Con 50 diputados homosexuales de un total de 650, la cámara británica revalida el título, adjudicado desde 2015. Mucho se ha avanzado desde la descriminalización de la homosexualidad en Inglaterra y Gales en 1967 (en 1980 en Escocia y en 1982 en Irlanda del Norte).
Westminster, el parlamento más gay del mundo
Noticia bomba: los británicos eligen al primer diputado musulmán abiertamente gay del mundo. Luego resulta que Imran Ahmad-Khan no es o no quiere ser identificado como homosexual, y así lo hace saber a la dirección del Partido Conservador, que envía a los medios una corrección...
"Alguien envió una solicitud en su nombre a la Fundación LGTB de Candidatos Conservadores, pero el propio Imran nos informa que el envío se produjo por error. Por tanto, es incorrecto identificarle como un candidato abiertamente homosexual, aunque apoya la igualdad y defiende la libertad de religión, de raza o de orientación sexual".
La corrección está hecha, pero persiste la duda. En cualquier caso, Ahmad-Khan ya hizo historia como el primer candidato conservador en ganar a un laborista en el distrito electoral de Wakefield en 87 años. Se define como "un orgulloso hijo de Yorkshire", descendiente de inmigrantes pakistaníes y miembro de la Comunidad Musulmana Ahmadiyya. Defensor a ultranza del Brexit, y convencido de que el voto a favor de la salida de la UE es "un rechazo masivo de la elite política".
Sobre su orientación sexual prefiere, pues, no hablar. A sus 46 años se ha convertido, sin embargo, en representante modélico de la diversidad del Partido Conservador, que cuenta al menos con 24 diputados gays en sus filas, por delante de los 18 en el Partido Laborista y los siete conocidos en el Partido Nacional Escocés (SNP). En total, el número de diputados homosexuales se aproxima a la cincuentena de un total de 650 escaños, por lo que Westminster revalida su condición del Parlamento más gay del mundo, un título adjudicado ya desde el 2015.
Mucho se ha avanzado desde la descriminalización de la homosexualidad en Inglaterra y Gales en 1967 (en 1980 en Escocia y en 1982 en Irlanda del Norte). En 1983, en plena era Thatcher, el activista de los derechos de los homosexuales Peter Tatchell se presentó como candidato a diputado en Bermondsey y fue objeto de una campaña de difamación en los tabloides: "Entonces era imposible para cualquier candidato presentarse como abiertamente gay sin temor a ser demonizado en los medios".
En 1997, la también laborista Angela Eagle fue la segunda mujer en el mundo de la alta política británica en salir del armario (la pionera fue la diputada Maureen Colquhoun, destituida por el comité ejecutivo laborista en 1977 por su orientación sexual y redimida un año después por sus votantes). "En política tienes que ser tú misma y eso te hace mejor en tu oficio", recuerda Eagle. "Para mí fue una especie de liberación, aunque para los medios parece que no existe otra cosa... Yo he intentado ser desde entonces tranquilamente orgullosa, y estoy satisfecha que haber allanado el camino a otros políticos".
Otro momento eureka en la historia los gays en la política británica llegó en el 2010, cuando el conservador Nigel Evans escribió una carta en el 'Mail on Sunday' revelando su orientación sexual y reconociendo que estaba "harto de vivir una mentira". Evans llegó a ser vicepresidente de la Cámara de los Comunes, antes de caer en desgracia al ser acusado de varios casos de abusos sexuales a lo largo de una década. El diputado tory dejó temporalmente su puesto para concentrarse en su defensa y fue finalmente absuelto por falta de evidencia y por las contradicciones de las propias víctimas. Esta semana, a sus 62 años, hizo el paseíllo al nuevo speaker de los Comunes, Lindsay Hoylle, y se ha convertido en uno de los hombres de confianza de Boris Johnson en Westminster.
Entre los 47 diputados del Partido Nacional Escocés (SNP) hay también varios políticos abiertamente gays. La más notoria de todos ellos es Joanna Cherry, portavoz de Justicia e Interior en el Parlamento escocés y una de las favoritas a la sucesión a largo plazo de la líder Nicola Sturgeon. Cherry ha tenido que defender recientemente la reforma propuesta por el Gobierno escocés a la ley de reconocimiento de género: "Creo en los derechos de los transexuales, creo en los derechos de los gays... Sería un poco raro que no lo hiciera siendo lesbiana... Pero creo también en la igualdad de derechos para las mujeres y las niñas".
Escocia marcó un hito hace apenas dos años con la elección de dos mujeres abiertamente gays como líderes del Partido Laborista (Kezia Dugdale) y del Partido Conservador (Ruth Davidson). Los volantazos de la política y el deseo de ser madre forzaron la retirada reciente de Ruth Davidson, que paseó orgullosa su relación con la irlandesa Jen Wilson y presume ahora de madraza de un hijo, Fin Paul Davidson, que ha dejado en remojo su amor a la política.
LOS 'BORIS' BABIES', TAMBIÉN
Entre los así llamados "Boris' Babies" -ocho diputados 'tories' menores de 30 años- hay precisamente uno, Elliot Colburn (27), enfermero, que celebró su triunfo besando ostentosamente a su novio después de una campaña marcada por la homofobia en Carshalton y Wallington, al sur de Londres. Colburn se ha comprometido a pelear por la mejora de la sanidad pública, pero admite que estará también en primera línea en la campaña por los derechos LGBT: "Es algo personalmente muy importante para mí".
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