LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
El presidente de Estados Unidos tardó tres meses en hablar con seriedad de la pandemia que ya ha matado a 9.500 norteamericanos y solo acaba de empezar. Mientras los números crecen, las ciudades y los Estados enfrentan la pandemia con medidas distintas.
De “lo tenemos controlado” a
“habrá muchas muertes”: la cuarentena mental de Donald Trump
PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL
Al final, lo dijo. Donald Trump se asomó el sábado al atril de la sala de prensa de la Casa Blanca y con tono serio pidió a los estadounidenses que se preparen para una semana que no olvidarán. “Esta va a ser probablemente la semana más dura”, dijo. “Va a haber muchos muertos, desgraciadamente”. No culpó a la oposición, ni a sus enemigos interiores o exteriores. Siendo Trump, trató de matizar que gracias a él la situación no será tan mala como podía haber sido. Pero hasta con matices, se trata de una declaración extraordinaria para un showman con aversión a dar malas noticias, y a la verdad en general.
En la pandemia del coronavirus por el mundo ha habido líderes rápidos y líderes lentos, estrategias fallidas y acertadas. Lo que es único de Estados Unidos (con permiso de México y Brasil) es un jefe de Estado que ha minimizado la amenaza y frivolizado con sus consecuencias humanas y financieras durante tres meses. Trump no parece haber tomado conciencia de la situación hasta que han muerto más de 5.000 personas. Este es un somero repaso al arco argumental de Donald Trump sobre el coronavirus desde enero hasta este fin de semana, cuando Estados Unidos se prepara, ahora sí, para ser el nuevo epicentro de la pandemia.
22 de enero. “Lo tenemos controlado”
El martes, 21 de enero, se confirmó el primer positivo por Covid-19 en Estados Unidos, en el Estado de Washington. Al día siguiente, le preguntan a Trump durante una entrevista en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. “Lo tenemos controlado. Es una persona que viene de China. No va a pasar nada”.
24 de enero. “Va a salir todo bien”
30 de enero. “Un problema muy pequeño"
El 29 de enero, la Casa Blanca ha formado ya un equipo de respuesta al coronavirus con el secretario de Salud al frente, Alex Azar. El 30 de enero, la OMS declara la emergencia global por la expansión del coronavirus. Ese día, Trump ordena el cese de todos los vuelos con China, excepto los de cargamento. En un mitin en Iowa, dice: “Creemos que lo tenemos bien controlado en este momento. Tenemos un problema muy pequeño. Cinco personas. Creemos que va a salir todo bien”.
2 de febrero. “Prácticamente lo hemos parado”
En una entrevista con Sean Hannity en Fox News, Trump dice: “Venía de China y prácticamente lo hemos parado”, en relación a la decisión de suspender los vuelos. “No podemos tener a miles de personas entrando que pueden tener este problema, el coronavirus. Vamos a ver lo que pasa, pero sí, lo hemos parado”.
10 de febrero. “Se irá en abril con el calor”
En una conferencia con gobernadores en la Casa Blanca para hablar de pequeños negocios, Trump dice: “Mucha gente piensa que [el virus] se va a ir en abril, cuando empiece el calor. Lo normal es que se vaya en abril. pero estamos muy bien. Tenemos 12 casos, 11 casos, y todos están bien”.
24 de febrero. “¡La Bolsa va bien!”
La Bolsa de Nueva York se empieza a hundir por la intranquilidad ante la expansión del virus. El Dow Jones baja 1.000 puntos. Trump tuitea: “El coronavirus está prácticamente controlado. ¡Yo creo que la Bolsa va bien!”.
25 de febrero. “El CDC y mi Administración lo están haciendo muy bien”
26 de febrero. “Quieren que parezca lo peor posible”
Ese día se registra el primer caso de contagio local en California que no se puede relacionar con alguien que haya viajado a China. El hallazgo viene a confirmar que el coronavirus se está expandiendo por Estados Unidos sin ser detectado, quizá desde hace semanas. El vicepresidente Mike Pence se pone al cargo del equipo de respuesta a la crisis. Trump acusa a MSNBC y CNN de “hacer todo lo posible para que el Caronavirus (sic) parezca lo peor posible, incluyendo el pánico en los mercados, si pueden. Sus incompetentes camaradas los demócratas solo hablan, no actúan. ¡USA está en buena forma!”.
