál es el origen de la calabaza de Halloween?
Las calabazas y otras hortalizas eran colocadas en las ventanas de las casas para ahuyentar al diablo

El uso de las calabazas es una de las tradiciones más famosas de Halloween. La talla de este fruto tiene su origen en las leyendas y las tradiciones de los pueblos celtas de Escocia e Irlanda. Aunque es una costumbre muy arraigada en Estados Unidos, donde este fruto es muy habitual, la famosa Noche de Brujas o Halloween ha llegado a todos los países del mundo.  Cuenta la leyenda que hace muchos, el diablo fue a buscar a un tacaño granjero irlandés, llamado Jack. Precisamente era la Noche de Halloween.
 
El diablo tenía la clara intención de llevarse su alma por estafador. Sin embargo, el granjero logró engañarlo y atraparlo. A cambio de su libertad el diablo prometió que «jamás lo volvería a buscar».
 
Al cabo de varios años, Jack murió pero fue rechazado en el cielo y al llegar al infierno el diablo tampoco quiso recibirlo, y lo condenó a deambular por los oscuros caminos del purgatorio.
 
Antes de irse, Jack le pidió un último favor: una luz que pueda alumbrar su camino. Entonces, el diablo le entregó una brasa. El granjero cogió uno de los nabos que llevaba en su bolso, le hizo un hueco y colocó la brasa dentro de los tubérculos.  Desde entonces, en Irlanda se hizo popular la historia de Jack of the Lantern (Jack el del farol).
 
¿Por qué las calabazas?
Con la llegada de inmigrantes irlandeses a Estados Unidos, la celebración cobró gran importancia y se convirtió en una tradición. Sin embargo, al no haber una plantación de nabos, pero sí un exceso de calabazas, los estadounidenses decidieron cambiarla.
 
Desde entonces se tallan rostros terroríficos en las calabazas, lo que supone una diversión para los más pequeños. Estas hortalizas eran colocadas en las ventanas de las casas para, según narran las creencias, ahuyentar al diablo.
 
Origen de Halloween
Halloween (contracción de All Hallows' Eve, 'Víspera de Todos los Santos'), también conocido como Noche de Brujas o Día de Brujas, es una fiesta de origen celta que se celebra internacionalmente en la noche del 31 de octubre, sobre todo en países anglosajones como Canadá,Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido, y, en menor medida, en otros lugares como España y Latinoamérica. A pesar de pertenecer al mundo anglosajón, en Australia1 y Nueva Zelanda no se observa esta costumbre tanto como en los demás países.
 
Sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain que deriva del irlandés antiguo y significa fin del verano y a la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre. Se trata en gran parte de un festejo secular, aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. Losinmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa.
 
El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado y está fuertemente ligado a símbolos como la jack-o'-lantern. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.
 
En los países de Latinoamérica se acostumbra a salir por la noche con los niños más pequeños disfrazados a pedir dulces y cantando. Los mayores suelen acudir a fiestas nocturnas después de llevar a los más pequeños a pedir dulces. También para los niños se hacen fiestas,
 
La tradición romana
Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya se celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa de losárboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones.
 
Institucionalización del Halloween por la Iglesia católica
En una época en la que predominaban las festividades «paganas», 7 los papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad católica (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 2 de noviembre.
 
Expansión a Norteamérica
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos y Canadá, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los jack-o'-lantern (calabaza gigante hueca con una vela dentro) [cita requerida], inspirada en la leyenda de «Jack el Tacaño».
 
Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.
 
Origen del Trick-or-Treat
Originalmente el truco o trato  (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de jack-o'-lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro (y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas[cita requerida], el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta).
 
Realmente, aunque se ha generalizado la traducción «truco» en castellano por el inglés «trick» y «trato» literalmente por «treat», en el caso del «Trick-or-treating» no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo «susto o dulce» o «travesura o dulce».
 
Actualidad
Hoy en día, Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense y canadiense. Algunos países latinoamericanos, conociendo aún esta festividad, tienen sus propias tradiciones y celebraciones ese mismo día, aunque coinciden en cuanto a su significado: la unión o extrema cercanía del mundo de los vivos y el reino de los muertos. En Europa son muchas las ciudades en las que los jóvenes han decidido importar el modo con el que Estados Unidos concibe Halloween celebrándolo con fiestas y disfraces. Aunque en algunos lugares, como Inglaterra, la fiesta original ha arraigado de nuevo.
 
