Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Propaganda castrista contra Ucrania
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: CUBA ETERNA  (Mensaje original) Enviado: 10/03/2022 15:25
Propaganda castrista contra Ucrania:
Todavía hay cubanos que le creen a Granma
Es asombroso que a estas alturas muchos cubanos, demasiados, sigan creyendo las mentiras y patrañas con que los bombardean en los medios oficialistas.
 
POR LUIS CINO
LA HABANA, Cuba. — Es asombroso que a estas alturas muchos cubanos, demasiados, sigan creyendo las mentiras y patrañas con que los bombardean en los medios oficialistas.
 
Hasta hace unos años, cuando el Estado tenía el monopolio de toda la información, podía entenderlo,  pero ahora que disponemos de Internet, aunque sea cara y lenta, resulta inexplicable la persistente  credulidad de muchos de mis compatriotas, rayana con el cretinismo y la abyección.
 
Si bien nadie cree y provocan burlas los sobrecumplimientos productivos y la recuperación económica que pintan en el periódico Granma y el NTV, muchos pretenden ignorar la represión contra los opositores y  se tragan sin chistar los embustes que les cuentan los periodistas  oficialistas cuando dan sus muy manipuladas versiones de la situación internacional.
 
Eso está ocurriendo actualmente con el caso de la invasión rusa a Ucrania. Por estos días, he escuchado a muchos compatriotas —y no solo incondicionales del castrismo, sino también a algunas personas que no ocultan su desacuerdo con el régimen— que  justifican la invasión como “un acto defensivo de Rusia para proteger a los rusoparlantes del Donbás de la agresividad de los ucranianos”.
 
Hace unos días me sorprendió y sacó de quicio un amigo inteligente y culto que, aunque no se traga la versión oficial, me dijo que trataba de “no apasionarse y ser objetivo” al juzgar los hechos en Ucrania. “Porque no me negarás que el nazismo es muy fuerte en Ucrania”, me dijo.
 
Así, tuve que armarme de paciencia y refrescarle la mente a mi amigo acerca de cuestiones que él, que estudió en la antigua Unión Soviética y leía ávidamente las revistas Sputnik y Novedades de Moscú hasta que las prohibieron en Cuba, debe conocer mejor que yo.
 
Ese nazismo de los ucranianos del que tanto habla el zarévich Putin no existe. Es un nacionalismo exacerbado, tanto como el ultranacionalismo de los rusos que aspiran hoy a recomponer el imperio de los zares chantajeando al mundo con sus armas nucleares.
 
El acendrado  nacionalismo de los ucranianos se justifica por todo lo que padecieron primero bajo los zares y luego bajo el régimen soviético.
 
Es comprensible que en 1941 muchos ucranianos acogieran como libertadores a los alemanes que invadieron la Unión Soviética si se tiene en cuenta que solo unos años antes, entre 1932 y 1934, durante la hambruna genocida provocada por  la colectivización forzosa que ordenó Stalin, murieron más de cuatro millones de ucranianos en lo que es conocido como el Holodomor.
 
Aspirando a la independencia de Ucrania, Stepan Bandera y el grupo que dirigía, la  Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN, por sus siglas en inglés), se aliaron a Alemania, pero pronto se desencantaron al ver que no conseguirían su objetivo y rompieron con los nazis.
 
Hasta quince años después del fin la Segunda Guerra Mundial guerrillas de la OUN siguieron combatiendo a los soviéticos. Hoy, muchos ucranianos siguen admirando a aquellos guerrilleros que lucharon por la independencia y, en menor medida, a Stepan Bandera (asesinado por la KGB en 1959) cuya figura perdió enteros debido a sus métodos terroristas y su antisemitismo.
 
Putin olvida a los millones de ucranianos que murieron combatiendo a la Alemania nazi y quiere presentar al gobierno ucraniano como si fuese una pandilla de banderistas.  Cuando habla de desnazificar a Ucrania lo que se propone es sustituir al gobierno democráticamente electo de Volodimir Zelenski por un régimen títere del Kremlin que acepte mansamente, luego de la anexión de Crimea, que le arrebaten también el Donbás.
 
Por cierto, el partido de Zelenski (que es judío) derrotó a la ultraderecha nacionalista en las últimas elecciones celebradas en ese país.
 
En el gobierno ucraniano puede haber corrupción, pero no más que en el gobierno de Putin, que no oculta su compadreo con los oligarcas que ahora chillan por las sanciones occidentales.
 
Mucho más hacia la extrema derecha que Zelenski está Putin, a solo un paso del fascismo, con sus delirios imperiales por recomponer la Gran Rusia. Pero trate de explicarle eso a muchos cubanos, intoxicados por las mentiras de Granma y el NTV, que aún no se han enterado de que la Unión Soviética dejó de existir hace más de treinta años y siguen creyendo que el camarada Putin enarbola la bandera roja del comunismo.
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados