George Michael murió el 25 de diciembre de 2016 con solo 53 años, a causa de un fallo cardíaco. En los meses siguientes se habló también de una enfermedad renal, de una posible negligencia médica… Pero seguramente esas noticias te calaron de una manera distinta, como desde una distancia insalvable. Porque aquel 25 de diciembre no solo moría uno de los cantantes más icónicos y provocadores de finales del siglo XX. También se rompía algo en todos nosotros.
Fue la maldita coincidencia. A George Michael se le paró el corazón justo un día de Navidad, una fecha a la que estaba musicalmente ligado por la canción más conocida de sus inicios en el dúo Wham!, Last Christmas. Ese villancico pop era una especie de oasis en el que siempre podíamos refugiarnos para escapar del infierno de fanfarrias que aturullan los cinco sentidos en esas fiestas. Una superviviente del verdadero espíritu ochentero en la era pre-whatsapp, pre-stories y pre-mierdas en general.
No cabe duda de que George Michael significa mucho para el mundo de la música, logró lo que pocos han conseguido y se posicionó como una de las más importantes figuras del pop en los años 80, 90 y 2000. De ascendencia griega, nació en 1963 en Londres y en su destino estaba escrito alcanzar el éxito, sin antes pasar por una serie de polémicos momentos que lo llevarían a ser el más célebre. Estrella de la música pop para adolescentes en los 80, con el grupo Wham!, símbolo sexual y embajador de la moda en la década de los 90 y defensor de los derechos gay en los 2000, así fueron los momentos más importantes de George Michael, quien nos dejó su legado a finales del 2016, justo un 25 de diciembre.
Una verdadera estrella del pop
Michael, nacido bajo el nombre de Georgios Kyriacos Panayiotou en Londres, llegó a vender más de 100 millones de discos durante casi 40 años. Claramente, uno de los nombres propios del pop de las décadas pasadas. Alcanzó la fama con la banda Wham! creada Junto con su amigo de la escuela Andrew Ridgeley. Juntos vendieron cerca de seis millones de copias a nivel mundial con la canción Careless Whisper, que escribió con tan solo 13 años. De ahí en adelante, no paró. Parte de una generación dorada, llegó a tocar con genios como Queen y Madonna. Ganó más de una decena de premios. Desde el Grammy al álbum del año con Faith en 1989; hasta un MTV Europe Music Award por ser el mejor artista europeo en 1996.
Su homosexualidad reforzó su imagen
En 1998, George Michael fue descubierto en un baño público de Bevery Hills haciendo prácticas “inmorales”. El cantante fue acusado de tener un encuentro sexual con otro hombre en un baño y recibió una multa y fue sentenciado a 80 horas de servicio comunitario. Finalmente, George Michael declaró abiertamente su relación con un hombre, el empresario Kenny Goss. Después de este incidente, George Michael se reinventó y, en lugar de venirse abajo, usó este anuncio para reforzar su trayectoria y grabó la canción Outside, en la cual habla precisamente de salir del armario. Michael confesó que era homosexual en un momento difícil para hacerlo. No sólo por el tabú público que existía en la sociedad, sino porque ya era una gran estrella catapultada por los medios de comunicación, un icono sexual que millones de jovencitas que tenían su imagen en póster en su habitaciones.
La defensa de los derechos gay y las causas justas
A través de su música también intentó concienciarnos sobre los problemas en el mundo. En 2002, George Michael lanzó una dura crítica a la política intervencionista de los entonces primer ministro británico, Tony Blair y el presidente de Estados Unidos, George Bush. Shoot the dog era una controvertida crítica hacia la relación de Bush y Blair. George Michael también fue un gran filántropo y abrazó causas justas desde el comienzo de su carrera. De manera anónima y sin tratar de acaparar los focos de la prensa, Michael apoyaba asociaciones en la lucha contra el VIH. También financió la asociación Terrence Higgins Trust y apoyó con ahínco la defensa de los derechos LGTB.
Embajador de moda
A lo largo de su carrera musical sobresalió por su concepto tan innovador, en el que era capaz de mezclar letras de suma profundidad con ritmos para bailar al centro de la pista. Marcó por completo la época de los 80 con su música, lo hizo también en cuanto a moda y tendencias, ya que en más de una ocasión sirvió como plataforma para muchas personalidades de este ambiente. Su imagen rebelde y fresca le abrieron las puertas en el mundo de la moda. George Michael se codeó con los grandes diseñadores y casas de alta costura de la moda. Sin lugar a dudas el trabajo que definitivamente reafirmó su amor por la moda y por las modelos fue su videoclip Freedom! ’90 ya que reunió en la pantalla a grandes top models del momento, como Christy Turlington, Linda Evangelista, Tatiana Patitz, Naomi Campbell y Cindy Crawford.
Desde el día de la muerte de George Michael, Last Christmas suena a despedida, a ruptura, a una nostalgia contraria a la que monetizan los Espinetes y los EGBs de turno.