EFE - 7 de diciembre de 2021
Hoy es un día especial para las parejas del mismo sexo en Chile. Su país se convierte en el 31.º a nivel mundial en adoptar el matrimonio igualitario —y por amplia diferencia de votos tanto en la Cámara de Diputados de Chile como en el Senado.
La nueva ley deja sin efecto las disposiciones legales discriminatorias que existían en el país contra las parejas del mismo sexo en materia de filiación, adopción conjunta y técnicas de reproducción humana asistida, entre otras cuestiones. También elimina el requisito de que las personas transgénero casadas se divorcien si desean que se reconozca legalmente su género.
Este reconocimiento de los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) de Chile es el resultado de años de incidencia sostenida por parte de activistas chilenos.
En 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos concluyó que Chile había violado los derechos de una madre que perdió la custodia de sus hijas por convivir con ellas y con su pareja del mismo sexo. Fue la primera vez que el tribunal regional determinó que la Convención Americana sobre Derechos Humanos no permite la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género. La sentencia exigió que Chile reconociera los derechos parentales de la madre y los derechos de las hijas a no sufrir discriminación por la orientación sexual y la identidad de género de sus progenitores.
A través de una ley de unión civil de 2015 se consiguieron avances en la protección de la diversidad familiar. La ley permitió que las parejas del mismo sexo y las parejas heterosexuales celebraran uniones civiles, pero no estableció igualdad de derechos, por ejemplo, en lo referido a la filiación y los derechos de adopción.
En 2017, la expresidenta Michelle Bachelet presentó un proyecto sobre matrimonio igualitario ante el Congreso chileno luego de haber firmado una solución amistosa con activistas que solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que exigiera que Chile asegure el matrimonio igualitario.
Tras cuatro años de gestiones políticas en el Congreso, hoy ese órgano aprobó una versión modificada del proyecto de Bachelet, que está previsto que refrende el presidente Sebastián Piñera.
En el contexto de la región, Chile se suma a la Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay como países que brindan acceso al matrimonio a las parejas del mismo sexo. En México, 24 estados han reconocido el matrimonio igualitario, mientras que en los otros 8 estados las parejas del mismo sexo pueden casarse, pero deben antes obtener un amparo judicial.
La iniciativa ha sido aprobada en la Cámara Baja por 82 votos a favor, 20 en contra y 2 abstenciones en una memorable sesión que ha acabado en aplausos, y horas antes se había aprobado en la Cámara Alta, donde había recibido el respaldo de 21 senadores, 8 votos en contra y 3 abstenciones. Horas antes, la Cámara Alta le había dado el visto bueno con el respaldo de 21 senadores, 8 en contra y 3 abstenciones.
El portavoz del Gobierno, Jaime Bellolio ha celebrado el resultado: "Hoy es un día alegre para Chile. Avanzamos en el reconocimiento de todos y en abrazar la diversidad".
Chile se convierte así en el octavo país de América Latina en legalizar el matrimonio igualitario después de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y varios estados de México.
La norma permite llamar matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo y además habilita la adopción y la filiación de hijos a ambos padres o madres, uno de los puntos clave de la discusión. El diputado de izquierda Gonzalo Winter, de Frente Amplio se ha mostrado satisfecho por la aprobación de la ley y ha declarado al respecto: "Qué lindo ver cómo la ciudadanía chilena es más libre. Por la libertad para casarte con quién tú quieras, sin que nadie te imponga qué es el amor ni cómo debe ser una familia".
La decisión fue celebrada por las organizaciones LGTBI del país, que llevan semanas urgiendo la tramitación parlamentaria y que este martes convocaron una celebración en la céntrica Plaza Italia de Santiago. "Este es un paso histórico. Por fin terminamos con desigualdades estructurales y dignificamos a las personas de la diversidad sexual y de género", ha expresado a EFE Ramón Gómez, encargado de Derechos Humanos del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Por su parte, el senador de derecha Rodrigo Galilea (Renovación Nacional) ha explicado el avance que supone la aprobación de la iniciativa para el Chile: "Dejar de juzgar el matrimonio entre parejas del mimos sexo como malo o sospechoso es un cambio cultural de fondo que el país debe hacer", ha sentenciado.
El proyecto de matrimonio igualitario se presentó en 2017 gracias al impulso de la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2014-2018) y estuvo estancado durante casi cuatro años. El pasado julio, en un giro sorpresivo, el actual presidente, el derechista Sebastián Piñera, dijo que había "llegado el tiempo" de aprobar la iniciativa e instruyó al Parlamento que lo debatiera con urgencia. El anuncio cayó como un jarro de agua fría entre los sectores más conservadores de la derecha, que la semana pasada votaron en contra y alargaron durante otros siete días la discusión.
Con la adopción de esta ley, Chile consigue adecuar su legislación a la opinión histórica que emitió en 2017 la Corte Interamericana, en la cual estableció que todos los derechos que se aplican a las relaciones de familia de las parejas heterosexuales deben extenderse también a las parejas del mismo sexo. Todos los Estados parte de la Convención Americana deberían seguir el ejemplo de Chile.
Hasta ahora y desde 2015, las personas homosexuales solo contaban con la figura legal del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos filiativos.