La activista cubana LGBTI Shayra González Pernía, que ha sufrido una odisea migratoria tras salir de Cuba hacia Rusia en septiembre del año pasado, fue deportada a la Isla, desde Turquía, donde permaneció varada durante días en una terminal aérea.
"Acabo de hablar con Shayra González Pernía, en este momento está siendo deportada a Cuba desde Estambul. Solo quien ha vivido en carne propia la persecución de un Gobierno asesino, de una mafia en orden como es el Estado cubano, sabe el peligro que corre esta mujer al regresar a Cuba. Apelo a algún tipo de justicia que no sé si existe", dijo en su perfil de Facebook Darrell Caricaber Quesada, amigo de la activista.
La escritora y también activista LGBTI Mel Herrera precisó en un articulo en la revista independiente Tremenda Nota que González Pernía permaneció en Moscú cerca de tres meses sobreviviendo a las dificultades como emigrante y a una red de estafadores y ladrones cubanos establecidos allí, a los cuales ella misma denunció.
Cuando estaba próximo a cumplirse el plazo que podía permanecer en el país euroasiático, compró boleto de ida y vuelta para El Cairo, Egipto. Allí vivió cerca de un mes. Antes de que se venciera la estadía en la capital egipcia, compró dos boletos más de ida y vuelta para Serbia con trasbordo en Estambul.
"Entonces, cuando viajo de El Cairo para Serbia, aquí en Estambul me dicen que los cubanos tenemos prohibido entrar a Serbia", dijo en un video transmitido en redes sociales.
La mujer preguntó a la aerolínea turca qué opciones tenía. Le explicaron que, como ya ella había comprado un boleto de vuelta a El Cairo, podían cambiárselo por uno para Rusia, pero en Rusia no le autorizaron la entrada.
Según González Pernía, las autoridades migratorias rusas le hicieron un fichaje, le tomaron las huellas dactilares y le retiraron el pasaporte.
"Ahí es cuando me montan en un vuelo —eso sí lo hicieron gratis— de Moscú para Estambul, por segunda vez, mí, a una muchacha de Ucrania y a un afrodescendiente francés. Aquí no tengo pasaporte ni nada, llevo dos días tirada en el piso, no me baño, no sé dónde está mi equipaje, el primer día no comí", lamentó en una directa transmitida por Cibercuba.
"Salí huyendo (de Cuba) porque después de estar en la marcha del 11J el acoso conmigo era constante. La teniente Tania, en (la estación de) Zanja, me hacía la vida un yogur. Salí huyendo por Moscú", contó la joven, quien dijo sentir odio por la ideología comunista.
En otra transmisión en vivo que fue censurada y retirada por Facebook, Shayra González se desnudó como forma de protesta para exigir a las autoridades migratorias de Estambul que le devolvieran su pasaporte. Los funcionarios rían mientras ella, desnuda, les grababa los rostros, señaló Tremenda Nota.
Según la activista LGBTI, en Cuba ha sufrido acoso "toda una vida".
"Yo siempre he sido una de las transexuales en contra de las injusticias, del comunismo, de la dictadura. Yo no sé cómo no he ido presa en Cuba. Digo lo que pienso delante de todo el mundo, estuve en la marcha del 11 de julio, en Prado. Una vez convoqué una marcha en el Ministerio de Justicia", añadió.
Para la mujer transexual, el 11 de julio fue "uno de los días más lindos" de su vida.
"Sentí que gracias a Dios había muchos cubanos despertando. Y yo iba en la marcha delante, bien delante, y sentí todo tan lindo. Convocaba a la gente que estaba en los balcones, los mandaba a bajar y que se unieran. Eso fue indescriptible. Al otro día todo fue un silencio aterrador", dijo.
Según su relato, no pudo dormir durante varios días. Dijo que sus amigos fueron apresados, su hermana gemela estuvo a punto de correr la misma suerte. Vio a la Policía llevarse a vecinos que habían participado en las protestas, sintió miedo y comenzó a caérsele el pelo.
"Ya yo no podía más y le dije a mi hermana en Estados Unidos: 'por favor, págame un pasaje para Rusia, que yo sé que en cualquier momento voy a ir presa'", relató. "Cuando a una trans la meten presa, la ponen con los hombres, le rapan el pelo y viven cosas terribles, porque ser trans es un plus", señaló.
Ahora, de regreso a la Isla, Shayra González Pernía enfrenta un miedo que antes dejó muy claro: "Yo sé que, si me deportan para Cuba, entrando al aeropuerto voy presa. De eso estoy convencida".
Shayra González Pernía (Manzanillo, 1986) escapó en septiembre de Cuba con destino a Moscú, como otros cientos de ciudadanos de la isla que se aprovechan de la excepción de visado que tiene Rusia para aquellos que vayan a estar al menos 30 días en el país euroasiático.