Las películas de Icíar Bollaín nos han hecho viajar a Katmandú, a las selvas bolivianas de Cochabamba y a varios pueblos fascinantes de España. Ahora desembarcamos en Cuba con su nuevo biopic, 'Yuli', que se estrena el 14 de diciembre y cuenta la historia del bailarín Carlos Acosta, el primer Romeo negro del Royal Ballet de Londres.
CARLOS ACOSTA
"Los cubanos son maestros en adaptarse"
MERITXELL-ANFITRITE ÁLVAREZ
La directora madrileña Iciar Bollaín nos lleva a partir del 14 de diciembre a Cuba con Yuli, un biopic sobre Carlos Acosta, el bailarín que empezó mendigando break dance en barrios marginales de La Habana y acabó por triunfar en la Royal Opera House de Londres con su papel de Romeo.
¿Cómo es la Cuba de 'Yuli'?
Es la Cuba de los años 80, que Carlos recuerda con nostalgia, al igual que muchos cubanos. Fue una etapa en que había poco pero suficiente y para todos; cada trabajador tenía sus vacaciones en un camping o un hotelito, y sus necesidades básicas cubiertas. Para Carlos, es además un tiempo de libertad total, en un barrio de las afueras de La Habana, casi en el campo, donde andaba a su aire todo el día, buscándose la vida, robando mangos para venderlos y comprarse una entrada de cine, o bailando break en las competiciones callejeras. Su juventud coincidió ya con el Periodo Especial, tras la caída del muro y de la Unión Soviética, cuando la ayuda cesa y empieza uno de los momentos más duros de la historia cubana reciente: los apagones de luz son eternos, escasea la comida, la gasolina... La primera vez que yo estuve en Cuba fue justo al inicio de esta crisis económica.
¿Cuál es tu lugar preferido en la isla?
De La Habana me encanta el barrio del Vedado: hay casas de los años 20 y 30 que son verdaderas obras de arte, y sus calles son muy fáciles de pasear, por ese dibujo tan racional en cuadrícula que hicieron los norteamericanos. El Malecón, además del espectáculo del mar -a veces con unas olas impresionantes-, tiene el espectáculo de los habaneros, que se reúnen ahí al caer la tarde para charlar, bailar, beber o simplemente estar. Del resto de la isla conozco poco, porque la mayor parte de las veces he ido a trabajar y no me ha quedado tiempo para mucho más. Pero algunos sitios donde sí he estado y me han parecido muy bellos son el valle de Viñales, en Pinar del Río, y Santiago de Cuba.
'Yuli' acabó como primer bailarín del Royal Ballet de Londres, ¿cuál de las dos ciudades elegirías tú para vivir: la capital inglesa o la cubana?
¡La Habana y Londres no pueden ser más distintas! Londres es un lugar donde está todo, pasa de todo, están todas las culturas... Es apasionante, pero también es una ciudad dura, y no me parece un lugar atractivo para vivir, a no ser que tengas mucho dinero, porque la vivienda es prohibitiva, el trasporte también, la comida... Y al ser todo tan caro, la vida también se limita. En La Habana hay otras limitaciones, obviamente, y también es cara, sorprendentemente cara, sobre todo para los cubanos, que tienen sueldos muy por debajo del precio de las cosas. Pero también es una ciudad vibrante, no solo culturalmente - que lo es y mucho-, sino porque está en continuo cambio. Si hay algo en lo que los cubanos son maestros es en adaptarse y en salir adelante, en "resolver" e "inventar", como dicen ellos.
Cuéntanos alguna de tus vivencias cubanas...
Ir a hacer la compra era siempre una experiencia, y eso que nosotros éramos unos privilegiados, porque teníamos el dinero para hacerla. En las tiendas nunca sabes lo que vas a encontrar, de repente no hay leche, pero hay toneladas de atún en lata. "El huevo se perdió", te dicen; pero el tomate, que también "estaba perdido", "llegó". Al final te acostumbrabas a ir con una bolsa siempre, como hacen ellos, "por si aparece algo". Hay unos puntos en la ciudad donde se puede coger wifi, pero de momento no es accesible en todas partes, y a veces "el Internet se va"; sin embargo, si hablas con cualquier habanero, descubrirás que está más al día que tú en las noticias del mundo, las últimas series o los chismes del corazón más recientes, porque está "el paquete", un disco duro de un tera de memoria con todo lo que puedes ver en la Red durante una semana. El "paquetero" lo lleva a las casas por un módico precio y ellos se descargan lo que quieren. Y así hasta la siguiente semana, en que llega el nuevo paquete.
Las raíces de 'Yuli', como las de tantos otros cubanos, están en África, ¿dónde se encuentran las tuyas?
Mis raíces están en Madrid. La familia de mi madre era de la capital y la de mi padre de Colmenar Viejo. Yo he crecido a medias, entre la urbe madrileña y el campo de la Sierra Norte, en ese paisaje de encinas y granito.
¿Cuáles son tus calles y lugares preferidos de la capital?
Madrid me gusta mucho. Hay otras ciudades en España mucho más bonitas, por supuesto, pero me parece que Madrid es muy de los que la habitan, vengan de donde vengan. Me gustan las zonas donde todavía quedan tiendas de las de toda la vida: ferreterías, mercerías, papelerías... La calle Alcalá entera, con su vida de barrio en una punta y su vida de capital en la otra, ya cerca de Sol. La Gran Vía, el parque del Oeste, el del Retiro... Y distritos a los que la inmigración les ha dado otro aspecto, como Usera o Cuatro Caminos.
¿Y cómo se encuentra una española viviendo ahora "En tierra extraña escocesa"?
Siempre hay un punto de extrañeza, pero es más que nada cultural, de incomprensión. Aunque domino el inglés, ese lost in traslation: haces un chiste al que no ven la gracia, o das un abrazo y se descolocan, o improvisas una cita y causas un caos diplomático... No hay día en que no me sienta como elefante en cacharrería. Pero Edimburgo es una ciudad bellísima, no deja de sorprenderme, por mucho tiempo que lleve allí.
Tu padre era ingeniero aeronáutico, ¿a ti también te gustan los aviones?
Mi padre siempre nos decía que íbamos a construir uno, y cuando veíamos una rueda tirada por el campo, queríamos recogerla, para montar el tren de aterrizaje... Pero mi medio de transporte preferido es el ferrocarril, sin duda; y las piernas para caminar.
¿Cómo buscas las localizaciones cinematográficas?
Algunos surgen mientras escribes el guion, al investigar. Nos ocurrió así con Toledo en Te doy mis ojos. Visitamos la ciudad varias veces para encontrarnos con una asociación de mujeres maltratadas y, a fuerza de ir, vimos que la localidad era idónea para contar visualmente nuestra historia, porque tiene una imagen muy potente, muy dramática, con su muralla, el río, la catedral... Ese peso de la Historia con mayúscula, la religión y la tradición, que también forma parte de la cultura de dominación sobre la mujer.
¿Te gusta traer 'souvenirs' de los lugares que visitas?
Sí, a veces traigo cosas, pero pequeñas, y porque me traen un recuerdo especial. De Cuba, por ejemplo, me traje una caracola de las Playas del Este, muy cerca de La Habana, adonde nos escapábamos algún domingo a nadar.
¿Dónde te apetecería rodar una próxima película?
En Edimburgo, en esas calles tan victorianas, una ciencia ficción futurista. Me parece muy divertido, pero hay que escribir el guion... Entre tanto, tengo dos proyectos en marcha, los dos en pueblos de nuestro país.
Y ya dejando al equipo de rodaje en casa... ¿cuál es el último viaje que has realizado?
He estado hace poco en Marruecos, con la familia. No lo visitaba desde hacía quince años, y me he quedado un poco asustada por el turismo masivo, aunque entiendo que aporta mucho a la economía y a la gente del país. A pesar de esto, disfruté mucho en algunos sitios, como Essaouira; también éramos muchos turistas, pero me pareció que seguía habiendo vida local más allá del selfie.
Conocido en el mundo del ballet por su papel de Romeo en el Royal Ballet de Londres, Acosta es considerado el mejor bailarín de su generación sólo comparado con el soviético Rudolf Jamétovich Nuréyev, llamado por la crítica como el mejor bailarín del siglo XX.
