Ya sabemos que existen muchos aspectos morfológicos de nuestro cuerpo, como las piernas o los dedos, que pueden influir en nuestra sexualidad o en la forma de percibir nuestras relaciones. Ahora, también parece que debemos destacar otro elemento, esta vez situado en el rostro, para saber cómo somos en la cama. Hablamos, como puedes comprobar, de la nariz.
La anchura de nuestra cara o el diámetro que tiene nuestra pupila también pueden darnos claves sobre cómo somos o cuánta inteligencia tenemos. Sabemos que el tamaño de la nariz, desde hace mucho tiempo, se ha relacionado, en los hombres, con tener un miembro viril grande. Sin embargo, esto parece más bien un mito. Pero, ¿qué hay de su relación con la fogosidad en el dormitorio?
Si lo has escuchado alguna vez, quizá tengas curiosidad. Descubre qué es lo que dice tu nariz sobre tu sexualidad.
LOS COMIENZOS DEL MITO ENTRE NARIZ Y SEXUALIDAD
Muchos son los expertos que han relacionado nariz y sexualidad. Uno de ellos, por ejemplo, fue el mismo Sigmund Freud. Se encargó de rescatar algunas creencias antiguas sobre este tema y ponerlas sobre la mesa, convirtiéndolas, de nuevo, en una cuestión de actualidad.
También, el padre del psicoanálisis, fue el encargado de dar el visto bueno a algunas intervenciones quirúrgicas que relacionaban la nariz con algunos trastornos neuronales que tendrían un origen sexual. Aunque ahora nos parezca prácticamente impensable, eran prácticas mucho más comunes de lo que piensas en la época.
Esto dio lugar a que algunos expertos, ya en el siglo XXI, aseguren que nuestra nariz sí forma parte del proceso sexual. De hecho, tal es la relación, que hasta puede influir en nuestra capacidad para elegir a la persona que amamos. También podría ser la encargada de causar un mayor o menor número de encuentros sexuales, así como localizar las emociones. El poder de la nariz parece ser muchos según algunos, pero, ¿se basan en la realidad o es tan solo un mito?
Son varios los estudios que se han encargado de poner en común sus resultados sobre estas premisas. Parece, después de todo, que según el desarrollo en el que se encuentre nuestro sentido olfativo, así será el número de relaciones sexuales que disfrutaremos. Es decir, parece que no estaban tan desencaminados al unir este elemento de nuestro rostro con la sexualidad.
Pero, ¿cómo podría ser esto posible? Parece que, de acuerdo a lo que descubrieron un grupo de psicólogos, las personas que tienen un peor olfato, parecen más inseguras en los temas sexuales. Es decir, son más tímidas y también les gusta menos llevar la iniciativa por voluntad propia.
Esto sucede porque no son capaces de percibir con plena exactitud las muestras libidinosas que va emanando su pareja. Los seres humanos, igual que los animales, nos guiamos mucho por nuestro olfato a la hora de elegir pareja. Esto, ahora, parece ser la clave de que algunas personas prefieran no tener sexo o una relación con otras.
Tan importante es el olfato en nuestras relaciones sexuales que, problemas derivados del mismo, podrían suponer un caos a la hora de encontrar pareja. Por ejemplo, es el caso de aquellos que nacen con anosmia congénita.
¿Qué significa esto? La anosmia congénita es un problema que tiene como consecuencia la ausencia de olfato. Es cierto que nos puede costar más meternos en temas de sexualidad si esto nos ocurre aunque, como es lógico, no será imposible ni determinante.
Existen muchas otras cosas que podemos usar como sustitutas del mismo. Por ejemplo, las miradas o los gestos. Y, por supuesto, siempre nos quedarán las palabras, con las que podemos exponer nuestras emociones y pensamientos y conquistar a la otra persona.
Muchos son los tipos de nariz con los que puede contar la anatomía humana. Sin embargo, existe un grupo que se considera como básicos y que se contabilizan como unos catorce.
Entre ellos, destaca la nariz griega, que es recta; la carnosa, que es una de las más frecuentes; la de halcón, si es aguda; la nariz torcida; con arco; nubia, si tiene una base amplia, etc.
Además, debes saber que, de acuerdo a los expertos, la nariz no solo se relaciona con la sexualidad, sino que también influye en muchos otros comportamientos que tenemos los seres humanos. Es un indicador de nuestro carácter.
QUÉ DICE DE TI UNA NARIZ GRANDE
Nariz grande, miembro viril grande. Eso es lo que estamos acostumbrados a oír. Sin embargo, lo cierto es que la única relación que tiene la nariz con la sexualidad es a través del olfato. El tamaño no importa, sino lo bien o mal que funcione.
A pesar de ello, sí nos puede revelar otros aspectos de nuestra personalidad. Por ejemplo, tener la nariz grande es una muestra de que cuentas con una gran capacidad de liderazgo. También de que te gusta ir por libre. Si además también es larga, significa que tienes un buen olfato para los negocios. No todo va a ser sexo.
Las personas inteligentes y metódicas destacan por tener una nariz larga, y ligeramente más grande que el resto. Pero, ¿qué sucede con aquellos de nariz chata o más pequeña?
NARIZ PEQUEÑA, OTROS ASPECTOS DE LA PERSONALIDAD
Las personas que tienen una nariz demasiado pequeña son, en contraposición con los anteriores, muy buenas en el trabajo en equipo, momento en el que destacan y hacen saber su valía. Son capaces de arrimar el hombre si se trata del bien común, aunque la ambición no suele ser el punto fuerte.
Si tienes una nariz puntiaguda, seguro que eres entusiasta y optimista. Además, si es ligeramente ondulada, tu gusto por la naturaleza resalta entre otros aspectos de tu carácter. Tener una nariz pequeña, sin embargo, no significa no ser inteligente, como tampoco que goces de una menor sexualidad.
A pesar de lo contenido en los estudios, que relacionan el olfato con la capacidad para tener varias parejas sexuales, debemos saber que esto son rasgos orientativos. Sin embargo, ¿te identificas con cada uno de los tipos?