“Si la orientación sexual se define por con quién tenés relaciones sexuales, la demisexualidad se define por cómo las tenés”, dice Orlando Wunderlin.
Orlando se identifica como no binarie y es demisexual. Tiene 35 años, nació en Córdoba, pero se mudó a Buenos Aires hace ya algunos años. Hoy se dedica al diseño gráfico, hace terapias complementarias y participa en Zona Espacio de nueves Activistas de la Federación Argentina LGBT, un conjunto de organizaciones que tienen un objetivo en común: la visibilización de los derechos LGBTQ.
Hablamos con él sobre cómo vive la demisexualidad, una orientación que se define, según los expertos, por quien solo siente atracción sexual por alguien con quien tiene un vínculo emocional. Separándose así de la asexualidad, orientación que se define por no tener atracción sexual y de la alosexualidad, que se define por sí tener atracción sexual sin tener una conexión, unión o vínculo previo necesariamente.
¿Cómo nos definirías la demisexualidad?
Primero tendríamos que diferenciar lo que es atracción sexual y el deseo. La atracción sexual es algo inconsciente, algo que no podés controlar, alguien te gusta por información que te llega a primera vista, puede ser por cómo es físicamente o su olor, a eso le llamo atracción sexual primaria. Luego, la atracción sexual secundaria es cuando ya empezás a tener un vínculo con esa persona y ya te empieza a gustar por otras cuestiones que atraviesan un primer encuentro: su mente, sus ideas o la conexión emocional que podés tener a través de la confianza. Entonces, para las personas demisexuales esa atracción es importante, digamos que primero tengo que conectarme con la persona para que me guste, sentirme que me valoran o me quieren.
En resumen, como persona demisexual, me pasa que solamente siento atracción por las personas cuando tengo un vínculo, cuando entro en confianza o cuando siento que la relación puede evolucionar, si no siento eso no me pasa nada. Esa persona no me atrae.
¿Cómo te sentís cuando la gente supone de esto algo obvio y te dice que claramente es necesaria la conexión para tener un encuentro?
Es que puede ser que haya gente que lo sienta y está bien, pero también hay gente que sale a bailar, conoce tan solo el nombre de la persona y termina pasando de todo, y yo eso no lo llamo conexión, eso en mi caso no pasa.
¿Cómo te identificas y cómo vivís la demisexualidad dentro de tu orientación sexual?
No me gusta decir que soy gay, me identifico como no binarie, pero me gustan las masculinidades. Vivir la demisexualidad es fácil, expresarla y que la gente la comprenda no tanto. En mi caso, por ejemplo, cuando hablo con una persona por una aplicación, tipo Grindr o Tinder, me siento incómodo. Siento que únicamente van directo al grano tomando el cuerpo únicamente como objeto de placer. Son lugares hostiles donde me han soltado dos palabras y ya se supone que tengo que quedar para tener sexo. Ahí me han tildado de vueltero, histérico, etc. Por eso las dejé de usar hace años.
¿En qué momento te definiste como demisexual?
Cuando era adolescente no había nada de información, pero me daba cuenta de que algo me pasaba aunque esa sensación solo la relacionaba con mi homosexualidad. Cuando tenía 18 años me enganché con un compañero de la secundaria y después de tres meses de generar un vínculo tuve mi primera relación sexual. En su momento alguien me dijo que “había dejado pasar demasiado tiempo”, “que era estructurado”, “que vivía mis relaciones a la antigua” y yo no me sentía así, de hecho estoy en contra del conservadurismo.
Recién a los 25 años, con información disponible, me di cuenta de que lo que me pasaba tenía un nombre. Cuando vi que también le pasaba a otras personas me quedé más tranquilo y ya más tarde, el término no solo me ayudó a definirme, sino a visibilizar.
¿Sentiste presión por tener relaciones sexuales?
¿Cómo te sentías al respecto?
Quizás lo sentía como un trámite, no sentía estimulación. Tenía que entrar en un personaje que debía sostener la situación.
¿Cuáles son las incomodidades más frecuentes con las que te encontraste?
Hasta el día de hoy mis amigos o amigas tienen una idea de que “hasta que no tenís sexo con otra persona seguís enganchade con tu ex”, por ejemplo, entonces piensan que tardo en volver a tener relaciones sexuales porque no solté el pasado y no es eso.
