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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 12/12/2019 16:45 |
LA HOMOSEXUALIDAD Y LAS RELIGIONES
La relación entre la homosexualidad y la religión puede variar mucho a lo largo del tiempo y de la localización geográfica, entre diferentes religiones y sectas, y en relación a las diferentes formas de homosexualidad y bisexualidad. En la actualidad las doctrinas de las mayores religiones del mundo contrastan de manera significativa entre la denominación y actitud hacia homosexualidad.
Esto se muestra desde la desmotivación discreta sobre actividades homosexuales, hasta la prohibición explícita de la práctica del matrimonio entre personas del mismo género y la oposición social activa a la aceptación de la homosexualidad. Algunas religiones, como el cristianismo y el islamismo, afirman que la orientación homosexual es pecaminosa por sí misma. Otras, como la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa, declaran que tan solo el acto sexual es pecaminoso. Otras aceptan completamente a los homosexuales. Otras, como Radical Faeries, fomentan activamente la homosexualidad.
Algunas religiones como la cienciología o el cristianismo declaran que la homosexualidad es una enfermedad que se puede subsanar o corregir a través de fe religiosa y la práctica heterosexual.
Por otra parte, algunas voces existentes dentro de muchas de estas religiones, que ven la homosexualidad de manera más positiva, y algunas religiones liberales, como Wicca, pueden bendecir los matrimonios entre personas del mismo género. Otras observan el amor y el sexo entre miembros del mismo género como sagrado. En la Historia de la humanidad se pueden encontrar mitologías acerca del amor entre personas del mismo género.
El Antiguo Testamento, a diferencia del Nuevo testamento, no lanza una prohibición general sobre la sexualidad, sino solamente sobre determinados actos como la homosexualidad masculina, el bestialismo y la sodomía. Incluso ensalza el amor conyugal en el Cantar de los cantares.
Homosexualidad en la Biblia
Las menciones de la homosexualidad en la Biblia han influido en la consideración que se ha tenido acerca de la homosexualidad y los homosexuales en todas las sociedades donde la tradición judeo-cristiana ha arraigado. Las referencias directas a las prácticas homosexuales en la Biblia son relativamente escasas.
La Biblia (denominada Tanaj por los judíos y Antiguo Testamento por la mayoría de los cristianos) es considerada por muchos inspirada por Dios.
Los capítulos 18 y 20 del Levítico contiene los siguientes versículos: "No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto infame". (Levítico 18:22)
"Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame". (Levítico 20:13)
Tradicionalmente los dos versículos han sido interpretados como una prohibición total de las prácticas homosexuales.
Aunque la interpretación tradicional de que el pecado que causó la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra, relatado en el Génesis, fue la práctica de la homosexualidad, en el texto no se especifica, y ha habido mucha controversia en tiempos modernos sobre esta interpretación, basándose principalmente en aspectos lingüísticos. La Biblia hebrea usa la palabra kadeshah para prostituta. El significado de su forma masculina kadesh o qadesh, que es el término que se usa en este pasaje del Génesis, no está del todo claro.
Por otro lado, el relato de la amistad entre David y Jonatán del Libro de Samuel interpretado por las corrientes religiosas mayoritarias como una relación platónica, es interpretado por autores laicos como una relación de naturaleza sexual.
1:26 Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán,
Que me fuiste muy dulce.
Más maravilloso me fue tu amor.
Que el amor de las mujeres. (Samuel)
Pasajes del Nuevo Testamento
Lesbianismo: En la epístola a los romanos, 1:26-27, Pablo de Tarso escribe: "Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra naturaleza; y, de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión"
Estos versículos se han descrito como "La referencia bíblica más importante respecto al debate de la homosexualidad". Además es la única mención bíblica a la homosexualidad femenina, aunque algunos han argumentado que sólo prohíbe la homosexualidad masculina. Tradicionalmente ha sido la base de la condena de todas las prácticas homosexuales por ser la referencia más explicita e inequívoca.
