A cualquier cubano que se le diga que hoy comienza oficialmente el verano se reirá pensando que es una broma, porque el calor lleva ya varias semanas provocando sudores, malestares e insomnios en esta Isla. A pesar de que parece que llevamos meses de canícula y luminosidad, es este 21 de junio cuando viviremos el día más largo del año en el hemisferio norte y el sol alcanzará su posición más boreal.
Mientras que en otras latitudes el verano es una estación muy esperada, en Cuba genera más malestar que placer. Salir a la calle y caminar unas pocas cuadras se vuelve tremendamente complicado con las altas temperaturas y el sol pegando en la cabeza. Nos ponemos más irascibles, menos amables y rehuimos el contacto físico con otros para evitar esa "sopa de sudores" en que se transforma cualquier abrazo.
Para las autoridades también es un momento de mayor estrés, porque saben que la población se pone más molesta con los cortes eléctricos, los problemas para viajar y el desabastecimiento de productos, porque los meses de julio y agosto coinciden con las vacaciones escolares en todos los niveles de enseñanza.
Fue en un tórrido agosto de hace 25 años cuando ocurrió en La Habana la explosión social conocida como el Maleconazo y el verano ha sido, tradicionalmente, el momento de abundantes riñas callejeras, protestas más acaloradas por la demora de los ómnibus o por la falta de aire acondicionado en tiendas y oficinas. Para "poner el parche antes de que salga el hueco", los directivos de la Unión Eléctrica han anunciado que no habrá cortes de luz planificados para este verano, pero el anuncio ha sido recibido con incredulidad.
En fin, que hoy comienza la estación de la irritación.