Marck Jacobs se ha casado con su novio, el modelo y empresario Charly Defrancesco, y la boda ha sido un espectáculo increíble. Desde los novios hasta los invitados, porque parece difícil reunir a tal cantidad de celebridades en solo un acontecimiento. Pero el ‘sí quiero’ del famoso diseñador lo merecía, y nadie ha querido perderse un evento tan reseñable como el vivido este sábado en Nueva York.
Para la boda, el modisto de 55 años ha vestido un traje negro con camisa y corbata blanca. Pero lo que llama la atención del look del diseñador son todos los complementos: la cala, flor que simboliza pureza, belleza y se cree que da buena suerte, de la solapa ha sido solo un aperitivo. Ha elegido un bolso vintage de Chanel, ese mismo que no dejan las royals en recuerdo, quizá, al recientemente fallecido Karl Lagerfeld. Aunque en la pasarela es frecuente ver a hombres con bolso y en la calle alguno se atreve a llevar un típico bolso tradicionalmente femenino, Jacobs lo ha sacado de ahí para elevarlo a la categoría que este precisamente se merece: en la mano y en lugar del clásico ramo de flores.
Los zapatos, claros, tampoco dejan indiferente y hay un detalle más al que el diseñador ha dedicado una publicación en Instagram, la única de su boda en su cuenta oficial. Se trata de un pequeño pin en forma de pingüino de diamantes y ónix negros que Jacobs ha prendido de su pantalón y que también ha llevado su pareja -en la solapa de su chaqueta velvet verde- como símbolo del amor entre ambos. Porque, tal y como ha subrayado Jacobs, “los pingüinos tienen un solo compañero y una pareja de por vida. Un gran ejemplo de lealtad y fidelidad”. La valiosa figura en miniatura es regalo de Fabio Zambernardi, director creativo de Prada y Miu Miu. Porque la boda de Jacobs y Defrancesco ha sido una auténtica cumbre de personalidades de la moda.
Uno de los detalles que sorprendió a los asistentes fue el majestuoso pastel de cinco pisos que recibió excelentes críticas por su sabor.
Como detalle a sus invitados, los novios regalaron una sudadera blanca con capucha y el dibujo de dos castores en el pecho con un mensaje de agradecimiento por asistir "y hacer esta noche especial tan extraordinaria".
MARC JACOBS
Marc Jacobs nació en 1963 en Nueva York. Si algo tenía claro desde la infancia es que quería dedicarse a la moda, así que en cuanto pudo se inscribió en la Escuela Superior de Arte y Diseño para después perfeccionar sus estudios en Parsons School, la prestigiosa escuela de diseño de Nueva York.
Ya en este tiempo de aprendizaje ganó varios premios, incluyendo el de mejor estudiante de diseño del año, y antes de graduarse, en el año 1984, vendió su primera colección de ropa de punto. Ese mismo año fundó su primer negocio de moda en alianza con el que aún sigue siendo su socio, su amigo Robert Duffy (Jacobs Duffy Designs).
Inventor de la moda grunge, Jacobs pronto se hizo muy popular en Nueva York, pero la fama mundial le llegó en 1997 tras ser contratado por LVMH para dirigir el diseño de Louis Vuitton. Habían pasado 13 años desde que Jacobs fundara su empresa de moda junto a Duffy; 13 años en los que el modisto acaparó todos los premios de moda habidos y por haber.
Actualmente vive seis meses al año en París dedicado a Louis Vuitton, y seis en Nueva York, trabajando para su propia marca. Los estudiosos de la moda aseguran que el gran acierto de Marc Jacobs en Louis Vuitton ha sido trasladar el concepto de moda americano, mucho menos sofisticado que el europero, a la antiquísima casa francesa, inventado el 'lujo sensato' y sin ostentación.