Sin embargo, esta referencia que Pablo hace en romanos tiene un significado lógico sin estar condenando la homosexualidad. Primero, Pablo utiliza la palabra "dejando"; los hombres dejaron su gusto natural por las mujeres y las cambiaron por hombres, lo que se estaría refiriendo a esos hombres, heterosexuales, que tomaron a otros para satisfacer su propio placer. Además la condena sexual que Pablo escribe en Romanos comienza desde el versículo 24: "Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos". En el v.25: "Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén". Y luego viene el versículo 26, en el cual habla de las mujeres y el 27 sobre los hombres.
En la primera epístola a los corintios, 6:9-10, Pablo dice: "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios".
Este versículo también es objeto de controversia por motivos lingüísticos. La palabra traducida como "afeminados y homosexuales" durante siglos ha representado un desafío para los traductores e intérpretes y ha sido traducida de diversas maneras como "los que abusan de sí mismos con otros hombres" (KJV), "sodomitas" (YLT), o "los hombres que practican la homosexualidad".
Existe gran controversia sobre los términos originales y sus traducciones y connotaciones.
Homosexualidad y budismo
Entre los budistas existe diversidad de opinión sobre la homosexualidad. El budismo enseña que el goce sensual, el deseo en general y la sexualidad en particular son obstáculos para encontrar la iluminación (Nirvana). Las órdenes budistas contemporáneas por lo general prohíben la transexualidad y la sexualidad activa en las ordenaciones religiosas, pero aceptan la homosexualidad entre los laicos.
En contraste con varias tradiciones del budismo asiático, el Budismo en Occidente está asociado con políticas de igualdad social y libertad del individuo, en parte como resultado de una gran clase media intelectual practicante y sus raíces filosóficas en la libertad de pensamiento de la humanidad aconfesional.
Al aplicar la filosofía budista a la homosexualidad, los budistas occidentales enfatizan la importancia que Buda daba a la tolerancia y la búsqueda de respuestas en uno mismo. Buda hacía hincapié en los valores existentes en la obra completa del budismo más que en el examen específico de algunos pasajes o textos. Como resultado de ello, el budismo occidental es totalmente gay-friendly, especialmente desde la década de 1990. La interpretación de la conducta sexual errónea es una decisión individual y no puede estar sujeta a ninguna autoridad central, punto de vista que acepta a la totalidad de la población. Dentro del colectivo LGBT, personas como Issan Dorsey han sido ordenadas como monjes budistas.
El estudioso occidental Alexander Berzin propone un punto de vista interesante. Los textos budistas tradicionales fueron escritos desde el punto de vista de un hombre heterosexual. Si exploramos la intención de estos textos sobre el comportamiento sexual inapropiado, su objetivo final es eliminar el apego, deseo obsesivo e insatisfacción. Si un hombre heterosexual no es capaz de contener sus emociones perturbadas, podría tener sexo con la pareja de otra persona o con otros hombres. Podemos aplicar la misma lógica, y preguntar qué constituye apego, deseo obsesivo e insatisfacción para un hombre o una mujer homosexuales, o una persona bisexual. Por ejemplo, tener sexo con la pareja de otra persona, etc. serían acciones destructivas para estos tipos de personas también. |
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Homosexualidad y cristianismo
Entre las iglesias cristianas existe una gran diversidad de opiniones y prácticas en relación a las personas homosexuales. La mayoría de las denominaciones cristianas, y muy especialmente las mayores de ellas, la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rechazan de plano la práctica de relaciones homosexuales basándose en la tradición cristiana al respecto, como asimismo en la interpretación tradicional y literal de los textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento sobre el tema. Otras vertientes cristianas también rechazan cualquier aproximación no condenatoria al tema de la homosexualidad, entre ellas destaca la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y las denominaciones evangélicas adheridas al movimiento del fundamentalismo cristiano.
Por otra parte existen iglesias, generalmente en el ámbito protestante, que o bien son tolerantes con la homosexualidad o existe un vivo debate dentro de la denominación (la Iglesia Anglicana y algunas iglesias metodistas, bautistas y presbiterianas), o bien aceptan plenamente el hecho y la práctica homosexual e incluso bendicen uniones matrimoniales de este tipo (congregacionalistas y unitarios universalistas principalmente). Desde hace varios años se está luchando por dar a conocer interpretaciones bíblicas menos literales, más abarcativas y que van en consonancia con un espíritu menos discriminatorio de este tipo de prácticas. Un resumen de estos intentos se puede encontrar en el libro de descarga gratuita de Andrés Gioeni, primer ex sacerdote en contraer matrimonio igualitario en el mundo: "Tanto amor desperdiciado. De como ser cristiano y homosexual sin morir en el intento".
Algunas iglesias y confesiones cristianas consideran moralmente aceptable la homosexualidad, como las de la liga internacional luterana, que son las iglesias protestantes estatales de Islandia, Dinamarca, Noruega, Finlandia y la antigua iglesia estatal de Suecia. Otro ejemplo es la Iglesia Anglicana, que en 2003 designó al primer reverendo gay, Gene Robinson.
En iglesias luteranas, reformadas y "unidas" de la EKD en Alemania y Países Bajos o Suiza, y en la iglesia luterana de Suecia, se ha venido introduciendo un punto de vista diferente sobre la homosexualidad, en un sentido liberal. En estas iglesias luteranas unidas y reformadas, se permite a los homosexuales ser ministros luteranos o calvinistas, y las parejas gay son bendecidas en sus iglesias. También en algunas iglesias metodistas (Inglaterra, Canadá o Alemania) las parejas homosexuales obtienen tal bendición.
"La sexualidad humana esta reservada a dos personas en una relación de compromiso exclusivo. Sin embargo, el tema fundamental en el cual nuestras iglesias pueden diferir es que el propósito y objetivo de la sexualidad humana también se puede aplicar a relaciones entre personas del mismo sexo y a relaciones heterosexuales fuera del matrimonio. Federación Luterana Mundial, 200".
En la iglesia anglicana se ha venido manteniendo una prolongada discusión sobre la bendición a las parejas homosexuales y la tolerancia de la homosexualidad. Las iglesias episcopalianas (confesión anglicana) de Canadá y los Estados Unidos consienten sacerdotes gay en su ministerio y permiten las bendiciones de parejas homosexuales, lo que les ha acarreado grandes críticas de otras partes de la Comunión Anglicana. Las iglesias anglicanas de algunas zonas de África son extremadamente conservadoras en su actitud hacia la homosexualidad. Los sacerdotes gay en la iglesia anglicana deben permanecer célibes si desean continuar su función sacerdotal.
Entre las iglesias más liberales, como los unitarios o los cuáqueros, la homosexualidad está totalmente aceptada y normalizada. Además, en las iglesias unitarias de Estados Unidos y Canadá, los homosexuales también pueden acceder a la ordenación ministerial. Las iglesias liberales aprueban todo tipo de relaciones sexuales realizadas entre personas adultas y con mutuo consentimiento.
La mayor parte de las iglesias evangélicas, como los Baptistas del Sur, ven la homosexualidad como un pecado.
Homosexualidad y catolicismo
La Iglesia católica considera el comportamiento sexual humano dentro del ámbito del matrimonio y destinado de modo natural a la procreación. Sexo anal y homogenital son considerados pecaminosos ya que los actos sexuales, por naturaleza, son desde esta perspectiva unitivos, procreativos y de amor. Cabe señalar, sin embargo, que la Iglesia critica los actos homosexuales, no la condición de homosexualidad misma (por tanto, si bien el acto homosexual es pecado, el hecho de ser homosexual no lo es). La Iglesia también entiende que la complementariedad de los sexos es parte del plan de Dios.
