Cuando su madre le pidió que le enviara la remesa mensual en dólares, Guillermo Prieto, un cubano residente en Homestead, al sur de Miami, pensó que era para comprar un electrodoméstico en las nuevas tiendas en divisas del Gobierno.
Su sorpresa fue grande, afirma, cuando la mujer, de 75 años, le habló de cambiar por la izquierda los dólares. "Siempre le enviaba 100 dólares por Western Union. Pero dice que es preferible que se los mande con mulas, porque en la calle consigue un cambio más favorable", cuenta Prieto.
La competencia del dólar, que ha sido reintroducido por el Gobierno en las tiendas creadas para competir con las importaciones privadas de electrodomésticos y piezas de autos, ha reducido el valor del CUC en un 30% en el mercado negro. Los que reciben remesas desde Estados Unidos reciben ahora más CUC por la misma cantidad de dólares, señalan varios economistas consultados.
Prieto cuenta que para que su madre recibiera 100 CUC, él debía pagar 115,99 dólares a Western Union con una comisión incluida de 12,99 dólares. El tipo de cambio oficial de Cuba frente al dólar es de 0,97 CUC. En cambio, utilizando el envío a través de mulas, solo paga 10 dólares por cada 100 y se asegura que le lleguen en billetes verdes.
Para el economista Emilio Morales, de The Havana Consulting Group, el gran perdedor con la devaluación del CUC es el Estado. "El Gobierno cubano no está recaudando los dólares que antes le entraban a través de Cadeca [la casa de cambio oficial] porque la gente prefiere cambiarlos en el mercado informal. Los dólares se quedan en manos particulares, que luego salen del país y se invierten en la compra de mercancías", explica.
Morales calcula que el Estado está teniendo "pérdidas millonarias" que se verán en el mediano y largo plazo y perjudicarán sus reservas en divisas. "Estas medidas han sido un error estratégico del Gobierno por el afán de obtener inmediatamente dólares sin pensar en los cambios estructurales que requería la economía antes de dar este paso", agregó.
El economista es el autor de un estudio que muestra el incremento de las remesas, que en 2018 ascendieron a 6.600 millones de dólares entre mercancía y divisas. El 90 por ciento de los envíos fueron realizados desde Estados Unidos. En la última década, las remesas en efectivo a Cuba pasaron de 1.447 millones de dólares en 2008 a 3.691 millones de dólares en 2018.
Irma y Luis se sienten afortunados de que su viaje a la Isla haya coincidido este noviembre con un aumento del valor del dólar en el mercado informal. A la pareja de mexicanos, que viaja con frecuencia a la Isla, le advirtieron que no vendiera sus dólares en la caja de cambio oficial del aeropuerto. "El chofer que nos ha servido en otras ocasiones nos escribió para que le vendiéramos todos los dólares que llevábamos", explica la mujer.
"Él acaba de vender un apartamento y tenía el dinero en pesos convertibles así que nos compró todos los dólares que llevamos para gastar", agrega Luis. "Nos puso un precio especial de amigos y nos compró cada dólar a 1,20 CUC", agrega. "Para nosotros fue una maravilla porque donde pensábamos perder al hacer el cambio oficial, en realidad ganamos".
"Rentamos un vehículo y además de a La Habana, en dos semanas fuimos a Varadero, Viñales y Trinidad", detalla Irma. "En todas partes nos preguntaban si teníamos dólares para vender, más veces que las que nos ofrecían tabaco". Para la pareja, que tiene amigos y una ahijada en Cuba, fue sorprendente ver esa "carrera por el dólar".
Mientras pasaban cerca de Cárdenas, un pueblo próximo a Varadero, recuerdan que "en la carretera estaban vendiendo frutas y los vendedores decían los precios primero en dólares y, solo después de mucho insistir, en pesos convertibles". Para los mexicanos, residentes en Ciudad Juárez, muy cerca de la frontera con Estados Unidos, "esa fiebre del dólar está anunciando algo".
A la hora de regresar a casa, con la aerolínea mexicana Interjet, la pareja lamentó "no haber guardado unos dólares" para poder comprar algo en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana. "Tuvimos que gastar todos los pesos convertibles antes de entrar pero después pasamos más de una hora y media en la sala de embarque sin poder comprar ni una caja de cigarros".
A Claudia, quien se dedica a transportar mercancías y efectivo de un lado a otro del Estrecho de la Florida, la devaluación del CUC le ha permitido incrementar sus negocios en divisas.
"La gente me está pidiendo más envíos de efectivo. Tengo que viajar casi siempre con 5.000 dólares que es el límite que pone Cuba", dijo en conversación telefónica con este diario.
Claudia, quien pidió no revelar su apellido por seguridad, dijo que entre los trabajadores del aeropuerto tiene a algunos de sus principales clientes.
"Voy casi todas las semanas. Cuando llego al aeropuerto ya me están esperando", cuenta. "Entrego el efectivo y recojo la ganancia de la semana pasada. Después reparto los paquetes a sus destinatarios y regreso a Miami. Todo legal sin tener que trabajar en una factoría en Hialeah para pagar la renta".
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