Todos los empleados del gobierno estadounidense en Cuba que sufrieron síntomas misteriosos —incluidos mareos, insomnio y dificultad para concentrarse— después de escuchar un extraño sonido agudo tenían algo en común: daño en la parte interna del oído que es responsable del equilibrio. Así lo afirmaron los primeros médicos que examinaron a los funcionarios después de lo ocurrido.
Dos años después de que los estadounidenses apostados en la Embajada de Estados Unidos en La Habana comenzaron a experimentar un fenómeno peculiar, los médicos de la Universidad de Miami publicaron un artículo científico que confirma lo que estos pacientes han dicho desde el principio: su padecimiento es real. No es el resultado de la histeria masiva ni una respuesta a la cobertura noticiosa ni una reacción al estrés de ser evacuados, como los médicos cubanos habían sugerido.
“Estas personas sufrieron lesiones”, dijo Michael E. Hoffer, director del Programa Vestibular y de Equilibrio de la universidad y autor principal del estudio. “No estamos seguros de cómo ocurrió. La lesión dio como resultado daño auditivo y algunos problemas para las facultades de pensamiento”.
Lo sucedido a las veintiséis personas afectadas parece salido de Star Trek: sus vidas cambiaron después de solo unos minutos de escuchar un sonido agudo, a menudo acompañado de una sensación de alta presión descrita como un “campo de fuerza” que sintieron en sus casas y en habitaciones de hotel en Cuba a lo largo de varios meses a partir de finales de 2016. En algunos casos, el sonido acabó con sus carreras diplomáticas.
El mareo y los problemas cognitivos que surgieron a continuación —entre ellos insomnio severo y náuseas al usar una computadora— fueron tan intensos que por lo menos un empleado del Departamento de Estado afectado prefirió jubilarse de manera anticipada. Otra persona que experimentó un fenómeno similar en China se dio de baja. El Departamento de Estado no especificó cuántas personas regresaron a trabajar.
Los médicos dijeron que ya se ha podido identificar una lesión específica por el daño y que esto significa que los pacientes podrían ser tratados con terapia física. Aún no está claro si la lesión es permanente.
El estudio, publicado en la revista Laryngoscope Investigative Otolaryngology, es el primero en documentar los primeros síntomas de un misterio médico que comenzó en Cuba y dañó las relaciones entre ese país y Estados Unidos. (El misterio quizá se haya extendido a China; en mayo de 2018 una persona en el consulado de Cantón presentó síntomas similares a los observados en Cuba). Los médicos hallaron que todas las personas afectadas —en un inicio se creyó que por un ataque sónico, después desmentido— tenían daños al otolito, el órgano que se encarga del equilibrio y la sensación de gravedad.
Los médicos descubrieron que era poco probable que los diplomáticos afectados y los agentes de la CIA hubieran sufrido lesiones cerebrales traumáticas. Un análisis anterior de la Universidad de Pensilvania sugirió que los pacientes mostraban señales de lesiones cerebrales traumáticas sin haber experimentado jamás una contusión.
El estudio de la Universidad de Miami, a decir de los doctores, es el único que documenta los exámenes médicos que se hicieron a los afectados poco después de que se escucharon los sonidos, y antes de que se publicaran los informes al respecto en medios o se hicieran las reclamaciones de compensación de los trabajadores y pudieran haber afectado los resultados. El estudio no ofrece ninguna teoría sobre qué causó las lesiones, pero Hoffer, especialista en contusiones, dijo confiar en que ahora los médicos podrán identificar el padecimiento y tratarlo.
Hoffer explicó que los pacientes habían descrito la sensación de estar rodeados por un “campo de fuerza” que podían sentir físicamente. Algunos habrían prolongado su exposición al origen del sonido que los afectó al caminar por la zona buscándolo. Quienes estaban en la habitación de hotel o sus casas indicaron que el sonido cesó cuando abrieron sus puertas.
“Ellos tienen la teoría de que fueron blanco de un ataque, porque los estaban siguiendo y porque, en algunos casos, las otras personas que vivían en su casa no se vieron afectadas”, señaló Hoffer, un veterano de la marina que aún cuenta con autorización de seguridad del gobierno federal.
Los médicos analizaron a veinticinco pacientes y a diez de sus compañeros de casa, además de otras cien personas apostadas en Cuba pero que no mostraron esos síntomas. Los pacientes fueron atados a una silla giratoria en una habitación pequeña sin luz, mientras unos anteojos especiales registraban los movimientos de sus ojos. Los médicos después analizaron si mantenían el sentido para identificar qué estaba hacia arriba y qué hacia abajo.
“Lo que notamos es un daño universal a los órganos de gravedad en el oído”, explicó Hoffer. “El oído tiene muchos órganos distintos encargados del equilibrio —dos de ellos para dar cuenta del sentido de la gravedad— y todos presentaban daños en las personas estudiadas”.
El médico añadió que, después de sufrir una lesión de ese tipo, los pacientes dedican tanta energía a intentar mantener el equilibrio de sus cuerpos que quedan agotados.“Ese tipo de desgaste no deja energía ni para recordar dónde pusiste tus llaves”, dijo Hoffer.
Bonnie E. Levin, directora de neuropsicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami, examinó a un subgrupo de los pacientes que habían tenido problemas cognitivos. Aunque no tuvieran problemas para realizar actividades diarias, los integrantes del subgrupo obtuvieron malos puntajes en pruebas de memoria así como en exámenes para medir su capacidad de realizar varias tareas a la vez y de escuchar información con ruido de fondo.
“Todas las personas que examiné estaban bastante afectadas”, dijo Levin, y agregó que también presentaron problemas para regular sus emociones.
Una investigación del FBI y otras agencias de gobierno no ha podido determinar qué provocó estos padecimientos.
“Hasta ahora, veintiséis personas apostadas en La Habana han sido identificadas con síntomas y hallazgos clínicos confirmados médicamente, pero sin ninguna otra explicación desde finales de 2016”, señaló el Departamento de Estado mediante un comunicado.
El gobierno de Donald Trump retiró de la embajada a la mayoría del personal más de un año después de que comenzaron los episodios. Solo hay dieciocho personas en la legación de La Habana, por lo cual muchos cubanos que necesitan visas para viajar a Estados Unidos ahora deben ir a Guyana para solicitarlas.
FRANCES ROBLES, DEC. 2018