No hay ninguna evidencia de que la ruptura sea inminente, surgen las primeras voces que afirman que podría separarse del todavía presidente de Estdos Unidos.

Por Juanra López 

En medio de una enorme incertidumbre sobre los pasos que dará Donald Trump una vez se da por hecho que Joe Biden ha ganado las elecciones y su equipo legal está dispuesto a dar la batalla hasta el final, un nombre propio ocupa ahora el centro de las miradas, su mujer, Melania Trump.

Que la pareja no estaba bien ha sido un rumor recurrente durante los cuatro años de mandato del todavía presidente estadounidense, pero ahora que parece que sus días en la Casa Blanca están contados, empiezan a surgir las primeras voces que hablan abiertamente de divorcio. Este es el caso de Stephanie Wolkoff, una antigua empleada que hace un retrato un tanto oscuro del matrimonio y apuesta claramente por una disolución del mismo. Según manifiesta una hipotética separación comenzó a gestarse incluso cuando el empresario ganó las elecciones a Hillary Clinton, algo que les habría pillado por sorpresa, porque recordemos que la mujer del expresidente Bill Clinton era favorita en la mayoría de las encuestas.

 

Melania tardó cinco meses en mudarse a Washington, porque, al parecer, su hijo Barron tenía que terminar las clases, pero Stephanie mantiene que la realidad sería otra bien distinta: la primera dama estaría negociando un acuerdo post-nupcial para que su hijo pudiera recibir una parte sustancial de la herencia de Trump. Otra antigua empleada, Omarosa Manigault Newman, da un paso más allá: "Melania está contando los minutos para que él deje su mandato y pueda divorciarse. Si ella intentara humillarle y dejarle mientras es presidente, él encontraría la forma de castigarla".

 

Estas informaciones, de momento, no están corroboradas por los hechos y los indicios que hay al respecto no son más que los gestos en público que han mostrado en ocasiones que había una enorme distancia entre ellos, aunque también ha habido otros que podrían interpretarse de manera contraria. Sea como fuere, Melania Trump ha estado apoyando a su marido durante toda la campaña, pero, según CNN, que se mantiene muy firme en esta afirmación, ella le está aconsejando que tire de una vez la toalla y deje una batalla judicial que, de momento, no parece que vaya a ser muy proclive a sus intereses.

Según la cadena televisión, Melania Trump y su yerno y asesor, Jared Kusher, marido de Ivanka Trump, son partidarios de que renuncie. Para sustentar esta afirmación citan dos fuentes, cuya identidad no desvelan, pero aseguran que ambos han hablado en privado con Trump para intentar disuadirle de este camino que podría hacerle más onerosa su salida. No es lo mismo que piensan sus dos hijos adultos, Donald jr. y Eric, quien han pedido públicamente a sus aliados que sigan presionando en el rechazo a unos resultados electorales que parecen incuestionables.

 

Sin embargo, no es lo que parecen indicar las palabras públicas de la primera dama en Twitter, donde ha afirmado que "el pueblo americano se merece unas elecciones jutas. Cada voto legal -no ilegal- debería ser contado. Debemos proteger nuestra democracia con una trasparencia completa".

Nótese que hace la misma diferenciación entre "votos legales" e "ilegales" que su marido, quien desde antes de que se celebraran las elecciones ya mostró su desconfianza respecto al voto por correo y pidió desde la misma red social que se dejara de contar los votos, sembrando la duda de un fraude electoral que, de momento, no ha podido demostrar, pues no ha aportado ninguna prueba de sus acusaciones. Sea como fuere, en el caso de que Melania se divorciara de su marido, se cree que podría haber firmado un acuerdo de silencio, similar al de su divorcio con Marla Maples, que le impediría escribir libros o hacer declaraciones en la que él saliera mal parado.