Al igual que cualquier acto sexual realizado fuera del matrimonio católico, los actos sexuales entre personas del mismo sexo son incompatibles con esas creencias, al no estar destinados a la procreación (ser desordenados en la terminología católica): "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural... No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso". (Catecismo de la Iglesia Católica, párrafo 23571)
Homosexualidad e hinduismo
La relación de la homosexualidad y el hinduismo es compleja y no exenta de contradicciones. Por una parte en ningún texto religioso hay una condena expresa, y prácticas homosexuales están presentes en algún texto como el Kama-sutra y en la tradición existen numerosas esculturas y pinturas que la representan. Por otra parte, la práctica de la homosexualidad hasta hace unos años era delito en la India, el principal país hindú. El artículo 377 del código penal de la India que ya no permanece vigente desde el periodo colonial británico, a pesar de haber sido declarado inconstitucional en 2009 por la corte suprema de Delhi (no es la corte suprema de la India), dice que:
"Quien, voluntariamente, tenga un contacto carnal contra el orden de la naturaleza con un hombre, una mujer o un animal, será castigado con la prisión de por vida, o por un periodo que puede llegar a diez años, y deberá pagar una multa."
En la tradición religiosa hinduista no se ve una condena clara de las relaciones homosexuales, al menos hasta el siglo XIX, cuando se evidencia la influencia cultural británica. Después, algunos hacen una interpretación condenatoria hacia la homosexualidad de algunos de los relatos de los antiguos textos, pero otros interpretan esos mismos textos en otro sentido y además constatan que en los tratados sobre sexualidad el tema está ilustrado con claridad y sin censura. En el Kama sutra se describe tanto el lesbianismo como la homosexualidad masculina (con especial detalle de la práctica del sexo oral entre hombres).
Algunas doctrinas hinduistas tienen el concepto del tercer sexo (tritiya-prakriti, literalmente: ‘tercera naturaleza’) en el que se creen mezcladas las naturalezas masculina y femenina. Esta categoría incluye a un amplio espectro de personas tales como intersexuales, transexuales, homosexuales y bisexuales.
En la tradición hinduista estas personas no son consideradas totalmente masculinas o femeninas, sino una combinación de ambas en distintas proporciones. Se considera que se pertenece al tercer sexo por naturaleza, desde el nacimiento, y no se espera que se comporten como los hombres y las mujeres corrientes. En el hinduismo se considera a la creación universal dotada con una diversidad ilimitada y reconoce en el tercer sexo simplemente un aspecto más de esta diversidad.
Homosexualidad e islamismo
Las opiniones islámicas sobre la homosexualidad son tan variadas como las de las otras religiones mayoritarias y han sufrido modificaciones a lo largo de la Historia. El Corán y el Hadiz contienen condenas expresas de los actos sexuales entre personas del mismo sexo. Dos suras citan la historia del "pueblo de Lot" (también conocidos como sodomitas), quienes fueron destruidos por participar en actos homosexuales. El castigo legal para la sodomía ha ido cambiando según las escuelas jurídicas: algunas prescriben la pena capital, mientras que otras prescriben un castigo discrecional menor. La homosexualidad es considerada un delito y está prohibida en la mayoría de países islámicos, como en Arabia Saudí o Irán. En algunos países islámicos relativamente seculares o multireligiosos como Argelia, Túnez, Indonesia o Turquía hay más tolerancia.
No obstante, la homosexualidad está prohibida en el islam. Los actos de sodomía son explícitamente castigados con la muerte de acuerdo con el siguiente hadiz: «Quienquiera que encuentres haciendo el acto del Pueblo de Lot, entonces mata tanto al que lo hace como a quienquiera que se lo esté haciendo». Los cuatro califas mantuvieron esta regla, así como los compañeros del profeta Mahoma. La sodomía es un crimen capital en Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Yemen, Sudán y Mauritania. |
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Homosexualidad y judaísmo
La homosexualidad es un tema de debate dentro del judaísmo. Las primeras referencias se remontan al libro bíblico de Levítico que describe las relaciones sexuales entre varones como una abominación y que podría ameritar la pena capital como castigo.La Torá no tiene referencias sobre la conducta homosexual entre mujeres.
La principal visión del judaísmo es considerar la homosexualidad como algo pecaminoso, al verlo categóricamente prohibido en la Torá. Esta es la visión por ejemplo del judaísmo ortodoxo aunque no del judaísmo reformista ni del judaísmo reconstruccionista. El Judaísmo reformista desde 1977 viene abogando por la aceptación de la homosexualidad y los derechos de las minorías sexuales y el judaísmo reconstruccionista considera que la negativa del gobierno estadounidense a reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo viola el derecho a la libertad de elección religiosa.
