INCOMPARABLE TALENTO
Alcohol, cocaína y una enfermedad que lo torturaba:
Robin Williams, el actor que nos hizo reír mientras él lloraba
Han pasado ocho años de su muerte, pero sigue siendo recordado como uno de los intérpretes más queridos y admirados de la industria de Hollywood.
Era el más gracioso del mundo. Su humor sano y chispeante arrancaba carcajadas limpias. Tenía una mente prodigiosa y disruptiva. Era unos de los actores más solidarios. Colaboraba no solo con dinero, sino también con su escaso tiempo. Su compromiso con los demás podía resultar conmovedor. Era, también, el más sensible y vulnerable de los hombres. Cometía errores, desataba amores y combatía angustias con excesos de drogas y alcohol que atentaban contra su salud. Robin Williams vivía en algún lugar entre el cielo y el infierno. Rodeado de sus ángeles y de sus demonios. Tanto que el 11 de agosto de 2014, frente a su evidente deterioro cerebral, tomó la decisión de fugarse de la vida. De morir para no ver cómo moría. De esto se cumplen hoy ocho años.
La mañana del 11 de agosto de 2014 el mundo se quedaba un poco más triste. Robin Williams, considerado uno de los mejores cómicos de la historia, fue hallado muerto en su domicilio cerca de Paradise Cay, California, en lo que aparentemente había sido un suicidio por asfixia. Un acontecimiento que no solo conmocionó a sus seres queridos, entre ellos su viuda e hijos, sino también a los miles de fans que el actor acumulaba alrededor del mundo.
Las inmediaciones de su hogar no tardaron en llenarse de paparazzi y reporteros, que durante semanas especularon con las causas que habían llevado al humorista a tal desenlace. Drogas, depresión, trastorno bipolar, bancarrota... se habló de todo, pero lo cierto es que se trataba de algo mucho más complejo. Robin Williams padecía la llamada demencia con cuerpos de Lewy, una enfermedad devastadora que le hizo romperse por dentro.
Nacido el 21 de julio de 1951 en el seno de una familia de clase media/alta, su interés por la interpretación llegó poco después de empezar sus estudios en Ciencias Políticas, que finalmente abandonó. Robin Williams tenía casi 30 años cuando inició su carrera y diez años después llegaría 'Good morning, Vietnam', con la que obtuvo su primera nominación al Óscar. 'El club de los poetas muertos' y 'El rey pescador' le valdrían otras dos nominaciones, hasta que logró la ansiada estatuilla con 'El indomable Will Hunting', en 1997.
Su meteórico éxito y su inigualable talento no evitaron, sin embargo, que los inicios fuesen difíciles. "La cocaína es la forma que tiene Dios para decirte que estás ganando mucho dinero", declaraba en una entrevista años antes de fallecer. Efectivamente, Robin Williams comenzó a consumir drogas y alcohol a principios de su carrera. Si bien nunca lo hacía mientras estaba sobre el escenario, confesaba sentirse paranoico cada vez que tenía que actuar.
La muerte por sobredosis de su amigo John Belushi fue lo que le hizo alejarse de los estupefacientes, aunque no así de la bebida. Tras años de abstinencia, el representante del reconocido actor tuvo que hacer un comunicado informando de que Williams había ingresado en una clínica de rehabilitación por recaer en el alcohol. No obstante, nada de esto le impidió continuar cosechando éxitos profesionales ni tampoco fue lo que llevó a ahorcarse con un cinturón. En una carta publicada en la revista médica 'Neurology', Susan Schneider, su viuda, explicó el particular infierno que padeció Williams por su enfermedad. "No solo perdí a mi marido por demencia con cuerpos de Lewy. Perdí a mi mejor amigo. Robin y yo habíamos encontrado el uno en el otro ese amor incondicional que habíamos anhelado siempre [...] No hay ninguna cura y Robin estaba volviéndose loco [...] ¿Puedes imaginar el dolor que sintió mientras veía cómo se desintegraba?", decía parte del escrito.
"Hicimos todas las cosas que nos encantan en un fin de semana cualquiera, como una cita larga. Al acabar el domingo, llegué a sentir que se encontraba mejor. Cuando nos fuimos a dormir, me dijo: 'Buenas noches, mi amor'. Sus palabras aún hacen eco en mi corazón. El lunes 11 de agosto Robin se fue.
Desde entonces, el tiempo no ha funcionado igual para mí", narraba Susan en una carta que revelaba el duro golpe que supuso para ella. Desde entonces, dice, nada ha sido igual y la realidad es que lleva razón. Robin Williams dejó un legado complicado, pues tanto su herencia económica como la personal fueron motivo de disputa familiar. Susan presentó una demanda contra Zachary, Zelda y Cody, los tres hijos del humorista, fruto de matrimonios anteriores, por un desacuerdo sobre los bienes legados en su testamento.
Williams estipuló cómo quería que su fortuna, valorada en 45 millones de dólares, fuese repartida tras su muerte. No en vano, su viuda consideró que la casa de 7 millones dólares que compartían, incluyendo joyas, recuerdos y otros artículos, debían quedarse en sus manos. No obstante, concedía a los hijos del actor todos los premios de sus 40 años de carrera, así como algunos objetos de interés emocional como álbumes de fotografías o ropa, por lo que llegaron a un acuerdo.
Sin embargo, los problemas para los hijos del cómico no terminaron ahí porque uno de ellos, incluso, ha llegado a padecer ansiedad y depresión, de la misma manera que lo hizo su padre. "Era muy consciente de la lucha de mi padre con la depresión, que se manifestaba en ocasiones en adicción, y se esforzó mucho para apoyar su bienestar y salud mental, especialmente cuando tenía problemas", revelaba Zak Williams en el programa 'The Dr. Oz Show'.
El trauma por la muerte de mi padre me llevó a 'automedicarme' con el alcohol. Toqué fondo. Creo que muchos hombres con problemas se sienten solos en su lucha debido al estigma de estas enfermedades [...] Me mantengo alejado de las drogas y el alcohol gracias a los grupos de apoyo. Una cosa que encontré muy curativa para mí fue el compromiso solidario en torno a la salud mental y las organizaciones de apoyo a la salud mental", contaba a 'People'.
Tanto le ayudaron estas organizaciones que Zak elegía el Día de la Salud Mental para celebrar su boda en Los Ángeles con su "mejor amiga", Olivia June. Una forma de homenajear a su padre que se une a las continuas muestras de cariño que ha compartido en sus redes sociales, así como el nombre que decidió poner a su hijo. McLaurin Clement Williams, nacido en mayo de 2019, se llama así en homenaje a su difunto abuelo, cuyo segundo nombre era McLaurin.
En cuanto al resto de los hijos de Robin Williams, parecía que Zelda, la más conocida de los tres, era quien mejor lo estaba llevando. Activa en redes sociales, famoso es su enfrentamiento con Eric Trump cuando este utilizó un vídeo de Robin para atacar al oponente político de su padre Donald. Cada fecha señalada relacionada con su padre era celebrada de forma pública. Sin embargo, parece que no todo era tan idílico para Zelda como sus redes sociales nos hacían pensar.
En un momento dado, la actriz decidía dar un paso atrás, borrando todas sus fotografías de Instagram y mandando un mensaje a sus seguidores pidiendo que le diesen su espacio. A pesar de su tristeza, no ha querido dejar pasar ningún año el cumpleaños de su padre sin rendirle un homenaje. En su 69º cumpleaños, por ejemplo, decidió donar la cantidad de 69,69 dólares a la mayor cantidad de refugios para personas sin hogar que le fuera posible e invitaba a todo el mundo a hacer lo propio.
Cody, el menor de sus hermanos, también quiso rendir culto a su padre a través de su boda como Zak y, en su caso, escogía el 21 de julio de 2019 para casarse con su pareja, María Flores. En una publicación de las que fueron borradas, Zelda afirmaba que el 21 de julio "fue el día en que mi padre nació y el último que le vi. Esto ha hecho que este fuera un día triste, hasta hace dos días", decía, haciendo referencia a la boda de su hermano, de la que compartía una instantánea.
En definitiva, una serie de hechos que demuestran el cariño que el actor se ganó en vida entre los suyos, pero también entre sus compañeros de profesión, pues dejó un legado actoral inigualable y son muchos los que han decidido seguir sus pasos. Ocho años después de decirle adiós, Robin Williams sigue siendo recordado como uno de los intérpretes más admirados de Hollywood.
Pocos hubo y habrá como él. A ocho años de su libre y trágica decisión, el mundo lo sigue extrañando.
Robin Williams, con la actriz cubana María Conchita Alonso
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