El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en elcine estadounidense. La imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio, ha quedado grabada en la mente de muchas personas.
 
En esa noche los espíritus visitaban las casas de sus familiares, y para que los espíritus no les perturbasen los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela en recuerdo de cada difunto los espíritus no molestaban a sus familiares, si no era así los espíritus les perturbaban por la noche y les hacían caer entre terribles pesadillas.
 
Comida
Dado que Halloween coincide con la temporada de la cosecha de las manzanas cada año, las manzanas de caramelo (conocidas como manzanas acarameladas fuera de Norteamérica), y las manzanas dulces son comunes durante las fiestas.
 
Las manzanas de caramelo se les daban comúnmente a los niños, pero la práctica se desvaneció rápidamente en la estela de rumores generalizados de que algunos individuos incrustaban objetos como clavos y cuchillas de afeitar en las manzanas en los Estados Unidos. Si bien hay pruebas de este tipo de incidentes, son muy raros y nunca han dado lugar a lesiones graves. Muchos padres suponen que estas prácticas atroces fueron exageradas por los medios de comunicación. En la cumbre de la histeria, algunos hospitales ofrecían gratuitamente rayos X para los niños en Halloween, con el fin de encontrar evidencia de manipulación. Se conocen pocos casos de intoxicación por caramelos manipulados.
 
Los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «truco o dulce» o «travesura o dulce» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dancaramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
 
DESFILE DE HALLOWEEN NEW YORK CITY 2018 BAJO MÁXIMA VIGILANCIA DE NYPD
En momento de mucha tensión en el país, se espera que al menos 2 millones de personas asistan al evento en la Sexta avenida.
 
El emblemático ‘Village Halloween Parade’, considerado el mayor evento público participativo de la nación, ha estado atrayendo a millones de personas de todo el mundo durante los últimos 44 años. Sin embargo, la edición 45, que se realizará este miércoles, llega en un momento de mucha tensión en el país, luego que un tiroteo dejara 11 personas muertas en Pittsburgh, Pensilvania, y varios sobres con artefactos explosivos fueran enviados a diferentes ciudades, incluida la Gran Manzana.
 
Para los oficiales del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), la seguridad de los asistentes al desfile, que tendrá lugar en la Sexta avenida desde la calle Spring hasta la calle 16, es ahora más que nunca un asunto primordial.
 
Así lo indicó este martes el comisionado del Policía James P. O’Neill, durante una conferencia en el Centro de Operaciones Conjuntas en One Police Plaza, en la cual anunció una serie de medidas especiales para mantener a los neoyorquinos seguros durante la celebración de Halloween, sobre todo, teniendo cuenta que se cumple un año del atentado en la zona de Tribeca, que dejó ocho muertos y 12 heridos luego de que una camioneta arrollara a varias personas que circulaban por un carril de bicicletas.
 
“Es nuestro compromiso mantener a todos los ciudadanos seguros durante esta celebración y por eso miles de oficiales estarán resguardando a todos los asistentes”, dijo el Comisionado. “Recuerde que si ve algo extraño, avísele a un oficial de policía para que lo investigue”.
 
El NYPD recordó que, pese a que el evento se realizará de 7:00 p.m a 10:30 p.m., la Sexta avenida será cerrada para peatones a partir de las 4:00 p.m. y para vehículos desde las 6:00 p.m.
 
Según los organizadores del desfile, anualmente asisten más de 2 millones de personas, “una reunión que deja un impacto positivo en la vida económica de Nueva York, que atrae a la ciudad a cientos de miles de turistas y unos $90 millones en turismo, brindando a las empresas y restaurantes de Greenwich Village la mejor noche del año”.

Parte de la información pertenece a  Wikipedia -   El Diario NY 
 

                               



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Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: cubicheporelmundo Enviat: 31/10/2018 19:25
   
 
DÍA DE MUERTOS  - HALLOWEEN
 
El origen oculto de Halloween, el ritual prohibido de los druidas celtas que Roma reprimió por su brutalidad Ni calabazas, ni caramelos. Esta celebración tiene su origen en el Samagín, una festividad en la que se llevaban a cabo sacrificios humanos para adivinar el futuro y -según la tradición- el mundo de los vivos y los muertos quedaba irremediablemente conectado.
 
