“The Coca-Cola Company se esfuerza por la diversidad, la inclusión y la igualdad en nuestro negocio. Como un antiguo defensor de la comunidad LGBTQ, creemos que todos tienen derecho a amar a la persona que elijan”. La compañía también mostró a una pareja heterosexual para su campaña Love is Love en Hungría.
Uno de los carteles de la campaña en Hungría
CAMPAÑA DE BOICOT A COCA-COLA
La compañía afirma que el cambio se debe a un calendario previsto y no a la polémica
Hoy en día es bastante común ver cómo las marcas se vuelven un poquito más incluyentes al presentar en su campañas o comerciales a parejas del mismo sexo, dragas tras y mucho más. Sin embargo, cuando una firma como Coca-Cola se pone la camiseta de colores, el impacto es muy grande.
Desafortunadamente estas expresiones no siempre reciben el apoyo que cabría esperar; así está sucediendo en Hungría, en donde diversos grupos de políticos y civiles conservadores han reaccionado de forma violenta en contra de la campaña Love is Love lanzada por la refresquera unos días antes del festival Sziget.
Las imágenes que están colocadas en distintos espacios públicos, pero han sido difundidas principalmente a través de redes sociales en donde reciben ataques de miles de personas que ahora incluso están llamando a boicotear a la marca hasta que retire la polémica publicidad.
Al respecto, la compañía lanzó un comunicado a través del que dejó claro que no tienen intención de retirar su campaña Love is Love, y destacó que se esfuerza por la diversidad y la inclusión.
Entre las personas que han llamado a no comprar los productos de la firma, se encuentra István Boldog, representante del partido conservador Fidesz en el parlamento húngaro; también se hizo pública una petición que busca reunir 50 mil firmas con la intención de que las citadas imágenes sean prohibidas, sin embargo, según informa CNN, dicho emprendimiento no ha logrado llegar a la meta.
En las imágenes producidas bajo el eslogan "Cero azúcar, cero prejuicios", se ve a una pareja de mujeres que comparten una botella de refresco mientras se tocan las manos, y en una segunda postal, a una pareja formada por dos hombres que se abrazan. Junto con las anteriores está también la foto de un hombre y una mujer que se besan teniendo una botella entre ellos.
Coca Cola retira en Hungría los carteles criticados por la derecha homófoba
La filial local de Coca Cola en Hungría retiró de las calles carteles de parejas del mismo sexo que en los últimos días despertaron críticas homófobas en políticos y medios de derechas, aunque la compañía declaró hoy a Efe que el cambio se debe a un calendario previsto y no a la polémica.
Los carteles donde aparecían parejas del mismo sexo disfrutando de la bebida y con el mensaje de “cero azúcar, cero prejuicios”, habían despertado una campaña de boicot contra el refresco.
La agrupación local de la organización ultraconservadora “CitizenGo”, con sede en Madrid, ha iniciado una petición online para que se retiren esos carteles de las calles, a la que hasta ahora se han sumado 35.000 personas.
Además, István Boldog, diputado del Fidesz, el partido del primer ministro nacionalista Viktor Orbán, hizo en Facebook un llamamiento a boicotear la bebida hasta que los carteles fueran retirados.
“Rechazo la campaña de carteles de Coca Cola. Hasta que no se retiren sus carteles provocadores de Hungría, no beberé sus productos. Es lo que pido a todos”, aseguró el diputado.
El cambio se debe al calendario y no a la polémica, según la empresa
La empresa informó a Efe de que el cambio de los carteles se debe a un calendario predeterminado anteriormente y ateniéndose al inicio de uno de los festivales más grandes y populares de Europa que se celebra en Budapest desde este miércoles, el Sziget.
“Es lo que planeábamos originalmente. En la primera semana de la campaña en los carteles aparecían las parejas, y desde la segunda semana, con el inicio del Sziget aparece nuestro producto de medio litro Coca Cola y Coca Cola Zero especial y de serie limitada, con una etiqueta de color arco iris, que solo se venderá en el festival”, asegura Coca Cola Hungría.
En los últimos años varios políticos gubernamentales han lanzado mensajes homófobos, como por ejemplo el presidente del Parlamento, László Kövér, equiparó en mayo a los homosexuales que quieren adoptar niños con pederastas.
Pese a ello, diferentes sondeos revelan que la tolerancia hacia la homosexualidad ha aumentado en Hungría en los últimos años y el pasado 6 de julio -por primera vez en décadas- la Marcha del orgullo gay de Budapest pudo celebrarse sin cordones de seguridad.
Este país centroeuropeo reconoce el registro de parejas del mismo sexo, pero no permite su matrimonio, que la Constitución de 2011 define como la unión de un hombre y una mujer. La legislación también excluye a las parejas homosexuales de la adopción y solo pueden hacerlo individualmente.
La cruzada de Orbán contra los gays: boicot a Coca-Cola por su publicidad 'gay-friendly'
Cuando en la Hungría de Víktor Orbán se habla de homosexualidad la polémica está servida. Tras más de nueve años en el poder, Orbán sigue siendo criticado por defensores de los Derechos Humanos y señalado como uno de los causantes de la liquidación de la democracia dentro de Europa. "Hungría es un país serio. Está basado fundamentalmente en valores tradicionales. Hungría es un país tolerante", dijo hace años el primer ministro húngaro, a propósito de un Día contra la Homofobia. "La tolerancia, no obstante, no significa que apliquemos las mismas normas para la gente cuyo estilo de vida es diferente al nuestro".
