LA INFAMIA QUE SE HA VIVIDO
ALEXIS ROMAY
Son tiempos de sacrificio
para el pueblo malnutrido,
porque lo dicta el Partido
que conjuró el maleficio
que ha llevado al precipicio
a una isla y toda su gente,
esa nación penitente
que se alumbra con la luna
y va de hambruna en hambruna
por orden de un delincuente.
Hoy le hablo a la vice-jefa
de un oscuro ministerio
de ese país-cementerio.
Te llames Juana o Josefa,
escucha bien, mequetrefa:
aquí el único derroche
que apabulla día y noche
al pueblo trabajador
es el cuerpo represor
de ese régimen fantoche.
Se busca un pueblo abnegado,
silente, cual manatí,
que a todo diga que sí,
que frente al terror de Estado
se quede siempre callado
y que otorgue el beneficio
de la duda al maleficio
que dictan de un ministerio,
en tono solemne y serio,
al pedir más sacrificio.
" Trabajaremos más duro",
dicen en el cementerio
en respuesta al ministerio
que dicta que en el futuro
no va a haber mango maduro
ni agua ni luz ni comida
ni para la sobrevida.
Esta isla de mil entuertos
será el país de los muertos.
Será una fruta podrida.
Culparemos al bloqueo
por nuestra improvisación,
porque esta Revolución,
en sus horas de recreo,
se enfoca en el balbuceo
del socorrido argumento
con que el régimen violento
distrae al mundo y su prensa,
mientras tanto en la despensa
escasea el alimento.
Ministerio de Cultura
–con tus gordos funcionarios
que cobran esos salarios
por aplaudir la censura
que impone la dictadura
que no es del proletariado–,
mejor te quedas callado
si la opción es defender
a la casta en el poder
que sembró el terror de Estado.
Hablemos del ministerio
que silencia y que censura
en aquella dictadura
que es puro horror y misterio
y mantiene el cautiverio
de nuestra ciudadanía
mandando a la policía
a perpetrar el terror...
Ministro del Interior:
¡No escribas más poesía!
ALEXIS ROMAY