27 febrero. “Un día desaparecerá, como un milagro”
En una reunión con líderes afroamericanos en la Casa Blanca, Trump deja uno de los clips de vídeo más repetidos en esta crisis: “¿Sabéis? Si lo estuviéramos haciendo mal, nos deberían criticar. Pero estamos haciendo una tarea increíble. Vamos a seguir. Va a desaparecer. Un día, es como un milagro, desaparecerá. Puede ponerse peor antes de mejorar. A lo mejor simplemente se va. Ya veremos qué pasa. Nadie lo sabe”.
28 de febrero. “Esto es el nuevo bulo [de los demócratas]”
Durante un mitin en Carolina del Sur, Trump dice que “esto es el nuevo bulo” de los demócratas tras el proceso de impeachment. La oposición critica que el presidente, conocido por ignorar las evidencias científicas, haya llamado “bulo” a la enfermedad. Tras horas de confusión, la Casa Blanca aclara que Trump no se refería al virus, sino a su utilización política para atacarle.
29 de febrero. “Más agresivos que nadie”
El 29 de febrero se confirma el primer fallecido en Estados Unidos por Covid-19. En rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump dice: “Hemos tomado las medidas más agresivas contra el coronavirus. Más agresivas que las de cualquier país. Somos el destino número uno del mundo y tenemos muchos menos casos que países con menos viajeros o con poblaciones más pequeñas”.
2 de marzo. “Vacunas relativamente pronto”
Tras una reunión con las grandes farmacéuticas en la Casa Blanca, Trump dice que “van a tener vacunas, creo que relativamente pronto”. El doctor Anthony Fauci, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas y la voz con más autoridad en esta crisis, dice que una vacuna tardará entre un año y 18 meses.
4 de marzo. “El 3,4% (de mortalidad) es un número falso”
En una nueva entrevista con Sean Hannity en Fox News, Trump cuestiona a los expertos que advierten de que la Covid-19 puede alcanzar un 3,4% de mortalidad, una cifra muy superior a la gripe normal (0,1%) con la que Trump compara la enfermedad. “Creo que el 3,4% es un número falso. Es solo mi intuición, pero basada en conversaciones con mucha gente que hace esto, porque mucha gente va a tener esto, y es muy leve. Se van a recuperar muy deprisa. Ni siquiera van al médico”.
“Tenemos un plan perfectamente coordinado y afinado en la Casa Blanca para atacar al coronavirus. Decidimos MUY pronto cerrar las fronteras a ciertas zonas, lo que fue una bendición. El vicepresidente está haciendo un gran trabajo. Los medios de fake news están haciendo todo lo posible para dejarnos mal. ¡Triste!”.
7 de marzo. “No me preocupa nada”
A preguntas de los periodistas sobre si le preocupa que surjan casos en Washington DC, Trump dice: “No, no me preocupa nada. Estamos haciendo un gran trabajo”.
9 de marzo. “Nada se cierra por la gripe”
Trump insiste en comparar la Covid-19 con la gripe común. “Resulta que el año pasado murieron 37.000 norteamericanos por la gripe común. Varía entre 27.000 y 70.000 al año. No se cierra nada y la vida y la economía continúan”. La campaña de Trump cancela actos públicos en Colorado, Nevada y Wisconsin.
10 de marzo. “Mantened la calma”
En una reunión con senadores republicanos, Trump dice: “Estamos preparados y estamos haciendo un gran trabajo. Mantened la calma. Desaparecerá”.
11 de marzo. “Tenemos un enemigo común”
La OMS declara que el coronavirus es una pandemia global. El tono de Trump empieza a cambiar. “Los medios deberían ver esto como un momento de unidad y fortaleza. Tenemos un enemigo común, de hecho, un enemigo del mundo, el coronavirus. tenemos que vencerlo lo más rápido y sin riesgo posible. ¡No hay nada más importante para mí que la vida y la seguridad de los Estados Unidos!”.