Ni caramelos, ni calabazas sonrientes, ni niños felices. Lo que a día de hoy llamamos Halloween no guarda ninguna relación con la fiesta en la que hunde sus raíces. Una celebración celta llamada Samhain o Samagín en la los druidas rendían culto al dios de la muerte a través de la barbarie y la crueldad. De hecho, tan brutal era aquel festejo que, cuando las legiones romanas llegaron a la antigua Britania, decidieron prohibir una buena parte de sus ritos.
 
Desde entonces, los retazos de aquella primitiva fiesta se han ido transformando a lo largo de los siglos. Tanto que, a día de hoy, existen decenas de versiones sobre lo que ocurría en el Samagín. Lo que sí está claro es que en aquella fiesta los druidas llevaban a cabo sacrificios humanos con el objetivo de adivinar el futuro. Algo que no resulta extraño atendiendo a lo que el mismo historiador Cornelio Tácito señaló en sus escritos: «Consultaban a los dioses en las palpitantes entrañas de los hombres».
 
Celtas y druidas
A día de hoy, se desconoce el momento exacto en el que el Samagín empezó a celebrarse. Tan solo se sabe que tenía como protagonistas a los hechiceros britanos y que ya se practicaba antes de la conquista romana de las islas. La cual comenzó con Julio César en el año 55 a.C. y acabó de materializarse en el 43 con Claudio. Independientemente de la fecha concreta, todas las fuentes coinciden en que la fiesta giraba alrededor de los druidas, los sacerdotes del pueblo celta.
 
Un pueblo que, como bien señalan los autores John Ankerberg y John Weldon en su libro «Facts on Halloween», vivía en el norte de Francia y las Islas Británicas. «Era un pueblo que practicaba las artes ocultas y adoraba a la naturaleza, a la que atribuía cualidades animísticas o sobrenaturales», determinan los espertos.
 
El arqueólogo e historiador decimonónico Henri Hubert determina en su obra «Los celtas y la civilización céltica» la importancia que tenían para este pueblo los druidas. Según sus palabras, eran un punto central sobre el que se apoyaba la sociedad. De hecho, añade que la mencionada civilización se mantenía unidad -entre otras tantas cosas- gracias a ellos. La razón principal era que se encargaban de contentar a los temidos dioses. «Eran una clase de sacerdotes expresamente encargados de la conservación de las tradiciones», sentencia el experto.
 
Pero los druidas eran únicamente los guardianes de las temibles deidades, sino que también eran los médicos del pueblo. Así lo afirma el divulgador histórico Manuel Velasco Laguna en «Breve historia de los celtas». Obra en la que explica que basaban sus rituales de curación en las plantas que recogían en el bosque. Por si fuera poco, también hacían las veces de cirujanos. «Los arqueólogos han encontrado herramientas muy similares a las usadas hoy en día con las que practicaban cesáreas y trepanaciones», completa el experto.
 
Al parecer, esta mezcla de hechiceros y líderes espirituales se encargaban primero de buscar la razón de la dolencia «detectando» las alteraciones a través de la piel para, posteriormente, solventar el problema expulsando -entre otras cosas- con conjuros a los demonios del interior del cuerpo. «Silicio nos habla del canto druídico curativo refiriéndose a él como una forma de apaciguar el alma y lograr que el enfermo se reestablezca de sus males», explica Pedro Palao en «El libro de los celtas».
 
Samagín y Belenus
Como pueblo que basaba una buena parte de su existencia en la naturaleza, los celtas daban una importancia suma a los ciclos estacionales. Para ellos, el año se dividía en dos grandes épocas: el invierno y el verano. La primera, asociada con la muerte; la segunda con la vida. Y, para conmemorar el paso de una a otra, celebraban dos fiestas en honor a los respectivos dioses a los que asociaban cada una de ellas. «Los celtas adoraban al dios sol (Belenus) especialmente en Beltane, el primero de mayo. Y adoraban a otro dios, Samagín, el dios de la muerte o de los muertos, el 31 de octubre», determinan los autores de «Facts on Halloween» en su obra.
 