El 6 de diciembre de 2006 los rabinos conservadores Kassel Abelson, Elliot Dorff (presidente de la Comisión de ley judía de la Asamblea rabínica o Rabbinical Assembly's Committee on Jewish Law and Standards), Joel Meyers y Alvin Berkun anunciaron que el Committee on Jewish Law and Standards del movimiento conservador aceptaba como parte de la halajá la ordenación de rabinos y rabinas homosexuales y el matrimonio del mismo sexo.3 Queda a criterio de cada sinagoga o cada rabino. Actualmente muchas organizaciones tanto reformistas como conservadoras autorizan el matrimonio entre personas del mismo sexo. Se aceptan rabinos y rabinas gays y lesbianas en las escuela rabínicas.
El judaísmo reformista y el judaísmo reconstruccionista no observan ni requieren el cumplimiento de las tradicionales reglas en materia sexual, y han aceptado las parejas no casadas y las homosexuales, celebrando ceremonias de compromiso y matrimonios homosexuales. Son más tolerantes con los matrimonios mixtos, y muchos rabinos de estas comunidades los celebran. Tampoco requieren una ceremonia religiosa de divorcio distinta del trámite civil de divorcio.
Se ha especulado sobre si las actitudes más tolerantes de estas ramas del judaísmo en estos asuntos han contribuido al aumento de su popularidad desde los años 1990 (pasando del 33 al 38% de miembros), sobrepasando al judaísmo conservador y convirtiéndose en la denominación mayoritaria en los Estados Unidos.
Homosexualidad y sintoísmo
La homosexualidad en el sintoísmo tiene varios períodos de aceptación y rechazo en la historia. Distinta a otras religiones, el sintoísmo es una religión muy descentralizada y carente de dogmatismos por lo que no existen en ella reglas definitivas sobre la homosexualidad.
El Shinto y la sociedad japonesa están íntimamente ligadas formándose la una a la otra. Esto, en combinación con la flexibilidad del sintoísmo, ha representado tanto la aceptación como el rechazo de la homosexualidad a través del reflejos de actitudes de la sociedad japonesa. Históricamente, la aprobación de la homosexualidad fue posible especialmente en la clase guerrera japonesa y la clase media. A través del contacto con naciones occidentales en el Siglo XIX, la sociedad japonesa adoptó la forma en que ellos veían a la homosexualidad, como algo incivilizado y que debía ser algo rechazado.
Es difícil determinar una única posición de la homosexualidad en el taoísmo, ya que el término "taoísmo" se utiliza para describir varias tradiciones religiosas dispares, desde movimientos religiosos organizados como el Quanzhen a la religión tradicional china, e inicialmente una escuela de filosofía. La gran mayoría de creyentes viven en China y en las diferentes comunidades chinas de todo el mundo, así que la actitud que los taoístas tienen para con la homosexualidad a menudo refleja los valores y las normas sexuales de una más amplia sociedad china.
La tradición taoísta sostiene que los hombres necesitan la energía de las mujeres, y viceversa, para atraer el equilibrio, la plenitud y la transformación. Se pensaba que estas energías se obtienen mejor en relaciones heterosexuales. Normalmente se desaconseja la expresión apasionada de la homosexualidad porque se cree que no conduce a la plenitud humana.
El taoísmo destaca la relación entre el yin y el yang: dos fuerzas opuestas que mantienen la armonía a través del equilibrio. Por ello, se considerar que la heterosexualidad es la realización física y emocional del armonioso balance entre el yin y el yang.
De todas formas, se dice que las monjas taoístas intercambiaban poemas de amor durante la Dinastía Tang.
Homosexualidad y cienciología
La doctrina formal de la cienciología, basada en los conceptos promulgados por L. Ron Hubbard, declaran la conducta homosexual como una perversión y una enfermedad, clasificada como una de las peores desviaciones sexuales y de las que más negativamente impactan en la sociedad.
