Eslovenia se ha convertido en el primer país de Europa del Este en legalizar el matrimonio y la adopción entre personas del mismo sexo, después de que un tribunal dictaminara que son derechos constitucionales.
El martes (4 de octubre), el parlamento esloveno aprobó la enmienda, convirtiéndose en el primer país de Europa del Este en igualar las leyes de matrimonio y adopción para las parejas del mismo sexo.
La sentencia llega en un momento en el que los países vecinos de Eslovenia están imponiendo nuevas y estrictas leyes anti-LGBTQ.
Este momento histórico se produce tras la decisión del máximo tribunal esloveno en julio, que consideró que la prohibición del matrimonio y la adopción por parte de personas del mismo sexo violaba la Constitución del país, que prohíbe la discriminación.
Los jueces del tribunal fallaron por 6-3 en ambas cuestiones, justo un mes después de que el Gabinete Golob, de izquierdas, asumiera el poder tras las elecciones presidenciales de 2022, en sustitución del Partido Democrático Esloveno (SDS), de extrema derecha.
Derechos que las parejas del mismo sexo "deberían tener desde hace mucho tiempo
El tribunal dijo entonces que la sentencia "no disminuye la importancia del matrimonio tradicional como unión de un hombre y una mujer, ni cambia las condiciones en las que se casan las personas de sexo opuesto", según EuroNews.
El Parlamento esloveno aprobó la enmienda con el voto favorable de 48 diputados, 29 en contra y la abstención de un diputado. La mayor parte de la oposición provino del SDS. El pequeño país de dos millones de habitantes en el primero entre los países ex comunistas que reconoce este derechos a los homosexuales.
El secretario de Estado Simon Maljevac dijo al presentar la enmienda: "Con estos cambios, estamos reconociendo los derechos de las parejas del mismo sexo que deberían tener desde hace mucho tiempo".
La legalización del matrimonio y la adopción entre personas del mismo sexo enfrenta a Eslovenia con sus vecinos de Europa del Este, ya que países como Hungría y Polonia son cada vez más hostiles a sus ciudadanos homosexuales.
El pasado julio, el Constitucional dio al Parlamento seis meses para que enmendara la legislación y se definiera el matrimonio como la unión de dos personas, indistintamente de su sexo, y se permitiera que las parejas homosexuales puedan adoptar a menores.
El Constitucional consideró que la legislación que permitía a los homosexuales uniones civiles pero no el matrimonio o la adopción, violaban el principio de no discriminación.
Los conservadores SDS y NSi han insistido en que la adopción de niños por parejas homosexuales es contraria a los intereses de los niños. La asociación conservadora "De niños se trata" organizó protestas la semana pasada en Liubliana y una "Marcha por la protección de niños y familias", en contra de los cambios propuestos.
El año pasado, Hungría aprobó la llamada "ley de propaganda LGBTQ", que prohíbe hablar de las personas LGBTQ en los medios de comunicación, el material escolar y la publicidad dirigida a los menores, y el líder del país, Viktor Orbán, ha supervisado la prohibición de la adopción por parte de personas del mismo sexo, el fin del reconocimiento legal del género para las personas trans y la redefinición del matrimonio en la constitución del país como la unión entre un hombre y una mujer.
En Polonia, que aprobó su propia "ley de propaganda LGBTQ" a principios de este año, el presidente Andrzej Duda se ha asegurado de que el país se encuentre entre los más homófobos de Europa, según las clasificaciones de derechos de igualdad, con su mosaico de "zonas libres de LGBT".