Una vez con un médico me pasó algo feo. Me fui a hacer un test de VIH porque me había separado de una pareja estable con la que habíamos dejado de usar preservativo. Luego de unos meses, cuando tuve ganas de volver a tener relaciones, me hice los estudios para saber si estaba todo bien, y en las preguntas rutina aparecían: cuándo fue la última vez que tuve sexo, cuál era mi orientación sexual, etc. La persona que me dio el resultado me preguntó por qué había pasado tiempo sin estar con nadie, le respondí de una forma tímida que era mi manera de ser y el médico me dijo que debía disfrutar más de mi cuerpo, que esa “espera” quizás se debía a una homofobia internalizada. Me pareció muy fuerte. Me pareció grave que no entienda que hay personas que viven la sexualidad de otra forma.
¿Por qué crees que la demisexualidad aún está invisibilizada?
La gente confunde orientación sexual con identidad de género, es decir, todavía falta entender varias cuestiones para llegar a comprender que si la orientación sexual se define por con quién tenés relaciones sexuales, la demisexualidad se define por cómo las tenés.
¿Qué es la demisexualidad?
La demisexualidad es la orientación sexual menos conocida. Su reciente conceptualización y su falta de visibilidad la han convertido en la gran desconocida hasta ahora. ¿Qué ocurre cuando sólo las emociones generan deseo?
La demisexualidad hace referencia a las personas que únicamente sienten atracción sexual hacia alguien con quien se ha establecido previamente un vínculo afectivo. Las personas demisexuales no sienten atracción sexual sin esa intimidad y conexión emocional previa. No sienten atracción a primera vista hacia ningún género en concreto, aunque pueden llegar a sentirse atraídos por cualquier ser humano, siempre que se haya establecido antes un lazo afectivo.
La demisexualidad está considerada la quinta orientación sexual, junto con:
Heterosexualidad (atracción por el género opuesto)
Homosexualidad (atracción por el mismo género)
Bisexualidad (atracción por ambos géneros)
Asexualidad (no existe atracción)
El modelo de relación necesario para que la persona demisexual mantenga un acercamiento erótico varía mucho de una persona a otra, pero lo fundamental es que haya conocimiento mutuo, cercanía e intimidad.
No obstante, el hecho de que exista un vínculo emocional no garantiza que haya atracción sexual; es sólo un requisito previo para que pueda ocurrir. Es importante matizar que algunas personas demisexuales distinguen entre atracción sensual (acariciar, abrazar…) y la atracción sexual, aunque puede ser difícil diferenciarlos.
¿Las personas demisexuales sienten más la soledad?
Las personas demisexuales a menudo se sienten tremendamente solas y extrañas debido a su orientación. Se sienten aislados e incomprendidos por su entorno o incluso pueden experimentar sentimientos de inadecuación, como si hubiera algo que no funcionara bien dentro de sí. Saber que hay personas que viven esto de manera similar, ayuda a formar un sentido de comunidad y a sentirse apoyado.
Darte cuenta de tus propios sentimientos
Si te das cuenta de que eres demisexual, antes de nada, no problematices. Es perfectamente compatible ser un adulto feliz y adaptado y ser demisexual. La orientación sexual es algo relativamente estable, pero eso no significa que no pueda modularse o variar a partir de diversas experiencias vitales.
Explora, pero sin forzarte a nada.
No esperes pasivamente que aparezca en ti el deseo sexual.
Ábrete a nuevas posibilidades si te apetece.
No te obligues a sentir cosas que no sientes, respeta tus tiempos y no te fuerces.
No te encasilles a ti mismo dentro de una etiqueta.
Atrévete a marcar tus propios límites.
En el caso de que tengas pareja, establece claramente el tipo de relación que quieres tener.
La demisexualidad no se “cura”, porque no es un problema, es una orientación. Todas las orientaciones sexuales son igual de válidas y respetables. Eso sí, si tu falta de deseo proviene de una experiencia traumática no superada (violación, abusos …) o si las implicaciones de tener esta orientación te hacen sentir mal puedes abórdalo en psicoterapia. El objetivo es que te sientas liberado y cómodo con tu orientación.