Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Republicanos al borde de un ataque de nervios
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: ciudadano del mundo  (Mensaje original) Enviado: 02/11/2019 15:11
 Republicanos al borde de un ataque de nervios
Por Max J. Castro
Donald Trump tiene grandes problemas y los republicanos en el Congreso se están volviendo locos. Llegaron incluso a irrumpir en una sala de audiencias para impedir que la investigación para el impeachment continuara, pero solo lograron retrasar en cinco horas el testimonio.
 
El Partido Republicano, tradicionalmente un partido de trajes conservadores a medida y camisas almidonadas, actuó como un grupo de radicales de la década de 1960; Trump se ha apoderado de los corazones y las mentes republicanos de tal manera que su pérdida del juicio es ahora la de ellos. A diferencia de la toma de la Bastilla, el movimiento de la mafia republicana en los pasillos del Congreso fracasó.
 
Desde entonces, un testigo tras otro ha presentado hechos cada vez más condenatorios acerca de Trump y su escándalo en Ucrania. Mientras escribo esto, podría decirse con certeza que el testigo más creíble y perjudicial contra Trump, el teniente coronel Alexander S. Vindman, de uniforme militar de gala y engalanado con sus condecoraciones, incluida la medalla del Corazón Púrpura por una herida que recibió en Irak, está haciendo una declaración ante los investigadores del Congreso. Es una audiencia cerrada, para que el pueblo estadounidense no tenga la oportunidad de verla o evaluar hasta dónde los republicanos presentes están dispuestos a rebajarse y arrastrarse para obedecer la orden de Trump de defenderlo a ultranza.
 
Mi opinión: se rebajarán todo lo que sea posible, lo que en este caso es tratar de mancillar el nombre de un testigo irrefutable, un héroe por partida doble, que demostró coraje en el combate y el mismo valor al testificar en el Congreso desafiando los deseos del presidente Trump.
 
¿Qué fuerza irresistible obliga a los republicanos a humillarse así y dañar su reputación para siempre? La respuesta es más compleja que el simple miedo a sus electores rabiosamente reaccionarios; hola, Lindsey Graham. Y no es solo que los seguidores de Trump sean como participantes en un culto a la muerte del “fin del mundo”, aunque eso también es cierto. Obedecerán su versión de Jim Jones (*), lo seguirán hasta los confines de la tierra y también beberán el letal Kool Aid. Y, como muestran varios estudios, cuando las predicciones sobre el fin del mundo no se cumplen, inventan historias para convencerse a sí mismos de que todo es parte del plan. Al igual que México pagaría por el Muro, y si no es así, el Profeta tuvo razón todo el tiempo.
 
Pero debe haber algo más allá de estas influencias ciertamente poderosas que explican toda esa genuflexión republicana. Existe.
 
Aunque durante la campaña primaria Trump no fue la elección del establishment republicano, una vez que se convirtió en presidente, el partido descubrió que él era la respuesta a todos sus sueños y deseos. Él regaló miles de millones de dólares a los multimillonarios que financian sus campañas. Trump dio al Pentágono miles de millones y menos que nada para las necesidades humanas como la atención médica y la nutrición, recortando estos programas mientras aumentaba drásticamente el dinero para militares. Infinitos millones para la muerte, cero para la vida.
 
Más allá de las políticas económicas de Trump, en el frente cultural trató de hundir a los negros y a los inmigrantes. Quiso llevar a los no heterosexuales a los rincones oscuros. Él está totalmente a favor de prohibir el aborto y hacer que las mujeres queden otra vez descalzas y embarazadas.
 
Ese es el cielo republicano. Por eso los republicanos defienden a Donald Trump con tanta ferocidad. No es por amor, lealtad o principio. Saben que solo una persona sin conciencia o empatía, un mentiroso nato en serie con habilidades bien desarrolladas en el acto oscuro de la demagogia, un ser humano cruel y despiadado como Trump, podría haber promulgado una plataforma tan horrible. Como resultado, esta ha sido todo el tiempo la plataforma no reconocida del Partido Republicano, al menos desde Reagan.
 
¿Qué importan algunos crímenes graves y delitos menores en comparación con esta bonanza ideológica y material para los miembros republicanos del Congreso y sus propietarios multimillonarios o, mejor dicho, sus donantes?
 
¿Qué es la entrega de la soberanía estadounidense a países extranjeros, Rusia, China, Ucrania, a cambio de los trapos sucios políticos de un oponente en comparación con miles de millones de magnates de derecha y el placer de ver al presidente pisotear con sus zapatos de golf a negros, latinos, musulmanes, mujeres y gays?
 
A su favor, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski, demócrata y patriota, decidió no vender la soberanía de su país, incluso a cambio de misiles estadounidenses para defender a su nación contra los tanques rusos. Uno puede chantajear a muchas personas y puede comprar a muchas otras cediendo a sus deseos más profundos y ocultos, como la contrarrevolución económica, cultural y política que Trump ha regalado al Partido Republicano. Pero hay algunos a los que no se puede chantajear ni comprar. Zelenski es uno de estos. El coronel Vindnam es otro. Pero sí se puede chantajear y comprar a todo el Partido Republicano, con muy pocas y parciales excepciones.
 
El Partido Republicano, por su traición a la Constitución y al país, por su opción preferencial por los que tienen y el castigo y desdén para los que no tienen, por tratar de regresar a los tiempos de los letales abortos clandestinos y del estigma por ser gay o lesbiana, para estos y muchos otros crímenes morales, demasiados para enumerarlos aquí, merece una derrota apocalíptica en 2020. Una última golpiza política fatal sería perfecta. Enterrarlos tan profundamente que nunca más puedan salir.
 
(*) Jim Jones fue el líder de un culto estadounidense, fundador de la secta Templo del Pueblo, famosa por el suicidio colectivo (incluido el propio por un disparo a la cabeza), realizado en 1978 por parte de 917 de sus miembros en Jonestown (Guyana) al ingerir refresco envenenado, y el asesinato de cinco individuos en una pista de aterrizaje cercana, entre ellas el congresista estadounidense Leo Ryan. (Nota del Traductor)
 
Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados