El Santuario o Iglesia de San Lázaro en El Rincón, es uno de los lugares más conocidos por todos cubanos. Es un lugar sagrado de peregrinación al que hemos ido casi todos en alguna etapa de nuestras vidas, especialmente cuando niños para acompañar a nuestros padres al hacer una petición o agradecer por una promesa hecha. El Santuario Nacional de San Lázaro es una pequeña ermita que se encuentra a orillas de un poblado llamado "El Rincón", por eso también se le conoce con ese nombre.
Está situado a 4 Km al oeste de Santiago de la Vegas, poblado de la periferia al sur de Ciudad de La Habana en Cuba.
San Lázaro es famoso, muy querido y reverenciado por los cubanos por atribuírsele milagros, curación de enfermedades graves o incurables y su ayuda ante cualquier problema en la vida, cuando se le pide o se realiza una promesa ante él, cualquiera que sea.
En 1781, cuando terminó de construirse el Real Hospital de San Lazaro, en la Caleta de Juan Guillén, el edificio constaba de dos plantas, con un frente monumental que servía de fachada a una iglesia ubicada al centro de la edificación en forma de cuadrilátero. Durante años este fue el templo visitado por los enfermos de lepra y devotos de San Lazaro o Babalú Ayè, en busca de ayuda espiritual y para dar cumplimiento a sus promesas, hasta que ambas instituciones fueron trasladas provisionalmente a Mariel, y luego al poblado de Rincon, en el municipio Santiago de las Vegas, como definitiva sede.
Al trasladarse el hospital para Rincón, como parte inseparable de este, a su entrada se erigió una sencilla iglesia, que en sus primeros tiempos fue de madera y tejas y contaba solo de una nave central, en la que por medio de falsos arcos se imitaba la existencia de otras dos laterales. En ese momento no tenía campanario, este se le construyó a principios de la década del 20 del siglo xx.
En 1936 se iniciaron las primeras obras de reconstrucción del templo gracias a las limosnas y donaciones provenientes de la generosidad pública, recaudadas por las religiosas de la orden de las Hijas de la Caridad. En los años cincuenta se edificó sobre el altar mayor una cúpula rematada por una cruz, y en los exteriores, un portal techado con cristales, que ya no existe. En 1960 quedó terminada una primera fase de ampliación.
El templo se mantuvo invariable durante casi cuarenta años, hasta que en 1990 se le construyeron las dos naves laterales con que cuenta en la actualidad, que amplían su espacio y permiten un flujo mayor de personas los días de festividad religiosa.
Su estructura actual no responde a un estilo arquitectónico definido, aunque se inspira en el barroco colonial con un ligero toque de eclecticismo. El altar mayor y los de los laterales son de estilo neogótico. Los elementos neoclásicos y románticos del altar donde está ubicado el Lázaro «milagroso» forman un conjunto ecléctico, reflejo de un fenómeno típicamente cubano.
El templo llama la atención, por la modernidad de sus líneas y su iluminación natural, sus dos pequeñas naves laterales dispuestas en forma de cruz latina cuyos brazos son dos capillas, una para el auxilio espiritual de los enfermos y la de la izquierda que acoge al altar mayor y el presbiterio. Su frente exhibe tres campanas ubicadas bajo tres arcos de medio punto, y en la parte superior del campanario, en el centro de la torre, se encuentra un reloj circular; debajo, un friso frontal con un tragaluz cuyo cristal forma una cruz. Al fondo de la iglesia hay una sacristía y un salón de juntas, y en los altos se ubican las habitaciones del capellán. La fachada tiene tres entradas con arcos de medio punto, y sus puertas, coronadas por cristales sujetos por travesaños de madera, poseen un ancho que permite la entrada y salida de grandes grupos de fieles. Alternando con estas hay cuatro ventanas, también de madera y con pequeños arcos de medio punto donde predomina el cristal. Los laterales del edificio son exactos; en ambos hay puertas y ventanas con estructuras similares a la del cuerpo central.
En el interior existen varios altares o capillas con imágenes de los santos más venerados por los cubanos. En la parte central de la nave está ubicado el altar mayor, donde halla San Lázaro obispo.El arco donde está situado el Lázaro «milagroso», que es la imagen más antigua y venerada del templo, ocupa una posición privilegiada en la capilla de la izquierda y se encuentra protegida por una urna de cristal.
