Es el pedido urgente de los científicos
¡A prepararse para “vivir” con los extraterrestres
¿SERA VERDAD TODO ESTO?
Los gobiernos del mundo deben empezar a instruirse para un eventual encuentro con vida de otros planetas.
Si lo decía una persona normal... seguro que usted se reía, pero si los científicos lo tratan es algo serio.
Resulta que los gobiernos del mundo deben empezar a prepararse de forma coordinada para un eventual encuentro con la vida extraterrestre, señala un prestigioso grupo de científicos en el Reino Unido. No se ría que es en serio.
En una edición de la revista científica Philosophical Transactions A, de la institución británica Royal Society, los científicos indican que por primera vez en la historia de la humanidad “hay una posibilidad realista de saber si estamos o no solos en el universo”.
“Si ocurre que no estamos solos esto afectará de manera fundamental la manera en que la humanidad se entiende a sí misma, y necesitamos estar preparados para las consecuencias”, manifiestan los estudiosos Martin Dominik y John C. Zarnecki en el texto introductorio.
“La falta de coordinación puede ser evitada mediante la creación de una estructura global en un esfuerzo verdaderamente mundial gobernado por un organismo internacional legitimado políticamente”.
Los dos investigadores señalan que, para ese efecto, las Naciones Unidas tienen un mecanismo institucional que fue creado en 1959: el Comité para Usos Pacíficos del Espacio Extra atmosférico (Copuos, siglas en inglés).
Afirman que Estados Miembros del Copuos necesitarán poner “asuntos supra-Tierra” en la agenda para llevar eso a la Asamblea General, con el fin de establecer estructuras similares a las que se han creado para enfrentar posibles amenazas de choques de la Tierra con objetos cercanos, como los asteroides.
¿Cómo serían los aliens?
El profesor Simon Conway Morris, experto en paleobiología evolucionista de la Universidad de Cambridge, dice que debemos prepararnos para lo peor.
“Si los extraterrestres inteligentes existen, se verán justo como nosotros, y dada nuestra nada gloriosa historia, esto nos debería hacer pensar”.
Según el experto es probable que la evolución de mundos extraños siga pautas darwinianas y, por tanto, la vida extraterrestre tendrá quizá importantes similitudes con la de la Tierra.
De esa forma, aduce Conway Morris, los aliens podrían parecerse a nosotros, incluso con nuestras peores tendencias, es decir tendrían hasta nuestras malas costumbres y defectos.
El científico señala que hay dos posibilidades opuestas que nos harían temblar de miedo: que encontremos aliens parecidos a nosotros o que, simplemente, no haya nadie más allá afuera.
Va en serio
Los investigadores apuntan que las películas y libros de ciencia ficción, “unos con más base científica que otros”, no deben subestimarse, pues son vías para “avanzar en el conocimiento de nuevas fronteras”.
Más que la invasión de la Tierra por parte de seres extraños, “los escenarios de detección más probables involucrarán organismos microbianos y/o vida extraterrestre a una distancia segura”.
Estas reflexiones indican que los científicos toman en serio la posibilidad de que pronto descubramos vidas extraterrestres.
¿Y la fe?
¿La confirmación de la existencia extraterrestre podría significar el colapso de la religión?
La pregunta la hace Ted Peters, profesor de teología sistemática del Seminario Teológico Luterano en California.
No, es su respuesta.
En su extenso documento examina desafíos específicos que la detección de vida extraterrestre traería a las creencias tradicionales. Una de ellas, por ejemplo: “¿una sola encarnación terrestre de Jesucristo es suficiente para el cosmos entero?”.
Según Peters, de comprobarse la existencia de aliens, los teólogos no perderían su trabajo, al contrario: tendrían el nuevo reto de reformular los compromisos de las religiones clásicas a la luz “de la nueva y más amplia visión de la creación de Dios”.
Los teólogos tradicionales se convertirían así en astroteólogos.
Peters afirma que quizá es tiempo de prepararse para esta eventualidad.
Su conclusión es que la fe en las religiones más importantes de la Tierra sobrevivirá intacta.