De la segunda fiesta que se llevaba a cabo en honor de esta deidad es de la que proviene el actual Halloween. Según afirman la mayoría de las fuentes, el festival de Samagín duraba tres días y tres noches y en él se conmemoraba el «inicio de la estación muerta del año, en la cual campos y seres vivos dormían a la espera de la próxima primavera». Al menos, según lo eplica la doctora en historia Margarita Barrera Cañellas en su tesis «Halloween, su proyección en la sociedad estadounidense».
 
Creencias
Las creencias de los druidas afirmaban que, en la noche del 31 de octubre, Samagín convocaba a los muertos para que pasasen «al otro lado». Es decir, del mundo de los fallecidos, al de los vivos. Sin embargo, estos espíritus podían llegar al «más acá» de dos formas diferentes atendiendo a si habían sido «buenos» o «malos» durante los últimos meses.
 
Si el dios consideraba que no habían cumplido con sus deberes, hacía que se reencarnasen en animales tras el ocaso. Por el contrario, aquellos que habían obrado acorde a lo que quería la deidad eran libres de visitar a sus familiares con su forma humana y pasar unas horas en sus antiguos hogares antes de regresar al limbo.
 

Y brutalidad
«Los druidas o clase sacerdotal celta encendían nuevos fuegos centrales en las colinas como símbolo del renacimiento de la Naturaleza y de la vida durante la noche de Samhain. En estos nuevos fuegos se quemaban principalmente ramas de roble, árbol sagrado para los celtas, y ofrendas de frutos, animales e incluso seres humanos. Al día siguiente en las cenizas y restos de huesos calcinados los druidas leían el futuro de la comunidad en el nuevo año que comenzaba», completa la doctora en historia en su obra.
 
Estas fogatas eran encendidas con todo tipo de objetos que los jóvenes reunían en los días previos a la celebración. ¿Cómo lo hacían? Mediante una tradición que se mantiene en la actualidad: pidiendo materiales de casa en casa para la gran hoguera.
 
Los fuegos eran un elemento central de la celebración, pues se creía que con ellos se lograba espantar a los espíritus malignos que, enfadados por haber sido castigados por el dios de la muerte, se dedicaban a hacer tretas a los vivos. «La gente se ponía grotescas máscaras y danzaba alrededor de la gran fogata pretendiendo que eran perseguidos por los malos espíritus», completan los autores ingleses.
 
Con todo, las gigantescas fogatas y las máscaras no era lo único que primaba durante esta festividad. Además de todo ello, esta fiesta era considerada un momento propicio para pedir por los espíritus de los fallecidos y para practicar la magia y las artes adivinatorias. Esta última praxis era realizada por los druidas, quienes consideraban que podían averiguar el futuro usando vegetales... o sacrificando seres humanos a los dioses. Una barbaridad que, a día de hoy, ha caído en el olvido durante la noche de Halloween.
 
Adiós a Samagín
La barbarie de Samagín continuó hasta el siglo I d. C., cuando los romanos llegaron hasta Britania de manos de Claudio y sus legiones Augusta, Hispana, Gemina y Valeria Victrix. Después de pisar tierras isleñas, estos «civilizaron» la festividad erradicando los sacrificios humanos. En su lugar, cambiaron a los condenados por efigies. Posteriormente, y en un intento de romanizar todavía más la celebración, la cambiaron por el festival de Pomona (en honor de la diosa de las manzanas y el otoño). La fiesta aceptada, pero el pueblo jamás olvidó sus creencias.
 
Con el paso de los años, y usando como vía de entrada la civilización romana, la Iglesia Católica trató de dar una vuelta de tuerca más al festival para acabar definitivamente con las creencias celtas. Así fue como, en el año 610, el Papa Bonifacio IV instauró la fiesta de los «Mártires Cristianos» el 13 de mayo.
 
«Esta medida no tuvo mucho éxito, por lo que en el siglo VIII d.C. el Papa Gregorio III, implantó la fiesta de los Mártires Cristianos el día 1 de Noviembre, haciéndola coincidir de esta forma con la fecha de la celebración de Samhain, y más adelante, el Papa Gregorio IV amplió esta celebración a todos los santos del panteón cristiano», añade la experta. En esos años fue cuando se cambió el nombre del festival a «All Hallow's Eve», término que derivaría posteriormente en el actual Halloween.
 
