Dos aves reclaman el interés actual de los cubanos: el avestruz que ha generado el mayor número de búsquedas de los cubanos de la Isla en Google por las razones que ya sabemos y el pollo que está desaparecido. Algún mago en lugar de sacar un conejo, o una jutía, de la chistera —y no es un chiste— ha metido los pollos en la misma y los ha desaparecido por completo.
¿Es que la aplicación de los capítulos que durante años estaban en suspenso de la Ley Helms-Burton han producido ese inconcebible y mágico fenómeno? Tengo mis dudas al respecto. Lo real y no por eso menos maravilloso es que el pollo está perdido sin que ninguna plaga enviada, como es habitual, por el imperio haya arrasado con la población avícola cubana.
Algún truco malévolo de los productores yanquis ha hecho desaparecer los pollos para así poderles vender más a Cuba, y no es de dudar ya que desde noviembre de 2001 le han vendido a Cuba 4.728 millones de libras de carne de esa ‘rara avis’. Además, le han vendido 49 millones de libras de pavo y 6 millones de docenas de huevos, lo cual en cuanto al pavo y los huevos en realidad no es mucho que digamos.
Pero lo realmente sorprendente es que en este año 2019, en los meses de enero y febrero Cuba le compró a esos pollicidas degenerados la cantidad exacta de 94.162.558 libras de pollo [1]. ¿Dónde se metieron? ¿Naufragaron los barcos? ¿Se los comieron los mayimbes, ellos solitos? ¿O los compraron en KFC y como se les cayó el empanizado decidieron no repartirlos? ¿Se los cocinaron a los huéspedes de la casa que renta Vilmita? No creo nada de eso posible. ¿Entonces qué pasó? Lo peor que pudiera pasar, debido a la conocida eficiencia del sistema, es que se estén pudriendo en un frigorífico sin electricidad.
Es algo preocupante ya que 94 millones de libras de pollo en una sociedad socialista en que todo se distribuye equitativamente, como ya sabemos, tocarían a 4 libras y cuarto en enero e igual cantidad en febrero, a cada una de los 11 millones de personas que disfrutan de ese sistema imparcial y justiciero, pero por razones inexplicables no ha sido así y la gente se mata cuando sacan un par de cajitas de pollo, y cuestan algo más que un ojo de la cara, se pueden imaginar.
En definitiva, el pollo está perdido y no se me ocurre otra solución al enigma, entonces ¿dónde está el pollo? Qui lo sa.