13 de marzo. “Palabras importantes”
Trump declara la emergencia nacional por el coronavirus en una rueda de prensa. “Declaro oficialmente una emergencia nacional. Dos palabras importantes”. En un tuit posterior, ataca al Centro de Control de Enfermedades (CDC) por no estar preparado y al presidente Barack Obama.
17 de marzo. “Siempre he sabido que era una pandemia”
Los condados que rodean la bahía de San Francisco dictan una orden de confinamiento obligatorio, la primera en Estados Unidos. Trump dicta las recomendaciones a todo el país de trabajar desde casa y no reunirse más de 10 personas. En rueda de prensa, dice: “Yo siempre he sabido que esto era una pandemia. Me ha parecido una pandemia desde antes de que lo declararan pandemia. Solo tenías que mirar a otros países”. Durante el día tuitea: “El Gobierno federal está trabajando bien con los gobernadores y cargos estatales. ¡Van a pasar cosas buenas!”.
22 de marzo. “La cura es peor que el problema”
El 19 de marzo, California decreta el confinamiento obligatorio en todo el Estado. El 22 de marzo lo hace Nueva York. Trump tuitea, todo en mayúsculas: “No podemos dejar que la cura sea peor que el problema mismo”. En un foro de Fox News, dice que le gustaría que el país estuviera “abierto y listo en Pascua”, es decir, el 12 de abril.
29 de marzo. “El pico será en dos semanas”
El 27 de marzo, Trump firma el mayor paquete de rescate público de la economía en la historia de Estados Unidos, por valor de 2,2 billones de dólares. En la rueda de prensa, por primera vez, parece decir lo mismo que están diciendo los expertos, sin tratar de relativizar la situación. “El pico, el ritmo de muertos más alto, nos pegará seguramente en dos semanas. Nada sería peor que declarar la victoria antes de haber ganado. Esa sería la mayor derrota (…) Es muy importante que todo el mundo siga a rajatabla las recomendaciones”.
30 de marzo. “Heredamos un test roto”
“Los test originales, los que heredamos…, estaban rotos, eran obsoletos, no eran test buenos”, dice Trump sobre las pruebas del coronavirus. Lo repite en Fox y en una rueda de prensa. La afirmación es absurda. Las pruebas para detectar el coronavirus existen desde que existe el coronavirus, no antes. Es la última salida de tono, por ahora, de Donald Trump en esta crisis. A partir de este día su talante cambia completamente.
31 de marzo. “Vienen días duros”
En la rueda de prensa diaria, Trump adopta un tono severo y anuncia: “Vienen días duros”. “Van a ser dos semanas muy, muy dolorosas. Cuando ves por la noche la cantidad de muerte que ha provocado este enemigo invisible, es increíble”.
3 de abril. “No creo que vaya a llevar mascarilla”
Trump anuncia las nuevas recomendaciones del CDC, entre ellas, que todo el mundo lleve mascarilla cuando salga a la calle. “Esto es voluntario. Yo no creo que lo haga”. Dice que no se ve saludando a líderes mundiales en el Despacho Oval con mascarilla. “Igual cambio de opinión, pero esto pasará, y ojalá pase muy deprisa”.
4 de abril. “Habrá muchas muertes”
El sábado, 4 de abril, se contabilizan ya 8.500 muertos en Estados Unidos por el coronavirus. Las cifras del Estado de Nueva York, el más afectado por ahora por la pandemia, indican que todavía falta una semana para alcanzar el pico de aumento diario de hospitalizaciones y fallecimientos. “Entre esta semana y la siguiente habrá muchas muertes, desgraciadamente”.
Estados Unidos sobrepasa los 10.000 muertos por coronavirus
Estados Unidos ha superado este lunes las 10.000 muertes por coronavirus mientras las autoridades sanitarias advierten de que lo peor está por llegar. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había avanzado este pasado fin de semana que esta sería probablemente “la semana más dura, entre esta semana y la próxima, habrá mucha muerte”. Con este nuevo dato, Estados Unidos se sitúa como el tercer país con más fallecidos tras Italia y España, según la Universidad Johns Hopkins.
