Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: LOS SUSURROS QUE VIENEN
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 09/03/2020 13:12
Luis Manuel Otero Alcántara
Silvio Rodríguez participó en el mitin de repudio que se perpetró contra el también trovador Mike Porcel en los convulsos días del éxodo del Mariel en 1980. Cuarenta años después, el artista Luis Manuel Otero Alcántara aguarda en la cárcel un juicio en el que se le puede condenar de dos hasta cinco años de prisión

Los susurros que vienen
REINALDO ESCOBAR
     A raíz de la censura al documental Sueños al Pairo, retirado de la programación de la Muestra Joven de cine, se destapó el dato de que el cantautor Silvio Rodríguez había participado en el mitin de repudio que se perpetró contra el también trovador Mike Porcel en los convulsos días del éxodo del Mariel en 1980.
 
No fue necesario que la revolución se viniera abajo para que el icono se hiciera pedazos. Bastó con que el necio revelara que no logró indefinirse escabullendo el cuerpo. Ha sido suficiente su confesión de que no pudo percatarse entonces de que lo estaban convidando a tanta mierda.
 
Para limpiarse de la culpa sin pasar por la (para él) humillante petición de disculpas, se ha limitado a explicar que solo susurró algo frente a la puerta de su víctima. La misma que otros intentaron derribar a patadas.
 
Cuarenta años después, el artista Luis Manuel Otero Alcántara aguarda en la cárcel un juicio en el que se le puede condenar de dos hasta cinco años de prisión por un supuesto delito de daño a la propiedad y por ultrajar los símbolos patrios. Salvo contadas y honrosas excepciones, los artistas plásticos han guardado un lamentable silencio, a pesar de que saben perfectamente que las imputaciones que le hacen solo son una forma de ocultar la rebeldía del artista frente a los atropellos del poder, sustantivados en el decreto 349. Un viceministro ha tenido el cinismo de aclarar que Luisma, como le decimos sus amigos, no está encausado por el infausto decreto, sino por otras contravenciones.
 
En muy breve tiempo unos individuos decidirán si el artista tenía derecho a correr con la bandera de su país en una calle o si deberá pagar semejante atrevimiento con la cárcel. Son personas que tienen nombres y apellidos, madres, hijos, amigos. Probablemente hasta tengan creencias religiosas y se verán en el dilema de elegir entre temer más a las consecuencias terrenales que a las divinas. Se preocuparán más por lo que ocurra esta semana o este mes que por lo que pueda depararles un futuro sin fecha previsible.
 
Esta vez no será necesario el transcurrir de otros cuarenta años para develar el crimen, ni será posible enmascarar con un susurro la sentencia que dicten los verdugos. El volumen de la voz, por bajo que sea, no aminora el peso de la condena, ni la culpa de quien injustamente la imponga.
 
Tampoco tendrá valor susurrar clemencia a las puertas del poder.
  
 
LOS SUSURROS DE SILVIO RODRIGUEZ


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados