China, en un inexperado compromiso con los derechos humanos, acaba de aceptar las resoluciones de las Naciones Unidas que le exigen proteger los derechos de su población LGTB.
Los estados miembros de la ONU instaron a China a adoptar una legislación contra la discriminación y para promover la igualdad LGTB.
El Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU hizo cinco recomendaciones con respecto a los derechos del colectivo y, en respuesta, China aceptó los cinco. De hecho, afirmaba que ya habían comenzado a ponerse en marcha.
“Esto demuestra plenamente la determinación de China y su actitud activa y abierta hacia la promoción y protección de los derechos humanos”, escribió China en su respuesta al consejo de derechos.
La ONU también hizo recomendaciones con respecto a la libertad de expresión, las reformas democráticas y el tratamiento de las minorías étnicas y religiosas. En este caso, China rechazó la mayoría de las sugerencias.
China legalizó el sexo homosexual en 1997 y lo eliminó de la lista de enfermedades mentales en 2001. Pero, en una sociedad conservadora y orientada a la familia, muchos chinos LGTB viven en el armario. No existe una legislación contra la discriminación y el matrimonio igualitario también es ilegal.
De hecho, los últimos meses han visto un retroceso respecto a los derechos de los grupos LGTB y los activistas.
La Asociación de Servicios de Red de China (CNSA, por sus siglas en inglés) prohibió oficialmente el contenido LGTB de Internet de China en junio de 2017. La CNSA etiquetó la homosexualidad como “comportamiento sexual anormal”.
Pese a todo, los activistas LGTB en China no confían en la promesa del gobierno ya que a principios de este año, las autoridades en China cerraron dos organizaciones LGTB.
China crea la primera Fundación para la recaudación de fondos LGTB
El gobierno de China ha creado la primera Fundación para la recaudación de fondos para la población LGTB. El propósito es recolectar dinero a nivel nacional para no depender únicamente de los recursos provenientes de organizaciones extranjeras.
La Fundación ha sido constituida por Padres, Amigos y Familias Lesbianas y Gays de China (PFLAG), una organización con sede en Guangzhou, cuyo propósito es defender los derechos de la población LGTB en China.
Esta Fundación de recaudación de fondos nacionales estará vinculada a la Fundación de Asistencia Social de China (CSAF), la cual está adherida al Ministerio de Asuntos Civiles. Una vez conformado el trabajo conjunto entre ambas organizaciones, la nueva fundación colocará sus fondos directamente en la CSAF.
A. Quiang, fundador de PFLAG, dijo en un comunicado: “la fundación nos permitirá recibir donaciones de todo el país. De esta manera, los grupos LGTB chinos disfrutarán de una mayor autonomía de los fondos extranjeros, y podrán funcionar de manera más efectiva”.
Las organizaciones chinas en defensa de los derechos humanos de las personas LGTB han existido durante más de treinta años, pero continúan luchando para ser reconocidas por el Estado. La mayoría de estas organizaciones reciben financiamiento de grupos extranjeros, por lo cual muchas veces el trabajo se ve afectado por la agenda de los benefactores.
“Es una señal de que el sistema de asuntos públicos del gobierno reconoce a los grupos LGTB. Para muchas organizaciones que experimentan dolores de crecimiento, es comprensible que necesiten depender de las donaciones extranjeras para sobrevivir; pero deben recordar que no tienen que estar influenciados por las organizaciones occidentales”, comentó el director de la organización Defensa de los Derechos LGTB China.
Cabe recordar que salir del armario es un “gran riesgo” en China, por lo que la mayoría de personas que forma parte del colectivo LGTB sigue en la sombra en este país.