El cubano George Gascón asumió este lunes el cargo de fiscal del condado de Los Ángeles, California, el sistema judicial más grande de EEUU. De esta forma, Gascón se convierte en el primer inmigrante en llegar a esta importante posición dentro del aparato judicial estadounidense, aseguró EFE.
En la ceremonia de investidura del cargo, el nuevo fiscal reafirmó las políticas prometidas en su campaña, las cuales han sido fuertemente criticadas por considerarse de mano suave con los criminales de la ciudad.
"Reconozco que para muchos este es un camino nuevo (…) Ya sea que usted sea un manifestante, un policía o un fiscal, le pido que caminen conmigo", expresó Gascón en el discurso de su presentación, que debió ser virtual como medida para evitar contagios de Covid-19.
El fiscal de 66 años y nacido en La Habana, apenas ha podido materializar las promesas de su campaña y ya es tomado como un gran reformador del sistema punitivo de la ciudad. Sus políticas son percibidas como polémicas en un distrito cosmopolita como Los Ángeles, y si bien son acusadas de permisivas por algunos, otros aplauden su sentido amplio de justicia y lo inclusivo de sus medidas respecto a los emigrantes y las minorías.
"Podemos romper los ciclos multigeneracionales de violencia, trauma, arresto y reincidencia que ha llevado a EEUU a encarcelar a más personas que cualquier otra nación", declaró Gascón, quien también prometió reducir el número de crímenes violentos y el racismo sistémico que se justifica en mejorar la seguridad pública.
George Gascón nació en La Habana, pero emigró con su familia a EEUU en 1967. Luego de asentarse en Bell, California, se unió al Ejército con 18 años y obtuvo los grados de sargento. Más tarde realizó una licenciatura en Historia, sin embargo, decidió dejar la vida académica por la de patrullero en Los Ángeles.
El cubano ocupó diversos cargos en la jefatura de Policía de la ciudad, incluidos el de subjefe de Policía y jefe de Policía de Mesa. Desde su posición ganó fama como detractor de los excesos policiales contra la comunidad latina y afroamericana de la ciudad, lo cual le benefició en el período en que Kamala Harris, próxima vicepresidenta de EEUU, dirigió la Fiscalía General del California. De tal forma, Gascón es considerado una de las figuras del reposicionamiento demócrata en las estructuras de poder estadounidense.
George Gascón logró convertirse en el fiscal de distrito número 43 del condado de Los Ángeles, luego de vencer por un ajustado margen a Jackie Lacey, quien hasta entonces ostentaba el cargo. El origen cubano también de Gascón parece marcar nuevas pautas en la política interna del sistema judicial de la ciudad, pues parte de su victoria la debe al apoyo de Gil Garcetti, padre del actual alcalde de Los Ángeles y primer fiscal del distrito de origen latino.
Entre los cambios radicales planteados por Gascón están el fin de la fianza en efectivo y la prohibición de la búsqueda de penas de prisión mejoradas a cambio de muestras de indulgencias en ciertos niveles. El cubano también ha prometido enmendar los excesos de la justicia y revisar miles de casos antiguos para determinar si se deben buscar sentencias más leves o la libertad de prisioneros, aseguró un reporte de Los Angeles Times.
Otra de las medidas que caracterizan la "vía Gascón" será la prohibición establecida sobre los 1.200 fiscales adjuntos de pedir la pena de muerte, además de poner fin a un sistema que sanciona a los menores de edad con el mismo rigor que a los adultos.
La oficina que dirige el cubano, en cambio, no se siente muy a gusto con sus ideas indulgentes y ha planteado que buena parte de las nuevas políticas fueron creadas sin buscar el consenso entre sus miembros. Gascón es tomado por un progresista en un entorno conservador que le acusa de populista y hasta dice temer enfrentársele por temor a represalias, según declararon fuentes anónimas de la Fiscalía a Los Angeles Times.
El departamento de Policía tampoco ve con buenos ojos las promesas del nuevo fiscal, al punto de haber financiado desde los sindicatos la campaña de Lacey, caracterizada por sus políticas altamente punitivas. El criterio de la policía de Los Ángeles se ampara en la idea de que la indulgencia no resolverá la preocupante escalada de crímenes violentos en la ciudad que inició bajo el mandato de Lacey.
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