Este afrodescendiente cubano creció en La Habana, en el humilde barrio de Los Pinos, siendo el menor de 11 hermanos a quien "los vecinos reconocen como Yuli", así contó a Sputnik Claudia Calviño, productora del filme que se estrena este 7 de diciembre en Cuba.
"Yuli" es un apodo con una historia simpática porque así le llamaba su padre. Él le decía Yuli porque Carlos era un ‘santo guerrero' y ese era el apodo por el que lo conocía no sólo su familia sino también todos en el barrio", explicó Calviño.
"Cuando hicimos las primeras investigaciones y fuimos a buscar las locaciones para la película, visitamos el barrio donde Carlos nació. Cuando preguntamos a los vecinos por Carlos Acosta la gente no sabía quién era, pero cuando decíamos Yuli entonces se daban cuenta de quién estábamos hablando y decían: ‘Siempre andaba por aquí mataperreando'. Fue muy simpático", comentó la productora.
La película está inspirada en la autobiografía "Sin mirar atrás", donde Acosta cuenta su historia en el ballet y la relación con su padre, quien se empeñó en que su hijo se convirtiera en un reconocido bailarín.
"Durante mucho tiempo, cuando Carlos terminó el libro, comenzó a soñar con la idea de hacer una película", comentó la productora. Así surgió el proyecto que vio la luz en manos del guionista Paul Laverty, dos veces ganador de la Palma de Oro de Cannes y habitual escritor de los filmes de Ken Loach.
Laverty se había comprometido con su esposa, la directora española Icíar Bollaín, en que el próximo proyecto lo harían juntos y de esta manera se conformó el equipo. La película se filmó entre noviembre y diciembre de 2017 en La habana y después en Madrid y en Londres, donde concluyó la grabación en enero de 2018.
"Es una película escrita y hecha con mucha libertad, básicamente la historia está contada desde el presente del bailarín, con su compañía Acosta Danza: mientras Carlos monta unas coreografías inspiradas en los pasajes que él recuerda de su infancia y juventud, la película viaja al pasado para narrar esos momentos de su vida", adelantó Calviño.
El elenco de actores cubanos cuenta con tres protagonistas que interpretan al bailarín: el niño Edison Manuel Olvera, quien muestra la simpatía infantil de Acosta, el joven Kevin Martínez, quien protagoniza la juventud y el propio Carlos Acosta, que se interpreta a sí mismo en la actualidad.
La cinta fue estrenada en octubre en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en España donde obtuvo el premio del jurado al Mejor Guión. Ahora llega a La Habana en el marco del Festival de Cine Latinoamericano donde el público cubano la espera con ansias.
"Nosotros vivimos un momento muy intenso en San Sebastián con el estreno de la película, yo realmente sentí una emoción muy grande y el propio Carlos estaba muy emocionado y hasta el público del Festival. Todo fue muy lindo. Pero qué te voy a decir, Cuba es el lugar donde yo quiero ver la película", expresó la productora emocionada.
Calviño contó a Sputnik cómo se siente el entusiasmo en La Habana con el estreno de la cinta. "Tenemos todos mucho entusiasmo, yo siento que hay un revuelo tremendo en la ciudad alrededor de la película, todo el mundo habla de eso. Creo que va a ser un momento muy lindo", aseguró.
A pesar del éxito en San Sebastián, la crítica local señaló falta de contexto político en la cinta. Sobre este aspecto Calviño comentó que "siempre hay mucha polaridad cuando se habla de Cuba, uno siempre está como obligado a tener una postura social y política, antes de hablar de un tema. Yo creo que una de las cosas lindas que tiene esta película es justamente que cuenta la vida de este niño, del amor de una familia y el amor por su país más allá de la política".
"Esta es una película sobre la vida de una persona que extraña a su familia, a su país, al lugar donde nació y su arraigo, porque a veces hay distintos tipos de historias. Un joven que quiere volver porque ha podido trascender muchísimas fronteras y se ha convertido en una de las figuras más importantes del ballet mundial", concluyó la productora.
"Yuli" se estrena en La Habana a las 01:00 (GMT) en el Teatro Karl Marx, el coliseo de los grandes acontecimientos de Cuba con capacidad para 5.500 personas.
MERITXELL-ANFITRITE ÁLVAREZ, MADRID 2018
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