Homosexualidad y unitarismo universalista
El Unitarismo universalista y la Asociación Unitaria Universalista (AUU) tienen una larga tradición de haber recibido con los brazos abiertos a las personas LGBT
Homosexualidad y religiones precolombinas
La homosexualidad en los rituales precolombinos es poco conocida.Se ha logrado deducir a través de cerámicas y artesanías halladas, e incluso algunas crónicas de los colonizadores europeos.
Las llamadas religiones neopaganas (recientes movimientos espirituales, de alcance muy minoritario) tienden a ser positivas respecto a la sexualidad, y son casi unánimes en su aceptación de las relaciones homosexuales como iguales a las heterosexuales. La mayor parte de ellas tienen al tema de la fertilidad (tanto física como creativa/espiritual) como punto central de sus prácticas, y recomiendan lo que ven como una vida sexual sana, sexo consentido entre adultos, sin consideración de edad o condición sexual. Específicamente en la llamada tradición Wicca, una de las partes de la liturgia Craft, el Cargo de la Diosa] instruye que "todos los actos de amor y placer son rituales de la Diosa" (o "son mis rituales", con palabras puestas en boca de dicha Diosa), dando validez a toda forma de actividad sexual consensuada para sus practicantes.
En las formas gardneriana y alexandriana de la wicca, El Gran Rito es un procedimiento de expresar amor a través de la sexualidad. Se dice por sus adeptos que el ritual no es una excusa para tener relaciones sexuales indiscriminadas, ni cualquier actividad sexual en un círculo propiamente consagrado es un Gran Rito 60 Cualquier acto sexual que tenga que ver con esta religión, sea literal o simbólico, se pretende que tenga lugar entre dos adultos que consientan libremente, a ser posible dos amantes comprometidos.
Se dice por sus adeptos que la actitud de esta religión sobre la sexualidad es enteramente natural, y parte de la búsqueda de un completo entendimiento de lo que denominan "polaridad masculina-femenina", y de lo que pretenden que es su uso constructivo, tanto psicológica como mágicamente. Consideran que la sexualidad libera de las cadenas de la reproducción obligatoria y les hace específicamente humanos.
Parece ser que dentro de la wicca hay también distintas escuelas o puntos de vista conservadores y liberales a semejanza de las religiones mayoritarias, aunque ninguna de ellas prohíbe las relaciones sexuales fuera del matrimonio ni las relaciones homosexuales.
Al contrario, la oración wicca "An it harm none, do as thou wilt" (Wiccan Rede, traducible como: ‘No dañes a nadie, haz lo que quieras’), suele interpretarse como una permisión de todo tipo o variedad de relaciones sexuales responsables.
La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico afectivas que caracterizan el sexo de cada individuo. También, desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociadas a la búsqueda del placer sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación. Sin embargo, hoy se sabe que también algunos mamíferos, como los delfines, o algunos pingüinos, presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de homosexualidad (observada en más de 1.500 especies de animales), variantes de la masturbación y de la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida.
La identidad sexual es la suma de las dimensiones biológicas y de conciencia de un individuo que le permiten reconocer la pertenencia a un sexo u otro, es decir, ser varón o mujer independientemente de la identidad de género (sentirse como hombre o mujer) o su orientación sexual (tendencia o inclinación sexual).
Formación de la identidad sexual
La formación de la identidad sexual es un proceso complejo que empieza en la concepción, pero que se vuelve clave durante el proceso de gestación e incluso en experiencias vitales tras el nacimiento. Existen muchos factores y bastantes combinaciones de los mismos que pueden llevar a la confusión, pero la tradición en la mayoría de las sociedades insiste en catalogar a cada individuo por la apariencia de sus genitales. Si, por ejemplo, socialmente se le asigna a una persona la identidad sexual de varón, pero sus genitales son de mujer, esta persona puede experimentar lo que se ha venido a llamar disforia de género, es decir una profunda inconformidad con el rol de género que le toca vivir.
Algunos estudios indican que la identidad sexual se fija en la infancia temprana (no más allá de los 2 ó 3 años) y a partir de entonces es inmutable. Esta conclusión se obtiene generalmente preguntando a personas transexuales cuándo se dieron cuenta por primera vez que la identidad sexual que les había asignado la sociedad no se correspondía con la identidad sexual con la que se identificaban.
Probablemente hay tantas formas de entender la identidad sexual y la de género como humanos existen, sin embargo las sociedades tienden a clasificar en compartimentos inamovibles a los individuos y a asignarles roles a veces muy reducidos. Este etnocentrismo se pone de manifiesto al observar que en algunas sociedades existen otras clases de roles sociales; por ejemplo, los Hijra de la India son personas intersexuales y dentro de su cultura se les considera "el tercer sexo".
A veces la frontera entre la identidad sexual y la identidad de género no se muestra muy clara. En este punto, la teoría Queer rechaza la categorización del individuo en categorías universales como "homosexual", "heterosexual", "hombre" o "mujer". Según esta teoría, la identidad sexual de las personas son el resultado de una construcción social. De ser así no existirían papeles sexuales esencial o biológicamente inscritos en la naturaleza humana. Es decir, todas las identidades relativas a la sexualidad, género u orientación sexual son igualmente anómalas, ya que son un producto socio histórico.
La transfobia aún no ha sido integrada en el discurso público. Tradicionalmente, se ha visto la transexualidad como un problema psiquiátrico, la llamada disforia de género. Sin embargo, recientes investigaciones en neurociencia sobre cerebros de transexuales indican que la composición de éstos muestra a menudo la composición del sexo con el que se identifica el individuo en lugar de la del sexo de nacimiento. Esto apoya la teoría de que el cerebro de un individuo puede desarrollarse en un sentido diferente al de sus genitales, por lo que la transexualidad es de origen innato y no psicológico. La investigación también apoya las expresiones "hombre atrapado en el cuerpo de una mujer" y "mujer atrapada en el cuerpo de un hombre".
En realidad, la discriminación hacia los/as transexuales está en estrecha relación con el sexismo y la homofobia. De hecho se correlacionan. Esta asociación se debe a que estas formas de discriminación se sirven de las mismas creencias o ideologí,: la heteronormalidad.
La homosexualidad es una atracción romántica, atracción sexual o comportamiento sexual entre miembros del mismo sexo o género. Como orientación sexual, la homosexualidad es "un patrón duradero de atracción emocional, romántica o sexuales" a personas del mismo sexo. También se refiere al sentido de identidad basado en esas atracciones, los comportamientos relacionados, y la pertenencia a una comunidad que comparten esas atracciones.
Junto con la bisexualidad y la heterosexualidad, la homosexualidad es una de las tres principales categorías de la orientación sexual en el continuo heterosexual homosexual. No hay consenso entre los científicos acerca de por qué una persona desarrolla una orientación sexual determinada. Muchos científicos piensan que la naturaleza y la educación una combinación de influencias genéticas, hormonales y ambientales participan en causar la orientación sexual. Son partidarios de teorías con base biológica, que apuntan a factores genéticos, el ambiente uterino temprano, ambos, o la inclusión de factores genéticos y sociales.
La homofobia es la aversión, el odio irracional, el miedo, el prejuicio o la discriminación contra hombres o mujeres homosexuales, aunque también suele incluirse a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y también a aquellas que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y las personas "con pluma".
Estas actitudes respecto al colectivo homosexual están muy extendidas por las diversas sociedades, siendo generalmente inversamente proporcional al desarrollo económico, democrático, cultural y urbano de una sociedad (de esta manera, encontramos que donde está menos extendida es en Europa occidental y en las ciudades del resto del mundo occidental, mientras que es mucho más acusada en las zonas rurales de los países en vías de desarrollo). Como ya se ha visto en los diversos apartados de los derechos del colectivo homosexual, la homosexualidad se expone a la pena capital en Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Mauritania, Nigeria, Pakistán, Sudán y Yemen, mientras que también es perseguida y castigada en otros países: Bangladés, Bután, Guyana, India, las Maldivas, Nepal, Singapur y Uganda.
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