POR OSMEL RAMÍREZ ÁLVAREZ Y JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ
Leonardo, un cubano de 24 años residente en Mayarí, Holguín, se estaba cortando el cabello cuando llegó un apagón. "Tenía una parte de la cabeza rapada y la otra seguía con el pelo abundante", relata. "El barbero me dijo que si quería me terminaba el corte a tijeras, pero no quise porque mi pelado es moderno, con estilo, y no quería pasarme un par de semanas con un corte diferente".
"Eso, después de mentarle la madre varias veces a los gobernantes porque no lo dejan trabajar. Dice que a cada rato le pasa lo mismo, y ya le corta el pelo a los clientes nervioso, esperando quedarse a medias", añade. "Decidí esperar, pero era de mañana y salí de allí a las 6:00 de la tarde. Perdí el día en eso y el barbero rabiando porque no podía ganarse su dinero".
Yasmany es agricultor y, por el incremento de los robos en el campo, no puede dejar el sistema de regadío en los sembrados, debe cargarlo diariamente hasta la casa, aunque al otro día lo tenga que instalar de nuevo, una tarea titánica que obliga a regar solo cuando es estrictamente necesario.
"Llevo dos días seguidos arrastrando esas mangueras tan pesadas hasta la parcela y, cuando comienzo a regar, al ratico se llevan la corriente (eléctrica), y después te metes el día entero esperando y no llega. Tampoco podemos regar de noche porque también la quitan cuando más emocionado estás. Por otro lado, está el peligro de que estando lejos de la casa, de noche, los ladrones nos roben los animales de la corraleta. Es una 'cabeza de caballo' esto. Ni trabajar se puede".
El caso de Iliana también es difícil, pero buscó una alternativa: "tengo una niña pequeña y, para que pueda dormir con los apagones nocturnos, mi hijo mayor, que es aficionado a la electrónica, le ha inventado un ventilador con baterías de teléfonos que son de uso, y tres ventiladores de computadora. Todo un invento".
"Lo que menos parece es un ventilador, pero funciona. Gracias a eso la niña dejó de ponerse majadera con el calor sofocante y el zumbido de los mosquitos", agrega.
Más del 95% de los hogares de Mayarí usa la electricidad para la elaboración de sus alimentos, pues el servicio de gas es muy restringido y el uso de leña y carbón se mantiene solo en algunas zonas sin servicio eléctrico, o entre gente muy humilde y tradicional del campo. Las vicisitudes de las últimas semanas se han multiplicado porque ya no se trata solo de qué comes, sino también de dónde preparas lo que comes.
"En mi casa no nos gusta comer recalentado, pero ahora hay que hacerlo", cuenta Lilianna. "Lo que hago es cocinar siempre al tope de la olla, por si hay un apagón no me coja sin comida preparada. Es que te lo planifican para la noche y, de pronto, se va por la mañana, uno nunca sabe cuándo será".
"En un reverbero de alcohol caliento arroz o potaje o lo que tenga, y así comemos algo. ¡Cuántas veces se me ha quedado la comida a medio cocinar! El otro día se me pasmaron los frijoles porque la electricidad se fue y vino, luego se fue y no vino hasta siete horas después. Así no se puede. Un país sin corriente es una mierda".
El drama tiene tantas aristas como la sociedad misma: José, un trabajador de la empresa Materiales de la Construcción, ve afectado su salario por los apagones. "Sin electricidad no podemos trabajar y, si no trabajamos, entonces lo que cobramos es una bobería", explica.
"¿De qué vamos a vivir? ¡Y como está la vida de cara! Eso no le preocupa a nadie. Ahora se gana por resultados, todo lo que hagas incrementa el salario, pero, si no se puede trabajar, no hay pago. ¿Cómo vamos a producir si aparte de que siempre falta algo o hay roturas, ahora casi nunca hay electricidad?", pregunta.
Ante la falta de lámparas emergentes o linternas, que no se ofertan ni en Moneda Libremente Convertible (MLC), las motorinas han servido para que algunas familias no vivan en total penumbra, pero la mayoría no puede contar con tan caro bien, muy distante del poder adquisitivo del ciudadano promedio.
Así se vive en Cuba la profunda crisis, ahora con vicisitudes agregadas por los apagones. En medio del calvario, surgen paliativos para sobrellevar el día a día, que no parece tener una solución inmediata, pues el estado técnico de las plantas termoeléctricas está tan obsoleto y disfuncional como el propio sistema.
¿Está el régimen cubano ensayando los apagones tecnológicos para el próximo 11 de julio?
Junto a la agudización de la crisis energética que afecta a toda Cuba, con prolongados recortes de la energía eléctrica que se suman a la escasez de alimentos y productos básicos, las afectaciones a los servicios de telefonía, mensajería y datos móviles también abarcan a toda la Isla.
"Están ensayando apagones tecnológicos para el próximo 11 de julio y las últimas averías, que incrementaron el ciclo de apagones eléctricos, les han servido como anillo al dedo. Las denuncias de suspensión del servicio de datos móviles, telefonía y mensajería, contra ciudadanos allegados a opositores y periodistas independientes, reflejan claramente que los apagones tecnológicos también continuarán personalizados", coincide la estudiante Victoria Ibáñez con reportes, en redes sociales, de familiares y amistades cercanas de opositores, activistas, artistas y periodistas independientes, que igualmente tienen restringido el acceso a internet.
"Independientemente de los apagones eléctricos y las afectaciones lógicas a radiobases que sostienen estos servicios, al agotarse su respaldo de energía como sucede en algunas provincias, el nivel de interrupciones al servicio de internet que se está denunciando es mucho más severo y esta 'explicación' le queda muy chiquita, como bien se pudo verificar el Día de los Padres, donde fue un calvario enviar un simple sms", añade Ibáñez.
Vecina de una barriada en Playa, Aurora Oliva pudo constatar que la nueva metodología de hostigamiento de la Seguridad del Estado, suspender el servicio de datos móviles a la familia, "es real y la están aplicando". Luego de más de 24 horas sin poder acceder a internet, verificó con otra línea telefónica que solo usa para trabajo.
"Inmediatamente me conecté. Tenía mensajes y llamadas de preocupación de mis hijos y amistades. Asusta un poco poder saber, de primera mano y en carne propia, la capacidad de represión del Gobierno y hasta dónde se hace extensiva. Considero que las afectaciones al sistema energético podrán ser grandes, pero no como para provocar un apagón tecnológico durante largas horas diariamente, menos en un país donde no todo el país tiene acceso a internet", señala Oliva, cónyuge de un periodista independiente, en referencia a las declaraciones del Ministerio de Comunicaciones.
A mediados de mayo pasado la ministra de Comunicaciones, Mayra Arevich Marín, afirmó que, uno de los objetivos principales de este ministerio es "desplegar el acceso a internet en todos los consejos populares, para superar el 70% que lo tiene", pero no mencionó cuáles comunidades, ni en cuáles provincias están ubicadas.
Las estadísticas oficiales registran que en el país existen 1.041 consejos populares, establecidos en las 16 provincias, lo que significa un aproximado de 312 comunidades que no cuentan con acceso a este servicio.
El productor musical y rapero David D'Omni relata a DIARIO DE CUBA las vicisitudes que ha tenido que confrontar para mantenerse online en los últimos meses y trabajar en sus últimas producciones.
"Me tienen obstinado, mi hermano. Esto no camina ni p…, y el dinero que se gasta en comprar paquetes de datos no crece en los árboles. Es frustrante, asere. Yo pincho en mi estudio constantemente con pistas de audios que tengo que mandar y recibir, y tengo que esperar a las tres de la madrugada para enviar un archivo comprimido para que pase más rápido", apostilla el rapero, quien además describió la alternativa a la que está obligado a recurrir.
"Tengo que usar una línea prestada, ponerla en otro teléfono y con la opción de compartir internet lo conecto con mi teléfono. Es la brecha que he encontrado para seguir peleando, porque por mis datos y telefonía es por gusto. Como te dije, esto no camina ni p…".
Decenas de habaneros encuestados coincidieron en que la crisis energética no mejorará antes del próximo 11 de julio, cuando se cumpla el primer año del levantamiento popular que lanzó a las calles a decenas de miles de cubanos, en más de 60 ciudades y pueblos, para reclamar por encima de todo, libertades, derechos y cambios.
"El cansancio físico, la paranoia, y el constante sigilo hasta para comprar azúcar, nos conllevó a no creer nada que prometa o diga el Gobierno. Eso es lo que han cosechado luego de 60 años: que los cubanos prefieren escuchar rumores que oírlos a ellos", opina Darío Medina, joven que ejerce como fisioterapeuta en un centro de salud estatal, y como taxista privado en las noches.
"Que hayan recurrido a incongruencias, como avalar los espejismos del Gobierno a través de una ONG cubana, denota que el propio Partido (Comunista) se quedó sin argumentos y solo le quedan consignas. Ninguna energía renovable dentro del país podrá solucionar el desastre que provocó en toda la infraestructura una revolución socialista incapaz de acumular experiencia. El Gobierno lo sabe, y hará hasta lo impensable para impedir otra edición del 11J", manifesta Medina refiriéndose a una nota publicada por la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El pasado 18 de junio la ACN reseñó que, la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR) —presunta ONG subordinada al régimen cubano— aseguraba que Cuba tiene condiciones para el desarrollo energético sostenible y contribuir a la actual situación electroenergética nacional.
"Suficientes fuentes renovables de energías; personal altamente calificado, y un arraigado sistema social del pueblo y para el pueblo" son los tres factores que, según CUBASOLAR en la nota de ACN, ubica al país "a la vanguardia mundial", y que solo está escaso de recursos financieros. Más adelante aconseja a la Unión Eléctrica "cambiar la actual tarifa eléctrica por una que estimule al ahorro".
Por otra parte, con su acostumbrada torpeza para las analogías, las estadísticas y las comparaciones, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel expresó recientemente que "en el país hay casi cuatro millones de viviendas, si solo tres millones apagaran un bombillo de 20 watt que pueda estar innecesariamente encendido, eso representaría inmediatamente una potencia de 60 megawatt".
"También se podría ahorrar, para comprar esos bloques de generación para la termoeléctrica, no invirtiendo en tonfas, spray de pimienta y esposas con las cuales se armaron a los militares que reprimieron al pueblo el 11 de julio de 2021", ataja Maylene Serrano, quien asegura haber "vivido los eventos de ese día sin perderme un solo detalle".
"Se puede ahorrar, además, comprando menos patrulleros y menos equipamiento para tropas especiales y antidisturbios; remodelando menos estaciones policiales; inaugurando menos cárceles; gastando menos combustible para movilizar a los oficiales de la Seguridad del Estado que persiguen las 24 horas del día a los disidentes; rebajando el salario a militares y policías", añade.
"Ninguna crisis energética justifica los intentos de apagones tecnológicos que han estado ocurriendo en las últimas semanas. Y si en verdad Díaz-Canel quiere y cree en el ahorro, pues que dimita y se disuelva el Partido, y veremos cómo Cuba vuelve a florecer", concluye Serrano.