"Nos diferenciamos entre 'ellos' y 'nosotros'. La tolerancia significa paciencia, y la tolerancia significa capacidad de coexistir, que es la base de la Constitución húngara". No obstante, esta tolerancia no termina de cuajar en un país que, antes incluso de la llegada de Orbán al poder, ya había dado la vuelta a la legislación con respecto a los homosexuales: en 2015, el Tribunal Constitución del país revertió la ley sobre convicencia de parejas de hecho, empezando a marcar la diferencia entre las uniones de hecho y matrimonios convencionales, todo esto basándose en la Carta Magna Húngara, que "defiende la institución del matrimonio" definido como unión entre un hombre y una mujer".
Hace poco más de un año, la Ópera de Budapest suspendía 15 funciones del musical 'Billy Elliot' tras una campaña homófoba, patrocinada por un diario próximo a la ideología del Gobierno húngaro, en la que se advertía del riesgo de los jóvenes que acudieran a ver esta obra de teatro de "convertirse en homosexuales".
Ahora es el turno de la lucha contra otro gigante, Coca-Cola. "Cero azúcar, cero prejuicios": con este lema y el 'hashtag' #LoveisLove, muy utilizado entre la comunidad y entre todos los que tratan de luchar contra la homofobia recordando que no importa de quién estés enamorado, ha llegado el gigante de los refrescos a las vallas publicitarias en el metro y marquesinas de los autobuses de diferents puntos del país. Y no ha pasado desapercibido: el pasado viernes, el portal 'Pesti Srácok', autodefinido como "conservador y espiritualmente cristiano", y muy próximo a la ideología del Fidesz de Orbán, publicaba una opinión bajo el título: 'Budapest, rodeada por el lobby homosexual: no hay manera de escapar'. En el texto, el autor acusa a Coca-Cola de querer "seducir a los adolescentes". La crítica no se queda aquí. En otro portal próximo al primer ministro húngaro, 888.hu, se ataca a Coca-Cola de estar detrás no solo de una "propaganda agresivamente homosexual", sino también de ser responsable de la mayor parte de los desechos plásticos de todo el mundo, es decir, de la contaminación.
Más allá de las críticas de estos portales, uno de los diputados del partido de Orbán, István Boldog, ha preferido pedir acción, y ahora lidera una campaña para boicotear a Coca-Cola hasta que retiren "sus provocadores carteles de Hungría". "Yo no voy a tomar sus productos. Les pido a todos que hagan lo mismo". Tamás Dombos, director de la Sociedad Háttér, defensora de los derechos de la comunidad LGTBi en Hungría, ha explicado a la agencia Efe que esto es lo verdaderamente "inaceptable". "Lo grave en este asunto es que haya políticos involucrados. Un político responsable debe respetar la igualdad de todas las personas y rechazar estas exclusiones", señala a la agencia, a pesar de que el partido se haya distanciado, solo de manera parcial, de las opiniones de Boldog.
Este distanciamiento se hizo a través de un breve comunicado que decía únicamente: "Hungría es un país libre y cada uno puede decidir si bebe o no Coca-Cola". No obstante, su llamamiento ha tenido un resultado: más de 35.000 personas han firmado a favor de que se retiren los anuncios de Coca-Cola en la capital húngara, a través de CitizenGo, una organización internacional con sede en Madrid y contraria al reconocimiento de los derechos LGTBi. La compañía ha conocido la polémica, pero ha preferido no dar marcha atrás, en defensa de los valores de igualdad y diversidad que, sostiene, defiende. Según un comunicado enviado esta misma semana y recogido por la agencia Bloomberg, estos carteles publicitarios "realmente intentan transmitir un mensaje", el mensaje de que "todos tienen derecho al amor y que el sentimiento de amor es el mismo para todos".
¿Qué pasa con los derechos de los LGTBQ?
A pesar de los diversos posicionamientos por parte del Gobierno y de muchos de sus actores en contra de la homosexualidad, los sondeos revelan que la tolerancia hacia las personas que mantienen relaciones con otras de su mismo género ha aumentado en los últimos años. Tanto es así, que por primera vez en décadas, la Marcha del Orgullo Gay de Budapest pudo celebrarse sin cordones de seguridad. Los homosexuales en Hungría no tienen permitido el acceso a la adopción, y tampoco están permitidos los matrimonios (después de la aplicación de la ley citada anteriormente).
Sobre el papel, está prohibida cualquier discriminación por razón de orientación sexual o identidad de género tanto en el empleo como en el acceso a la vivienda, y aunque la homosexualidad no es ilegal, tiene algunas trabas por el camino. Por ejemplo, en muchos escenarios se sigue considerando la homosexualidad como una enfermedad y no existe ninguna normativa legal en vigor que prohíba las terapias de conversión en el país; tanto es así que a principios de este mismo año se emitió un programa en la televisión nacional basado en una "investigación seria" y que supuso cerca de una hora hablando acerca de los tratamientos para curar la homosexualidad.
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