'Mamá, soy lesbiana':
Cómo hablar con adolescentes sobre su orientación sexual
Terapeuta familiar y psicólogas aconsejan crear ambientes seguros, hablar con los niños sin prejuicios sobre la sexualidad y prestar atención a sus emociones
Todos los padres de un LGBTIQadolescente quiere lo mismo para su hijo: visibilidad, normalización y seguridad frente al estigma, la discriminación y el acoso. Aunque puede que no sea posible protegerlos de los prejuicios del mundo exterior, mantener una comunicación saludable en el hogar es esencial para su desarrollo. “Construir ambientes y contextos sociales en los que los jóvenes puedan expresar su orientación e identidad de género de manera segura, y sin miedo al rechazo o la discriminación, es fundamental para proteger su identidad y desarrollo”, dice Tú Marcas la Diferencia Contra la Discriminación, la guía para padres creada por la Asociación de Familias por la Diversidad y la Federación Andaluza Arco Iris. Incluye pautas y recomendaciones sobre cómo actuar cuando un niño comunica por primera vez sobre su orientación sexual o identidad de género.
La falta de un ambiente seguro puede dañar la salud mental de los adolescentes. Según un estudio publicado en diciembre por la Fundación ANAR, los miembros de la comunidad LGBTIQ menores de edad enfrentan un mayor riesgo de ideación suicida e intento de suicidio, debido a la discriminación y la exclusión. “Cuando los padres niegan la orientación sexual de sus hijos, además de cortar la comunicación con sus padres, pueden desarrollar síntomas de ansiedad y depresión porque no se sienten aceptados en su familia. Hay que aceptarlos libremente, porque eso los libera y les quita tensiones, y ya no se sienten culpables”, aconseja Diana Sánchez Sánchez, psicóloga, profesora de sexología y miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid.
Los padres deben saber que la orientación sexual incluye una amplia gama de posibilidades. Sus hijos pueden sentirse atraídos por personas de diferente sexo, haciéndolos heterosexuales; a personas del mismo género, lo que les llevaría a identificarse como gay, en el caso de los hombres, o lesbiana, en el caso de las mujeres; oa personas de todos los géneros, en cuyo caso pueden identificarse como bisexuales o pansexuales. “Los jóvenes empiezan a reconocer que se sienten atraídos por otras personas alrededor de los 12 años. Pero esa atracción no tiene que ver sólo con lo físico y sexual. Pueden sentir atracción de muchas maneras: romántica, emocional, intelectual. Es decir, pueden sentirse atraídos por las personas de diferentes maneras”, aclara Lola Martín Romero, socióloga, sexóloga y experta en educación sexual.
Un tema que puede causar conflicto
¿Cómo pueden los padres discutir el tema con su familia? “La orientación sexual es un tema que puede generar conflicto en las familias, pero dependiendo de cómo se maneje se puede empoderar al adolescente o se puede generar una situación de riesgo”, dice el psicólogo clínico infantil Antonio Ortuño Terriza. El terapeuta familiar acaba de realizar un estudio en la Universidad de Deusto con 700 padres, en el que investigó una nueva metodología de intervención familiar centrada en la crianza positiva para reducir los conflictos. Ortuño intenta demostrar la hipótesis de que cuando los conflictos familiares están mal gestionados, los menores tienden a dejarse influir más fácilmente fuera del hogar y toman decisiones más irresponsables. Para la resolución positiva de esos conflictos, según la experta, los padres tienen que cumplir dos funciones principales: “Ser siempre muy acogedores con las emociones de sus hijos,
Es importante reconocer que antes de hablar abiertamente sobre su orientación sexual con sus padres, los adolescentes suelen pasar por una fase de exploración. “Siempre ponen a prueba a sus padres para saber cuál es su predisposición. Por ejemplo, cuando hay una nueva historia en la televisión sobre el tema, o cuando sus padres hablan del tema con otros, miran y escuchan para saber cómo se posicionan, cuáles son sus ideas, si están a favor de ese tipo. de situaciones o no. Cuando en esa fase los indicadores son de rechazo, el proceso se hace más largo y difícil”, explica Ortuño.
Claves para conversaciones saludables
Cuando el adolescente observa que puede tener apoyo familiar y decide hablar abiertamente, los padres deben seguir tres pasos, como señala Ortuño: “Ser empáticos y estar atentos a las emociones de sus hijos, con frases como 'Veo que estás ansioso y preocupado. ,' o 'Entiendo que no es fácil para ti expresarte'; escuchar, más que dar consejos; y que se expresen porque tienen mucho que decir y llevan mucho tiempo pensando en cómo decirlo. Y el tercer paso es mostrar siempre confianza y respeto en torno a la identidad sexual, porque, en última instancia, los niños harán lo que quieran con respecto a su orientación”.
A la hora de discutirlo con la familia, la socióloga reconoce que el idioma puede ser un obstáculo. “A veces las familias se sienten bloqueadas porque no usan el mismo idioma que sus hijos”. En ese caso, recomienda que “los padres pregunten, no se dejen sorprender por las respuestas de los niños y nunca hagan juicios de valor”. Además, aconseja evitar ciertas actitudes: “Cuando hablan de una orientación sexual a la que los padres no están acostumbrados, no deben decir que es una tendencia y que pasará, porque la gente no se identifica de cierta manera porque de tendencia, aunque desde fuera lo parezca. Y no deben hacer preguntas íntimas, aunque deben dejar claro que cuando los niños quieran hablar de ese tema, pueden hacerlo con sus padres”.
La psicóloga Diana Sánchez añade que “los padres deben evitar comentarios homófobos y sexistas , como 'las niñas deben tener novio e hijos', y deben utilizar un lenguaje neutro, como hablar de una pareja o una persona en lugar de una niña o un niño”.
|