El gobierno de Joe Biden, propuso este jueves una revisión drástica de las reglas de agresión sexual en los campus universitarios, impulsando una ampliación de las protecciones para los estudiantes trans, reforzar los derechos de las víctimas y aumentar las responsabilidades de las universidades en las denuncias de conducta sexual inapropiada.
La propuesta fue anunciada en el 50 aniversario de la ley federal conocida como Título IX, que establece que “Ninguna persona en los Estados Unidos deberá, sobre la base del sexo, ser excluida de la participación, ser negada los beneficios o ser sujeta a discriminación bajo cualquier programa educativo o actividad que reciba asistencia financiera federal”.
Esta iniciativa, largamente esperada por activistas LGBT y feministas, pretende reemplazar un conjunto de reglas emitidas durante el gobierno de Trump por la secretaria de Educación Betsy DeVos, que según sus críticos se enfocaban demasiado en la defensa de los derechos de los acusados de delitos sexuales y no en los de las víctimas, y libraba de responsabilidades a las universidades donde se habían cometido estos actos.
Según un comunicado de la Casa Blanca, las reglas establecidas por la funcionaria de Trump “debilitaron las protecciones para los sobrevivientes de agresión sexual y disminuyeron la promesa de una educación libre de discriminación”. “
Como candidato presidencial, Biden prometió un fin rápido a las reglas de DeVos, diciendo que “avergonzaban y silenciaban a los sobrevivientes” de ataques sexuales.
Este jueves, el secretario de Educación de Estados Unidos, Miguel Cardona, dijo que la ley Título IX había sido “instrumental” en la lucha contra la agresión sexual y la violencia en la educación. “Mientras celebramos el 50.° aniversario de esta histórica ley, nuestros cambios propuestos nos permitirán continuar ese progreso y garantizar que todos los estudiantes de nuestra nación, sin importar dónde vivan, quiénes son o a quién aman, puedan aprender, crecer y prosperar en la escuela”, afirmó.
“Se protegerá completamente a los estudiantes de todas las formas de discriminación sexual”, añadió Cardona, y agregó que las nuevas reglas “dejarían en claro que esas protecciones incluyen la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género”.
Se espera que la iniciativa sea cuestionada en la Justicia, conduciendo a nuevas batallas legales sobre los derechos de los estudiantes transgénero en las escuelas, especialmente en los deportes, debido al debate sobre si es justo que las mujeres transgénero participen en competencias femeninas debido a su presunta ventaja física sobre las mujeres biológicas.
Apenas este domingo, la Federación Internacional de Natación (FINA) anunció que no permitirá que nadadoras trans compitan en carreras de élite, y que solo lo podrán hacer si completaron su transición antes de los 12 años.
Más anuncios por el Mes del Orgullo
La semana pasada, en un acto en la Casa Blanca celebrando el Mes del Orgullo LGBT, Biden había firmado una orden ejecutiva para perseguir las llamadas “terapias de conversión”, prohibidas en más de 20 estados, y asignar más recursos a la salud mental del colectivo LGBT.
“Estamos en una batalla por el alma de esta nación. ¡Una batalla que sé que ganaremos!”, exclamó Biden en un acto rodeado de jóvenes del colectivo, entre ellos un joven americano-venezolano de 18 años. “Mi mensaje a todas las personas jóvenes: sean ustedes mismos. Quiereo que sepan que todos nosotros los apoyamos”, dijo el mandatario demócrata.
La orden firmada por el presidente estadounidense instaba a las agencias gubernamentales a “usar la fuerza completa del Gobierno federal” para enfrentar aquellas prácticas -que pueden llegar a incluir torturas-, para obligar a las personas LGBT a renunciar a su sexualidad e identidad de género. La orden también critica las leyes aprobadas en estados gobernados por republicanos como Texas, donde ofrecer atención médica de afirmación de género a menores de edad está considerado abuso de menores, y urge al Departamento de Salud a defender “los derechos de las familias y los niños a acceder a la sanidad”. Además, pide asignar fondos para los servicios de salud mental dirigidos a prevenir el suicidio, un grave problema entre los jóvenes que viven en estados donde las leyes limitan los derechos de las personas LGBT, y para luchar contra el “bullying” que muchas veces sufren.
La celebración del Orgullo volvió a la Casa Blanca en 2021, con la llegada a la presidencia de Biden, ya que no se celebró durante el mandato de su predecesor, Donald Trump. En ese sentido, el mandatario demócrata ha impulsado una serie de políticas públicas en favor del colectivo LGBT desde su llegada a la presidencia.
En marzo, el Departamento de Estado actualizó la política de solicitud de pasaportes y empezó a permitir una opción de marcador de género “X”, con el fin de ofrecer pasaportes de género neutro y hacer “menos invasivos” los procedimientos en los aeropuertos.
Jessica Stern, de celebrada activista a enviada especial LGBT de Biden. (Departamento de Estado / D.A. Peterson)
También nombró, en junio de 2021, en una decisión celebrada por los grupos LGBT del mundo, a Jessica Stern como la enviada especial del gobierno de los Estados Unidos para la promoción de los derechos humanos de las personas LGBT a nivel global. Y a inicios de mayo se anunció que Karine Jean-Pierre sería la primera mujer afrodescendiente y lesbiana portavoz de la Casa Blanca.
Además, en los primeros días del mandato de Joe Biden, revirtió el veto a personas transgénero para prestar servicio en el Ejército. A poco tiempo de asumir el cargo, Biden había firmado un memorándum en el que se comprometía a la promoción de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales, trans, queer e intersexuales alrededor del mundo.
En los últimos meses, la administración Biden ha redoblado su apoyo a la comunidad LGBT, en medio de la aprobación en varios estados gobernados por políticos republicanos de legislación que limita a personas transgénero a competir en deporte, criminaliza la reasignación de sexo a menores y prohíbe la discusión de educación sexual y cuestiones de género en las escuelas.
El propio Biden criticó duramente la llamada ley “No digas gay” que fue promulgada por el gobernador de Florida Ron de Santis.
“Quiero que todos los miembros de la comunidad LGBTQI, especialmente los niños que se verán afectados por este odioso proyecto de ley, sepan que son amados y aceptados tal como son. Les cubro las espaldas, y mi Administración continuará luchando por la protección y la seguridad que merecen”, dijo el mandatario a través de su cuenta de Twitter