CÓMO HALLOWEEN DERROTÓ A TODOS LOS SANTOS
 Samhain era una vieja tradición celta que, en la noche del 31 octubre al 1 de noviembre, conmemoraba el final de la temporada de cosechas y el principio del largo invierno en las regiones nórdicas. Como muestrauna apasionante exposición que puede verse actualmente en el British Museum de Londres, no existe una definición clara e inequívoca de lo que significa la cultura celta y se trata más bien de objetos artísticos asociados a diferentes pueblos del norte de Europa. Cuando Roma, donde también se celebraban fiestas relacionadas con el final de la temporada de cosechas y la llegada del otoño, entró en contacto con aquellos pueblos adoptó su conmemoración.
 
Como tantas otras festividades, se asentó en nuestro calendario en ese momento crucial en que el cristianismo se convirtió en la cultura dominante en Occidente y las fiestas paganas se fueron adaptando lentamente al nuevo orden. Recibió el nombre de Día de Todos los Santos y está dedicada a todos aquellos mártires que no tienen una fecha concreta en el calendario y, de paso, a todos los difuntos familiares. Halloween es una derivación de All Hallows' Eve que quiere decir precisamente víspera de Todos los Santos.
 
Sin embargo, en ese difuminado mundo celta, sobre todo en Irlanda, muchas viejas tradiciones paganas perduraban, como poner una luz dentro de un nabo para espantar a los espíritus basándose en una vieja leyenda. Allí las tradiciones católicas se mezclaban entre las brumas con historias mucho más antiguas. La hambruna de la patata provocó una emigración masiva de irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX y así cruzaron el Atlántico y se adaptaron aquellas antiguas tradiciones (el nabo se cambió por una calabaza, mucho más frecuente en tierras americanas).
 
Con el nacimiento del consumo masivo en Estados Unidos fue convirtiéndose en una fiesta cada vez más popular, con millonarias ventas de disfraces —ponerse máscaras procedía de las viejas tradiciones celtas y el objetivo era espantar a los diablos que llegaban con la larga noche que se avecinaba— y de caramelos —el famoso truco o trato, otra costumbre celta para mantener entretenidos a los espíritus malévolos con pequeños regalos.
 
ALEGRES CEMENTERIOS
La celebración del Día de los Muertos toma elementos de las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca donde los indígenas hacían una gran fiesta en la primera luna llena del mes de noviembre, para celebrar la terminación de la cosecha del maíz. Ellos creían que ese día los difuntos tenían autorización para regresar a la tierra, a celebrar y compartir con sus parientes vivos, los frutos de la madre tierra y que la muerte no era el final de la vida, sino simplemente una transformación.
 
El Día de Muertos es una de las fiestas más representativas de la cultura mexicana, declarada patrimonio inmaterial por la Unesco en 2003. Arranca el 31 de octubre (cuando regresan del más allá las almas de los niños), continúa el 1 de noviembre (el turno de los adultos) y concluye en la madrugada del 2 de noviembre, cuando los muertos se despiden de los vivos hasta el año siguiente. En Oaxaca, Morelia, Aguascalientes, Los Mochis, Cholula, Real de Catorce, Malinalco, Pátzcuaro, Mixquic o Cuetzalán, las calles se llenan del perfume y amarillo intenso del cempasúchil, la flor de los muertos, una variedad de camelia que se utiliza para ­adornar los altares de difuntos y las lápidas de los cementerios, a los que se acude con ánimo festivo y ofrendas de calaveras de azúcar, velas, flores, pan de muerto, papel de colores y cuencos con agua para las almas sedientas. Desde 2015, en Ciudad de México se celebra además un desfile multitudinario.
 
Los símbolos cobran la fuerza de lo que representan y por eso, si contemplamos la imagen tétrica de una calavera, inmediatamente, nos abordará la idea del fin, de la conclusión final e inevitable o del peligro. El ser, despojado de la carne que le humanizó, pasa a ser recuerdo, pasado, se convierte en la calavera que evidencia lo efímero de nuestra presencia en este mundo. Y como las ideas necesitan de sus representaciones para hacerse valer, la presencia de la idea de la muerte la garantiza la imagen del cráneo pelado y huesudo. Pero, mira tú por dónde, la capacidad que tenemos de ironizar, la facultad de forzar la realidad hasta llegar a darle otra vuelta de tuerca y la posibilidad de usarla como instrumento para alejar lo que nos mortifica, se hace visible en México, la tierra donde, contra todo pronóstico, la calavera se convierte en la imagen que se mofa del temor más íntimo de hombres y mujeres, convirtiéndose así en una herramienta cotidiana que glorifica la vida. La Catrina, como se denomina en México la calavera, se multiplica como ser prolífico por todos los rincones, habiéndose convertido desde hace tiempo en objeto de culto para diseñadores, sirviendo de modelo para pintores o motivo de ornamento predilecto para quienes esculpen figuras de porcelana, que luego se venden como adornos en las mueblerías y tiendas de decoración. Se ven por doquier esas insólitas imágenes de calaveras a las que se ha despojado, a golpe de color, de lo que pudieran tener de espeluznantes y que ahora lucen, divertidas, tanto en las camisetas que se venden en las tiendas de ropa o de souvenirs, como trazadas con tinta sobre la piel de jóvenes que se las tatúan queriendo hacerle un guiño burlón al destino irreparable.
 
ALEGRES CEMENTERIOS
El Día de Muertos es una de las fiestas más representativas de la cultura mexicana, declarada patrimonio inmaterial por la Unesco en 2003. Arranca el 31 de octubre (cuando regresan del más allá las almas de los niños), continúa el 1 de noviembre (el turno de los adultos) y concluye en la madrugada del 2 de noviembre, cuando los muertos se despiden de los vivos hasta el año siguiente. En Oaxaca, Morelia, Aguascalientes, Los Mochis, Cholula, Real de Catorce, Malinalco, Pátzcuaro, Mixquic o Cuetzalán, las calles se llenan del perfume y amarillo intenso del cempasúchil, la flor de los muertos, una variedad de camelia que se utiliza para ­adornar los altares de difuntos y las lápidas de los cementerios, a los que se acude con ánimo festivo y ofrendas de calaveras de azúcar, velas, flores, pan de muerto, papel de colores y cuencos con agua para las almas sedientas. Desde 2015, en Ciudad de México se celebra además un desfile multitudinario. Isidoro Merino
 
Su nombre surgió de la feminización de El Catrín, un personaje larguirucho, vestido de forma elegante con pantalón a rayas, con bombín y bastón, que era como se engalanaban los hombres de clase social alta a quienes gustaba presumir y exhibirse, mientras paseaban por las calles del centro histórico de la Ciudad de México. Nos hemos trasladado a la época de la presidencia de Porfirio Díaz, oscuros tiempos de cuando los militares mantenían las voluntades bajo su control. Era poco antes de que asomara el siglo XX con sus aires revolucionarios. Tan populares se hicieron los vanidosos señores que hasta su imagen llegó a formar parte de un juego de cartas muy popular en México al que se denominaba Lotería y cuyas cartas representaban los diferentes ámbitos de la cultura popular del país.  La Catrina, como se denomina a la calavera, se multiplica como ser prolífico por todos los rincones, habiéndose convertido desde hace tiempo en objeto de culto para diseñadores, sirviendo de modelo para pintores o motivo de ornamento predilecto para quienes esculpen figuras de porcelana, que luego se venden como adornos en las mueblerías y tiendas de decoración. Se ven por doquier esas insólitas imágenes de calaveras a las que se ha despojado, a golpe de color, de lo que pudieran tener de espeluznantes y que ahora lucen, divertidas, tanto en las camisetas que se venden en las tiendas de ropa o de souvenirs, como trazadas con tinta sobre la piel de jóvenes que se las tatúan queriendo hacerle un guiño burlón al destino irreparable.
 
Así, de México para el mundo, vino esa descarnada cabeza con gesto sarcástico y socarrón, que nos sonríe obligatoriamente, recordándonos lo que su primer creador, José Guadalupe Posada, decía: “La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera”.
Juan Luis Cano es periodista, escritor y humorista            
 
      Nota:
El Desfile de Halloween de  Nueva York es el más grande y mejor en todos los Estados Unidos este año se celebra el sábado..Los estadounidenses gastan para ese día más de $6 billones de dólares en difraces, targetas y dulces para los niños.
 
Fuente: ELPAÍS                  


 
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