La noticia la da el medio estatal Jit, que describe la decisión de Borrero como "una grave indisciplina dentro del sistema deportivo cubano y deja a un lado los objetivos de su equipo en esta lid y en el cuatrienio hacia los Juegos Olímpicos de París 2024".
El santiaguero de 30 años fue campeón en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y bicampeón mundial (Las Vegas 2015 y Kazajistán 2019), y resultó elegido mejor deportista de Cuba en 2019, junto a la discóbola Yaimé Pérez.
Su palmarés incluye un título en Juegos Centroamericanos y tres campeonatos panamericanos. En las Olimpiadas de Tokio 2020, no pudo reeditar su actuación de la capital brasileña, al caer en su primer combate, pese a que salía como favorito y encabezaba el ranking mundial de la lucha grecorromana en los 67 kilogramos.
Sin embargo, su experiencia y calidad permitían augurar un buen resultado para él en el Campeonato Panamericano, que otorga el derecho a participar en el torneo mundial de Belgrado, en septiembre del presente año, además de entregar cupos para los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023.
Su abandono, que priva a Cuba de su mejor hombre en el peso, se suma a una larga lista de atletas que, ya sea mediante la fuga o la solicitud de baja, se desvinculan del movimiento deportivo de la Isla.
La estampida de atletas cubanos ha sido más evidente en el béisbol, que en abril vio partir a otros dos prospectos, ambos de 17 años: Idalberto Yunior Santiesteban y Luis Miguel Rives Valdés.
A finales de marzo, se fueron del país los jóvenes veleristas Iris Laura Manso y Carlos Miguel Expósito. Antes, había desertado el campeón juvenil Kevin Brown, durante el Panamericano de Boxeo de Ecuador. Lo siguió Herich Ruiz, medallista mundial de bronce.
También en marzo, se dio a conocer que el saltador de longitud Lester Lescay Gay, campeón olímpico juvenil en 2018, había dejado la delegación nacional de atletismo durante una gira en Europa.
Estas deserciones evidencian que ni la prohibición de entrar a su país natal durante ocho años, como castigo por desligarse de las delegaciones cubanas que acuden a eventos fuera de la Isla, consigue detener la huida de atletas cubanos.
En febrero, la fuga del piragüista y campeón olímpico en Tokio 2020 Fernando Dayán Jorge, de una delegación con la que iba a realizar un entrenamiento en México, demostró que tampoco las prebendas, bastan para taponar el salidero de deportistas. Dayán Jorge había sido uno de los atletas cubanos premiados con vehículos por el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) a finales de 2021.
Según la información publicada en el diario oficial Jit, "la decisión de Borrero constituye una grave indisciplina dentro del sistema deportivo cubano y deja a un lado los objetivos de su equipo en esta lid y en el cuatrienio hacia los Juegos Olímpicos de París 2024".