Mientras el huracán Laura se dirigía hacia la costa sur de los Estados Unidos, la convención nacional republicana desató el huracán Liar.
Hubo muchas mentiras en la última convención en Cleveland hace cuatro años pero, en esos días inocentes, los reporteros todavía se mostraban reacios a llamar mentira a una mentira. Donald Trump hizo estallar eso en su primer día en el cargo cuando él y sus funcionarios afirmaron que su multitud de inauguración era más grande que la de Barack Obama.
Ahora no hay forma de evitar el hecho de que los republicanos se están apropiando de más de dos horas por noche de televisión en horario estelar para mentir y engañar de manera tan descarada, frecuente y desvergonzada que existe la posibilidad de que el público estadounidense simplemente se someta y la falsedad sea normalizada.
Como señaló el columnista del New York Times, Frank Bruni, todas las convenciones dicen "mentiras extravagantes", pero esta es "menos una hazaña de narración bonita que un acto de puro trastorno". El miércoles por la noche fue otra oportunidad para negar el historial de Trump, negar la gravedad de la pandemia de coronavirus y la crisis climática y negar la realidad misma.
El vicepresidente Mike Pence retrató a Trump como el salvador de Estados Unidos del Covid-19. “Antes del primer caso de propagación del coronavirus dentro de Estados Unidos, el presidente Trump tomó la medida sin precedentes de suspender todos los viajes desde China”, dijo, una declaración falsa ya que había varias excepciones a la prohibición que aún permitían a decenas de miles viajar.
Al organizar un espectáculo patriótico en Fort McHenry de Baltimore, escenario de una batalla que inspiró The Star-Spangled Banner, Pence también evitó algunas verdades brutales: ninguna mención de que Trump elogiara la respuesta temprana de China, su constante minimización de la amenaza, no entregar pruebas o equipo de protección, goteando sobre máscaras faciales durante meses o rumiando sobre curas milagrosas. Se mencionó la cifra de 180.000 muertos, la más alta del mundo con diferencia.
Otras mentiras surgieron en el intento continuo de la convención de realizar una selección y reescribir no solo la historia sino también la personalidad de Trump. Alguien que despierte de un coma de cuatro años esta semana se complacería al saber que el presidente es un modelo de dignidad, humildad y bondad digno de Mount Rushmore y un gran maestro del ajedrez geopolítico.
Kayleigh McEnany, quien comenzó su mandato como secretaria de prensa de la Casa Blanca prometiendo "Nunca te mentiré", lo hizo desde un podio diferente en el auditorio Andrew W Mellon, desoladoramente vacío, en Washington.
McEnany contó la historia de cómo se sometió a una mastectomía preventiva y cómo Trump la llamó para ver cómo estaba. “Puedo decirles que este presidente apoya a los estadounidenses con condiciones preexistentes”, afirmó sobre el hombre que ha trabajado incansablemente, en el Congreso y en los tribunales, para revertir la ley que protege a 130 millones de estadounidenses con condiciones preexistentes .
Quizás el rival más cercano de McEnany como el defensor más descarado de la mentira de Trump sea Kellyanne Conway, la consejera saliente de la Casa Blanca. Ella dijo: “Durante décadas, ha elevado a las mujeres a puestos de responsabilidad en los negocios y en el gobierno. Confía en nosotros y nos consulta, respeta nuestras opiniones e insiste en que estamos en pie de igualdad con los hombres ... Para muchas de nosotras, el 'empoderamiento de las mujeres' no es un eslogan ”.
El gabinete de Trump está dominado por hombres , enfrenta múltiples acusaciones de acoso sexual (que él niega), ha acosado públicamente y con frecuencia a las reporteras y se burló de la apariencia de las mujeres en línea. También ha llenado los tribunales del país con jueces que amenazan los derechos reproductivos de las mujeres y revocó las protecciones contra la agresión sexual y la discriminación en el trabajo y la escuela.
Por si acaso, Conway afirmó que Trump había tomado "medidas sin precedentes" para combatir la epidemia de opioides. De hecho, no declaró una emergencia nacional, y las sobredosis fatales en 2019 aumentaron más del 10% desde 2016.
A veces son las pequeñas mentiras. Madison Cawthorn, el candidato republicano para el undécimo distrito del Congreso de Carolina del Norte, que usa una silla de ruedas debido a un accidente automovilístico, comentó: "James Madison tenía solo 25 años cuando firmó la Declaración de Independencia". No, Madison no firmó la Declaración de Independencia.
Cawthorn afirmó más tarde que "improvisó" la línea. “Después de decir toda esa verdad ... tenía miedo de que los verificadores de hechos se aburrieran. Quería darles algo que hacer ”, tuiteó.
Y luego estaba Richard Grenell, exdirector interino de inteligencia nacional, quien dijo: "He visto al presidente Trump encantar al canciller de Alemania, mientras insiste en que Alemania pague sus obligaciones con la OTAN". ¿Encanto? Hable con Angela Merkel por si ella lo vio de esa manera .
Parte del engaño fue tremendamente exagerado y alarmante sobre lo que sucedería si el demócrata Joe Biden gana las elecciones de noviembre. La senadora Marsha Blackburn de Tennessee advirtió sombríamente: “Si los demócratas se salieran con la suya, lo mantendrían encerrado en su casa hasta que se volviera dependiente del gobierno para todo.
“Eso me suena mucho a la China comunista, tal vez por eso Joe Biden es tan blando con ellos. Por qué Nancy Pelosi dice que 'China preferiría a Joe Biden'".
La hermana Deirdre "Dede" Byrne, un coronel del ejército retirado, dijo a los espectadores: "El presidente Trump se enfrentará a Biden / Harris, quienes son el boleto presidencial más anti-vida de todos los tiempos, incluso apoyando los horrores del aborto tardío y el infanticidio".
No, Biden y la candidata a la vicepresidencia Kamala Harris no apoyan el infanticidio. Incluso tener que señalar eso de alguna manera juega en las manos de los mentirosos, como aceptar un debate con un creacionista o un terrenal. Tal es el panorama actual de las noticias por cable partidistas y las redes sociales del salvaje oeste.
La congresista Elise Stefanik de Nueva York recordó el juicio político de Trump , que ha sido olvidado en gran medida en ambas convenciones, y lo calificó de "ilegal": otro Pinocho.
La nuera del presidente, Lara Trump, intervino con una cita falsa de Abraham Lincoln y un susto rojo: “Esta no es solo una elección entre republicano y demócrata o izquierda y derecha. Esta es una elección que decidirá si mantenemos a Estados Unidos como Estados Unidos o si nos dirigimos por un camino desconocido y aterrador hacia el socialismo ".
Pence tuvo que entregar quizás la mentira más grande de la noche, tan audaz que se escondió a plena vista en la noche de Baltimore. “Estados Unidos necesita cuatro años más de Donald Trump en la Casa Blanca”, dijo. Vale la pena comprobarlo, sin duda.
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