El censo de cotorra argentina en Madrid ha crecido un 33% en los últimos tres años. De los 9.000 ejemplares registrados en 2016 se pasó a una media de 12.000 este año. La escalada ha sido exponencial, ya que en 2005 había solo 1.700 aves, según un estudio de la Sociedad Española de Ornitología SEO/Birdlife. Esta especie amenaza la seguridad y la biodiversidad de la capital, por ello el Ayuntamiento emprenderá en otoño de 2020 un plan para sacrificarlas hasta reducir a la colonia a apenas 500 ejemplares. Se les dará caza con redes y trampas y se esterilizarán los huevos.
Esta especie, catalogada como exótica invasora, se caracteriza por volverse agresiva con las aves autóctonas como los gorriones. La intervención pretende impedir que la colonia no siga creciendo. «El espíritu de la ley es que no hagan daño a nuestra fauna», explicó el jefe del Servicio de Biodiversidad del Ayuntamiento, Santiago Soria.
Aunque no se han detectado casos, las cotorras pueden ser portadoras de algunos agentes patógenos (zoonosis) que pueden perjudicar al humano. También pueden transmitir enfermedades a la población como la psitacosis, gripe aviar o salmonelosis, mientras que a otras aves les pueden transferir enfermedades como la de NewCastle.
Además, el peso que alcanzan sus nidos, de hasta 200 kilos, sobre las ramas de los árboles puede poner en riesgo la seguridad de viandantes. Aunque los técnicos ya advirtieron al área del problema, hasta ahora no se había tomado esta determinación para controlar la expansión de las cotorras.