El número de casos en el país se ha disparado hasta más de 337.750, tres veces más que el segundo país del mundo más afectado, España, aunque la población de este país es casi 10 veces menor que la de EE UU.
Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia dentro de Estados Unidos y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ha asegurado que están preparados con equipos médicos y personal sanitario, pero que la magnitud de la crisis es equiparable a la de la mal llamada gripe española en 1918, o la Gran Depresión de la década de los treinta del siglo pasado.
Durante la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, Trump informó este lunes que había mantenido “una muy buena y agradable conversación” con el candidato a la nominación demócrata, Joe Biden. “Hablamos, la verdad, de lo que habla todo el mundo”, dijo el presidente. “Me dio su punto de vista y lo entendí perfectamente”, explicó el mandatario sin entrar en detalles sobre cuál había sido esa propuesta de ideas. "Duró aproximadamente 15 minutos; matizó Trump, que recalcó a la prensa que no iba a entrar en asuntos específicos porque, entre otras cosas, había llegado con Biden al acuerdo de que mantendrían en secreto lo hablado en la charla entre ellos.
Mientras los números crecen, las ciudades y los Estados enfrentan la pandemia con medidas distintas. El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, por ejemplo, ha emitido una orden ejecutiva para retrasar las primarias previstas para este martes hasta el próximo mes de junio. Mientras tanto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha anunciado ayer lunes la ampliación de las medidas de confinamiento hasta el próximo 29 de abril. Aún así, para Cuomo ha habido lugar para las buenas noticias, ya que en las últimas 48 horas la cifra de fallecimientos diarios por el coronavirus en el Estado de Nueva York estuvo por debajo de 600 y fue inferior al récord del sábado pasado. “El sistema hospitalario está a su máxima capacidad”, alertó Cuomo en conferencia de prensa. “La máquina está en rojo. No se puede ir más rápido. No puedes quedarte en rojo durante un tiempo indefinido porque el sistema explotará. El personal no puede trabajar aún más duro. Permanecer en este nivel es problemático”, afirmó.
En focos importantes como Nueva Jersey o la ciudad de Detroit también esperan alcanzar el pico de la curva de hospitalizaciones y muertes esta misma semana, según ha explicado el subsecretario de Sanidad estadounidense, Brett Giroir, en declaraciones a la cadena CNN. “Puede que ahora mismo estemos viendo lo peor en términos de resultados”, ha indicado.
Para Cuomo, la clave de que se esté aplanando la curva y se convierta en una meseta es en gran medida por el distanciamiento social que se está practicando. En su opinión, esa distancia de seguridad hay que mantenerla por muy duro que resulte. “Las actividades que no sean consideradas esenciales seguirán con sus puertas cerradas hasta el 29 de abril”, anunció Cuomo en rueda de prensa. Cuomo también se mostró implacable con quien viole el mandato y declaró que las multas pasarán de 500 a 1.000 dólares.
El Estado de Nueva York, el más afectado por la Covid-19 en Estados Unidos, registraba el lunes 130.689 casos y 4.758 muertes debido a la enfermedad, 599 muertes más que el domingo. El récord de muertos en 24 horas fue alcanzado el sábado, con 630 fallecidos.
Los hospitales de Estados Unidos continúan sufriendo escasez de pruebas y material de protección para el equipo médico que trabaja contra el coronavirus, según un informe del Gobierno hecho público este lunes que contradice el optimismo de Trump de que los Estados tienen recursos de sobra para pelear contra la pandemia. La falta de materiales apropiados no solo pone en riesgo a los sanitarios sino también a los pacientes, según el responsable de los Servicios Humanitarios y de Salud.
Anthony Fauci, epidemiólogo al frente del equipo médico nombrado por la Casa Blanca, ha expresado este lunes su confianza en que “en el plazo de una semana, quizá un poco más, se empiece a ver un aplanamiento de la curva y un descenso”. Fauci quiso sin embargo matizar que no se puede decir que el país tenga la crisis “bajo control, porque eso sería una declaración falsa”, pero opinó que las medidas para contener los contagios, con más del 90 % de la población bajo órdenes de quedarse en casa, “están funcionando”.
PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL, LOS ÁNGELES
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