En la década de los noventa del siglo XX, a propuesta del reverendo Ramón Suárez Polcari, en la Conferencia de Obispos Católicos celebrada en Puebla,mexico le fue otorgado a esta pequeña iglesia el título de Santuario Nacional. Para esta designación se tuvo en cuenta:
El número cada vez mayor de personas que asisten al lugar, tanto en ocasión de la celebración, el 17 de diciembre, como el resto del año.
Por la significación que tiene este santo en la vida de muchos cubanos; el significado que tiene dentro de la cultura nacional; el caudal histórico que hay detrás de sus muros y del hospital.
Una de las más concurridas manifestaciones de fervor religioso en Cuba es la peregrinación anual hasta el Santuario Nacional de San Lázaro, los creyentes, que confieren a este santo una gran generosidad para conceder peticiones personales y milagros, suelen asistir masivamente a pie o en cualquier medio de transporte a este lugar el 17 de diciembre, festividad de San Lázaro. Ese día, y en especial la víspera, los fieles acostumbran dar cumplimiento a sus promesas satisfechas o establecer otras, lo que puede ser, precisamente, la difícil caminata desde diferentes puntos de la capital.
En la Biblia se cuenta que Lázaro fue un pobre que vivió en Betania cerca de Jerusalén. Era hermano de María y Martha y amigo de Jesús, quien lo trajo de regreso a la vida, cuatro días después de muerto. Este es uno de los milagros más grandes de Jesucristo.
También se menciona en una parábola contada por Jesús, llamada "Lázaro y el hombre rico". Dice así:
"Había una vez un hombre rico que vestía de púrpura y finos linos y cenaba suntuosamente todos los días. Cierto día encontró tirado junto a su puerta a un pobre hombre llamado Lázaro, harapiento y mal vestido y quien gustosamente comía las migajas que caían de la mesa del rico. Incluso a este pobre leproso, los perros llegaban hasta el para lamer sus llagas".
Según la historia judeo - cristiana, después de la crucifixión de Jesús, Lázaro acompañó a San Pedro a Siria y posteriormente llegó a la isla de Chipre, donde fue elegido obispo y murió 30 años después.
También existió un obispo llamado Lázaro en el sur de Francia, lo que hace confusa la historia.
San Lázaro representa para los fieles el poder, la fuerza y la benevolencia de Dios a través de su hijo Jesucristo.
¿Por qué es famoso y venerado San Lázaro?
San Lázaro después de la Virgen de la Caridad del Cobre, es el santo más venerado por los creyentes en Cuba.
Los cubanos acuden a la iglesia a pedirle a San Lázaro por la curación de enfermedades, solución de problemas legales y por todo tipo de males, con la fe de que él les ayudará.
Algunos que toda su vida han sido ateos, ante una situación inesperada de sus seres queridos, confían en San Lázaro y se convierten en "creyentes". La iglesia de San Lázaro es católica, pero no todo los que la visitan profesan dicha religión. Muchos no son católicos pero creen en San Lázaro.
¿Quien es Babalú Ayé?
Desde los tiempos de la colonia debido a la represión y la obligación de convertirse al cristianismo, los esclavos africanos fueron identificando gradualmente sus deidades (orishas) de la religión yoruba, con los santos de la religión católica. Este método llamado sincretismo, les permitió seguir adorando sus antiguos dioses.
Babalú Ayé es un orisha yoruba que se identifica en la santería cubana con el santo católico San Lázaro. Las características de ambos, las enfermedades que curan son similares, incluso su imagen de un anciano con muletas y dos perros lamiendo sus llagas.
Antiguamente en las casas cubanas no faltaba un cuadro o imagen que lo representara así. Tradicionalmente para homenajear o agradecer a San Lázaro los penitentes o creyentes se vestían de ropa hecha con sacos.
Aun hoy en muchas casas ese día, aunque los que vivan en ella no acudan al Rincón, se enciende una vela o un algodón en un plato con aceite.
El culto a Babalú Ayé o el San Lázaro de las muletas y los perros, fue prohibido en el año 1919, lo que arraigo aún más la tradición y la hizo transmitirse por generaciones. Hoy sigue totalmente vigente y el Santuario del Rincón es visitado todo el año por todo tipo de personas de todas las creencias y religiones, que le rinden honor a San Lázaro o a Babalú Ayé.